Zaragoza.- “Fuimos a Medinaceli (Soria) a comer y a dar gracias al Cristo por haber nacido de nuevo después del accidente de tráfico que tuve”. Esa ha sido la justificación de los viajes a dicha localidad por parte de William Francisco C.V., un acusado de distribuir, junto a cinco personas más, cocaína y marihuana en Zaragoza y provincia.
Una negativa a reconocer los hechos que se ha trasladado al resto de encausados, si bien las investigaciones policiales entienden que todos ellos estaban organizados en dos escalas: los que distribuían la droga y los que realizaban el “menudeo” en la calle.
Los procesados han admitido conocerse por temas de trabajo o amistad, pero han rechazado que Javier Alberto R.P. y su pareja Catalina C.R., desde la localidad madrileña de Alcalá de Henares, suministraran marihuana y cocaína a los también encausados William Francisco C.V. y a su esposa Lina Ximena C.R.
Estos últimos serían los que hacían la distribución en tierras aragonesa, pero en el juicio han manifestado que lo que tenían era para autoconsumo y que no tenía ninguna relación “de negocio” con los anteriores encausados ni con los que para la Fiscalía era sus “captadores de clientes” Mahamadou F. y Gorka E.O.
La Policía Nacional registró en varias viviendas en las que encontraron 145,8 gramos de marihuana y 0,8 de cocaína. Asimismo, en un coche hallaron 503,66 gramos de cocaína. Estos agentes han señalado que todas las conversaciones telefónicas y los seguimientos demostraban la relación y que “la mayor prueba es que el día que se decidió actuar se encontró una gran cantidad de sustancia estupefaciente en un turismo”.
Además, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía han reconocido ante los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza que “Gorka E.O.”. Situación que ha provocado que la Fiscalía haya retirado la acusación contra este hombre defendido por la abogada Olga Oseira, quedando, por tanto, absuelto.
El representante del Ministerio público no ha cambiado con respecto al resto, defendidos por José Cabrejas, Laura Vela, del despacho de Carmen Sánchez, y Javier Fernández, quienes se enfrentan en total a 19 años de prisión. Éstos han pedido la libre absolución.
No obstante, el letrado José Cabrejas ha impugnado las escuchas telefónicas que iniciaron la investigación y ha aseverado que “no hubo ningún tipo de intercambio de droga ni dinero en esas reuniones porque eso no lo ve la Policía”. “Interceptan el coche con droga, pero no se sabe con pruebas en la mano su origen”, ha apostillado. El caso ha quedado visto para sentencia.
