La II Escuela de pensamiento feminista ofrece un espacio de reflexión, debate y aprendizaje

La II Escuela de pensamiento feminista, enfocada desde un punto de vista formativo, se concibe como un espacio de reflexión, de debate y de aprendizaje en torno a la teoría feminista. Un proyecto que para la directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo, viene “en un momento en el que estamos inmersos en la cuarta ola feminista", por lo que "un movimiento social que está teniendo un desarrollo teórico, desde las administraciones públicas debemos contribuir a fomentar espacios en los que se reflexione y se aprenda entorno a lo que estamos viviendo”.

Al enfocarse desde un punto de vista “muy formativo”, el perfil de las ponentes son profesoras, investigadores y expertas en la materia como la profesora del Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, Ángela Cenarro, que hará un recorrido histórico por la historia feminista. La sesión la cerrará la profesora del Departamento de Filología Francesa de la Universidad de Zaragoza, María Ángeles Millán, que propone repensar a Simone de Beauvoir en el 70 aniversario de su obra “El Segundo Sexo”.

Además, a lo largo de la jornada van a participar, la profesora del Departamento de Filosofía Moral y Política de la Universidad Rey Juan Carlos, Ana de Miguel con la ponencia “¿Y nosotras qué?”; Marta Valencia y Miriam Herrero, de la asociación de Mujeres con Discapacidad (Amanixer); la profesora del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, Pilar Vicente; la Fundadora de Afroféminas, Antoinette Torres y la profesora del Departamento de Derecho Público y Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, Laura Nuño, que dará la perspectiva de las mujeres con discapacidad. “Una visión muy multidisciplinar desde la especialización y desde un punto de vista muy experto en cada tema”, ha puntualizado Salvo.

Respecto a las diferencias con la primera edición, la directora del IAM ha afirmado que “es una profundización, realmente no hay una diferencia exacta con las jornadas anteriores”. Con la primera escuela, que se realizó el año pasado, ha dicho, “abrimos camino, empezamos con un desarrollo teórico de los orígenes del feminismo y ahora estamos profundizando en otras cuestiones que también están sobre la mesa como la discapacidad, el afrofeminismo u otras realidades que en este momento están teniendo un desarrollo teórico”.

Lo que se busca, ha continuado, “es profundizar en el desarrollo histórico, conocer como se ha desarrollado tanto en la vertiente teórica como en la social además de profundizar en otras cuestiones que no son tan conocidas como todo lo que tiene que ver con la discapacidad y el feminismo o el afrofeminismo”. Esta última es una corriente de pensamiento con muchas décadas y que muchas veces no es tan conocida o que no se ha profundizado tanto en este país como en otros.

PARTIDAS DEL PACTO DE ESTADO

Al año, el teléfono de atención a la violencia contra las mujeres en Aragón registra en torno a 3.000 llamadas, lo que al mes se traduce en torno a 350. Son cifras, que ha lamentado Salvo, “no remiten, es una realidad consolidada de manera negativa en la Comunidad por lo tanto es necesario implementar el pacto de Estado contra la violencia de género”. 

Aragón recibirá, como el año pasado, unos 4,7 millones de euros. Cifras que se conocieron este miércoles y que, al conocerse antes que el año pasado, la directora del IAM ha reconocido que les hace ser “mucho más efectivos y seguir trabajando desde el compromiso social, político e institucional en una realidad que nos golpea como sociedad y en la que es necesario que todos estemos sin fisuras y de manera unánime”.

Una partida con la que, ha adelantado, “se va a potenciar la línea formativa y de prevención, e trata de prevenir que esto pase, y a reforzar toda la red de recursos (teléfono, casas de acogida, servicios de inserción socio laboral, guardias jurídicas, psicológicas…), reforzar toda esa red de recursos para que puedan llegar a todas las mujeres y a todo el territorio”. Y es que, “la brecha territorial profundiza mucho la brecha de género y en el caso de las mujeres víctimas de violencia esta desigualdad hace que su situación sea mucho más vulnerable y perjudicial”, ha concluido.