La central térmica de Escucha cierra sus puertas después de 42 años de actividad

Después de 42 años de actividad, la central térmica de Escucha, perteneciente a E.ON, cierra sus puertas este lunes a las 23.00 horas. Todavía no se han dado soluciones para los cien trabajadores de la empresa. La provincia se queda con sólo la central térmica de Andorra, por lo que piden inversión para su mantenimiento.

Zaragoza.- La central térmica de Escucha cierra sus puertas esta noche a las 23.00 horas después de 42 años de actividad. A pesar de ser esta la crónica de una muerte anunciada, el cierre supone un revés para la comarca de las Cuencas Mineras, además, todavía no se han dado soluciones para todos los trabajadores.

Durante este mes, empresa y sindicatos han negociado el futuro de los empleados, 50 de E.ON y los otros 50 de una subcontrata. El secretario general de la minería de CCOO, Antonio Herrero, ha explicado que este cierre es negativo para el municipio y la comarca a pesar de que se sabía que se iba a cerrar porque la empresa se acogió a las 20.000 horas de funcionamiento.

Sin embargo, un número importante de esos cien trabajadores serán reubicados a los centros de trabajo que tiene la empresa E.ON repartidas por España, Peñarroya y Almería entre otros. Tres de esas personas van a ir al centro que está instalado en Escatrón. A pesar de negociarse también un plan de salidas voluntarias a través de indemnizaciones, los sindicatos querían que se garantizara el empleo.

En un primer momento, unos 20 trabajadores de los 50 de E.ON “tenían garantía de empleo porque se les trasladaba a la central de Puertollano o a la de los Barrios en Cádiz”, pero la primera tiene previsto el cierre el año que viene y en la segunda reducirán en un 30% la plantilla.

Sin embargo, este no es el único problema, ya que hay otro con la Carbonífera del Ebro porque no se sabe dónde va a suministrar el carbón. “Se está negociando para llevar el carbón a la central térmica de Andorra”, ha puntualizado.

Esta central dinamizó la comarca desde su construcción en 1970. En palabras del alcalde de Escucha, Javier Carbó, “fue un sistema nuevo de hacer energía”. Finalmente, Carbó ha lamentado este cierre: “Al Ayuntamiento, al municipio y al pueblo les repercutió positivamente, por lo que ahora sí que es una merma en cuanto a empleo, a población y a recursos económicos”.