Dinamita para el carbón

El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ha dado a conocer en una reunión con el consejero de Economía de Asturias, Graciano Torre, que el Gobierno central no prorrogará las ayudas a la extracción y quema de carbón autóctono más allá del fin de 2014, año en el que concluye el decreto actualmente vigente.

El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal,  ha dado a conocer en una reunión con el consejero de Economía de Asturias, Graciano Torre, que el Gobierno central no prorrogará las ayudas a la extracción y quema de carbón autóctono más allá del fin de 2014, año en el que concluye el decreto actualmente vigente.

Un anuncio que ha sido recibido con un alto grado de escepticismo en las zonas mineras. Entre otras razones, porque esta medida colisiona con las directivas europeas que determinan que el apoyo al sector debe prolongarse hasta el año 2018. Eso sí, comprometidas con la reducción progresiva de las ayudas hasta su desaparición en esa fecha.

Parece, dados los acontecimientos vividos el pasado año que llevaron a la calle a cientos de mineros, que el Ejecutivo nacional no está por la labor de mantener el sector del carbón; más bien, de dinamitarlo. Sin embargo, es un recurso esencial en un futuro mix energético, ya que proporciona la estabilidad de la que carecen las renovables, por su dependencia de factores meteorológicos; o el petróleo, sometido a oscilaciones de precio en función de intereses económicos y políticos.

Tanto si el decreto se prorroga como si no, lo dicho este lunes por el secretario de Estado de Energía ha de ser una llamada de atención a los mineros y a los habitantes de las cuencas. Ya sea en 2015 o en 2018 cuando desaparezcan las ayudas, es necesario que los habitantes de las comarcas mineras, así como los agentes económicos y las administraciones se sienten en torno a una mesa para trazar un plan de reconversión industrial que dé, como poco, las mismas oportunidades que la extracción y quema de carbón.