El Gobierno de Aragón trabaja para impulsar que Los Monegros tengan un parque natural después de años de parálisis de este proyecto. Para poder llevarlo a cabo es necesario el consenso ya que sin él obtener esta figura se hace “prácticamente imposible”, tal y como ha reconocido el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón.
El Ejecutivo intentará también conseguir que sea reserva de la biosfera, tras la propuesta de IU, si existe el consenso político necesario, pero no trabajará para que sea un parque nacional. La complejidad de este último proceso administrativo y la restricción de que no haya prácticamente manipulación humana en el lugar hace que las posibilidades se reduzcan considerablemente. Por ello, cualquier petición en este sentido no es más que una nueva venta de humo para distraer la atención y no centrar la mirada en otros problemas y necesidades de Los Monegros.
Esta comarca es uno de los lugares más despoblados de Europa, cuyo principal motor es la agricultura. Sus localidades han visto cómo el censo iba disminuyendo con el paso de los años y cómo no contaban con la posibilidad de ofrecer una sólida alternativa que permitiese a los jóvenes no tener que emigrar. Por ello, oportunidades como éstas no se presentan todos los días y es necesario aprovecharlas.
Los beneficios de este espacio no solo son naturales sino también económicos. Estos parques cuentan con un área de influencia socioeconómica, creada para contribuir al mantenimiento de estas figuras de protección y para promover el desarrollo de la población. Los municipios pertenecientes a ella podrán acogerse a beneficios económicos y financieros, así como ayudas técnicas.
Pero no solo las subvenciones hacen idónea su instalación. Su presencia permite el florecimiento de un sector poco desarrollado en Los Monegros como es el turismo de naturaleza y sirve como potente imagen de marca para atraer visitantes y dar a conocer la riqueza de esta zona.
Los Monegros vuelven a tener ante sí un nuevo proyecto ilusionador, ahora solo hace falta que los habitantes se pongan de acuerdo y exista un amplio consenso. Sin él, el proyecto no avanzará y se desaprovechará una oportunidad histórica de diversificar una economía demasiado dependiente de la agricultura.