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La llama se apaga y el sueño del Huesca desfallece

Tras la insuficiencia del empate cosechado en Villarreal, la S.D. Huesca solo puede aspirar al más absoluto milagro para asaltar una permanencia que se encuentra a siete puntos de distancia, uno más que en la jornada anterior. El cuadro oscense se encuentra ante la obligación de sellar un pleno de victorias, siempre a expensas de que sus rivales más directos no sumen en ninguno de los tres partidos restantes.

La trabajada victoria por la mínima del Girona ante el Sevilla tampoco ayudaba a que los azulgranas pudiesen llegar con una dosis extra de vida al final. El técnico de la S.D. Huesca Francisco Rodríguez aseguraba que “la situación es difícil”, aunque incidía en que “mientras haya opciones el equipo seguirá luchando, sobre todo por la afición”, a quien no dejaba de mostrarle un completo agradecimiento.

A la conclusión del partido que prácticamente sentenciaba el sueño oscense, el preparador del cuadro altoaragonés también reconoció la fuerte condición del rival como una dura piedra en el camino de salvación. Francisco explicaba que “el equipo era consciente de la dificultad de ganar al Villarreal en su casa”, aunque destacaba que “los jugadores lograron competir y terminar encerrando al rival”, calificándolo como algo por lo que sentirse orgullosos.

Desde ahora y hasta el final de la competición, quedan las visitas a El Alcoraz del Valencia y del Leganés, y el desplazamiento en medio de ambas a Sevilla para cruzarse con el Betis. El margen de error no existe e incluso, dado que el domingo que viene su partido será el encargado de cerrar la jornada, en función de los marcadores que se den los altoaragoneses podrían estar ya descendidos matemáticamente antes de que suene el pitido inicial.

Con dicho dramatismo afronta la S.D. Huesca los que podrían ser sus últimos días en la Liga Santander.