SALUD

Sólo uno de cada cuatro casos de cáncer de ovario se detecta en estadio precoz

Se le conoce como el "asesino silencioso" porque la mayoría de los casos se diagnostican en estadios avanzados. El cáncer de ovario afecta a unas 3.000 mujeres en España cada año, 90 en Aragón, y sólo uno de cada cuatro casos se detectan de forma temprana. Si está avanzado, las posibilidades de supervivencia se reducen al 30%.

Zaragoza.- El cáncer de ovario es el sexto más frecuente en las mujeres y representa la primera causa de muerte en el mundo por cáncer ginecológico. Cada año se diagnostican unos 200.000 casos, 3.000 en España y, concretamente en Aragón, unos 90. Pero sólo uno de cada cuatro casos se detecta de forma temprana.

A este tipo de cáncer se le conoce como el “asesino silencioso” porque la mayoría de los casos se diagnostican en estadios ya avanzados, lo que incide directamente en las posibilidades de curación. Si la enfermedad se detecta en un estadio precoz, la tasa de supervivencia está cercana al 90%, mientras que si se produce de una forma tardía baja al 30%.

Su detección no es fácil porque a día de hoy las ecografías “no están reconocidas”, como ocurre como las mamografías, como una prueba de diagnóstico precoz, según ha precisado el ginecólogo y cirujano Ramón Lanzón.

En suma, se manifiesta con síntomas “muy imprecisos” y que a menudo suelen confundirse con alteraciones del aparato digestivo. De hecho, “en muchas ocasiones los cánceres de ovario que aparecen en un servicio de Ginecología se derivan del Digestivo”, ha apuntado.

La falta de apetito, la sensación de digestiones pesadas o el dolor abdominal pueden ser indicios de un cáncer de ovario “pero no hay que pensar que todas las personas que los tengan, ya que son relativamente frecuentes, vayan a tenerlo”, ha aclarado Lanzón.

No obstante, el cirujano ha explicado que cuentan con muchos métodos para su detección como la exploración ginecológica, la ecografía transvaginal, el scanner y los marcadores tumorales como el CA- 125. “Si una mujer se va revisando y vemos alguna ecografía sospechosa nos apoyamos en los marcadores tumorales y se puede obtener un diagnóstico precoz”, ha señalado Lanzón, quien ha hecho hincapié en la importancia de hacer reconocimientos de forma periódica.

Grupos de riesgo y tratamiento 

Aunque los especialistas todavía no han conseguido resultados favorables para el diagnóstico temprano, los esfuerzos se centran en la detección de los grupos de riesgo: personas que tienen antecedentes familiares o alteraciones genéticas, y se está interviniendo en personas sanas que son portadoras extrayéndoles los ovarios antes de que desarrollen el cáncer porque las posibilidades de tenerlo sobrepasan el 80%, ha explicado el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Miguel Servet, Antonio Antón.

Lanzón, Bolea y Antón en rueda de prensa
Lanzón, Bolea y Antón en rueda de prensa

El tratamiento también depende de la detección de la enfermedad. En estadios iniciales, se opta por una cirugía con cirujanos expertos y, ante una sospecha de cáncer de ovario, debe realizarse dentro un equipo multidisciplinar, ha precisado Antón. Si se trata de tumores mayores pero extirpables quirúrgicamente, la multidisciplinariedad cobra más relevancia y, si se considera que hay un porcentaje razonable de hacer una cirugía exitosa, debe ser el primer tratamiento.

Cuando hay dudas o se considera que es imposible, hay dos opciones: intentar quitar enfermedad para realizar otros tratamientos o iniciar uno con quimioterapia para reducir el tumor e intervenirlo después. Según Antón, los expertos suelen decantarse por la segunda opción.

El jefe del Servicio Oncológico ha precisado que este tipo de cáncer “difícilmente” deriva en metástasis y “cuando aparece se hace en un momento muy tardío de la enfermedad”.

No obstante y salvo excepciones, la mayoría de las pacientes tienen que recibir un tratamiento curativo con quimioterapia después de la intervención.

Apoyo

El cáncer de ovario suele manifestarse en edades de entre 45 y 65 años, aunque afecta a mujeres de todas las edades, y el apoyo psicológico es determinante, ha señalado Soledad Bolea, afectada por un cáncer de ovario y vicepresidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco), una entidad que nace para dar apoyo a pacientes y afectados y para concienciar a la población sobre la importancia de conocer los síntomas de la enfermedad y posibilitar un diagnóstico precoz.

La sede está centralizada en Madrid y a través de su web http://www.asociacionasaco.es pone a disposición de los afectados un servicio de Ginecología y Psicooncología para consultas.