El desierto de los Monegros allana el camino a Marte

Los simunautas de la Mars Spanish Mission han finalizado con éxito su primera simulación de un viaje tripulado al planeta rojo. Desde la base instalada en Jubierre, en el desierto de los Monegros, una treintena de ingenieros y voluntarios se han preparado para la prueba definitiva, que tendrá lugar el próximo año en Utah, Estados Unidos.

Zaragoza.- La primera misión española a Marte está un escalón más cerca de su objetivo después de su paso por el desierto de los Monegros. El equipo de simunautas de la Mars Spanish Mission ha concluido con éxito, en la sierra oscense de Jubierre, su primera simulación de un viaje tripulado al planeta rojo. Una treintena de ingenieros y voluntarios de todos los campos han ensayado el protocolo de comunicaciones, la organización logística, la distribución de recursos y la puesta en marcha de proyectos científicos en una hipotética misión a Marte, sin moverse de tierras aragonesas.

Las características del paisaje monegrino fueron las responsables de que este territorio fuese el escogido para la Mars Spanish Mission 0 (MSM 0), descartando a otras áreas candidatas en Almería y las Islas Canarias. El terreno tiene muchas similitudes con la superficie marciana y también con la del desierto de Utah, en Estados Unidos, que es donde se realizará en 2014 la simulación definitiva, la Mars Spanish Mission 1 (MSM 1).

“Nuestro objetivo es realmente difícil y costoso pero poco a poco, peleándonos con empresas y consiguiendo patrocinios, estableciendo vínculos y acuerdos, queremos llevarlo adelante. Hasta ahora estamos teniendo suerte y hemos conseguido un hito para nosotros, que era hacer posible esta misión. Se ha terminado con éxito, hemos aprendido muchísimo y ahora tenemos mucha información que documentar, estructurar y traducir”, ha explicado el coordinador de la MSM 0, Juan Antonio Fernández.

Entre el 4 y el 7 de abril, los simunautas han habitado su base de operaciones en Jubierre, simulando el aislamiento de una verdadera misión a Marte, y han desarrollado las primeras fases de tres experimentos: un robot con inteligencia artificial que acompañaría a los futuros tripulantes en la exploración de Marte, un estudio geoquímico del terreno y un análisis del rendimiento cerebral de los astronautas, dirigido por el zaragozano Jonatan Peris.

Detrás de este proyecto se encuentran la filial española de The Mars Society (TMS), una entidad sin ánimo de lucro fundada por 700 científicos de la NASA y otras agencias espaciales, y el Laboratorio para la Experimentación en Espacio y Microgravedad (LEEM), una asociación creada por universitarios españoles del sector aeroespacial.

El coste de la misión

Gracias a la colaboración de organizaciones como Hispasat y Neuronic, que han aportado equipos tecnológicos avanzados y herramientas para los experimentos, solo ha sido necesario invertir unos 15.000 euros para llevar a cabo la MSM 0. El coste de la MSM 1, en Utah, ascenderá a unos 40.000 euros descontando también la valiosa ayuda de diferentes empresas.

Los organizadores de la Mars Spanis Mission no tienen ánimo de lucro y han contado con la colaboración de voluntarios de diferentes ámbitos, desde la ingeniería y las matemáticas hasta el periodismo. Aunque se recibieron más de 80 candidaturas, finalmente fueron elegidos una veintena de voluntarios, cuya participación ha sido fundamental para el proyecto, según el administrador de la misión, Cayetano Santana Gil.

“Además creemos que para ellos también ha supuesto una experiencia enriquecedora, tanto porque les ha permitido avanzar en el conocimiento de un sector que desconocían como por la oportunidad de estar en contacto con personas y entidades vinculadas al sector aeroespacial, que les pueden facilitar el acceso a un puesto de trabajo”, ha explicado Santana.

La colonización de Marte

Los simunautas creen que el primer viaje real al planeta rojo podría producirse en unos quince o veinte años. “Llevar a cabo una misión tripulada a Marte ya es posible tecnológicamente. Aunque económicamente es costoso, hay muchos planes de misión que permitirían realizarla ya; con un cierto apoyo político sería suficiente”, ha afirmado Cayetano Santana. "La cooperación internacional para un proyecto de esta magnitud es indispensable", ha remarcado.

Juan Antonio Fernández ha explicado que la exploración de Marte no tiene nada que ver con la de la Luna. “Cuando viajemos a Marte, será para quedarnos. Tenemos que ser una civilización interplanetaria. La tierra tiene fecha de caducidad. Si no la estropeamos antes, tarde o temprano el Sistema Solar terminará acabando y si la especie humana desea que todo lo que hemos hecho en nuestra historia valga para algo, no nos queda otro remedio que salir fuera, y por qué no empezar ya, si podemos hacerlo”.

Los simunautas han destacado además la importancia de la exploración espacial no solo para ampliar horizontes y colonizar otro planeta sino en muchos ámbitos científicos que benefician directamente a la sociedad. Los ordenadores portátiles y los smartphones, por ejemplo, existen hoy en día gracias a la microelectrónica desarrollada por el sector aeroespacial. Lo mismo podría decirse de Internet y los sistemas de telecomunicaciones, que no serían posibles sin los avanzados satélites actuales.

En el ámbito de la salud, los propios ingenieros de la Mars Spanish Mission han recordado que los sistemas más complejos de detección precoz del cáncer de mama se basan en una tecnología de búsqueda de galaxias lejanas, y que las mantas térmicas que se utilizan para cubrir a los heridos en accidentes están hechas de un material que se creó para proteger a los satélites de los cambios bruscos de temperatura.