Del jarrón a la mesa

Las flores se regalan y adornan, pero también se comen. Flores en la Mesa une el mundo floral con la gastronomía a través de sus flores frescas y sus flores cristalizadas comestibles. A pesar de su juventud, esta empresa zaragozana, la única de Europa que fabrica este producto, es ya todo un referente con varios premios a sus espaldas.

Zaragoza.- El uso de las flores en la cocina no es algo que venga de hace unos años a esta parte. Ya los romanos comían flores, al igual que en los imperios más orientales o durante el reinado de la reina Victoria en Inglaterra, donde se hicieron especialmente populares en los banquetes. Sin embargo, en los últimos años, las flores comestibles han vuelto a renacer con fuerza sobre las mesas.

Laura Carrera lo sabe muy bien. Socia fundadora de Flores en la Mesa, esta joven emprendedora ha combinado a la perfección el mundo de las flores con el de la gastronomía. Así, esta empresa dispone de dos líneas de negocio: la flor fresca y la flor comestible.

La primera de ellas va destinada al mundo de la restauración. “Aquí son los propios restauradores los que innovan en sus recetas; nosotros les proponemos una serie de flores y ellos van identificando qué sabores encajan mejor en sus platos y cómo maridarlos”, asegura Carrera.

La segunda línea es la más innovadora y la que más éxitos y reconocimientos le ha dado a esta emprendedora aragonesa. “Somos la única empresa en Europa que fabrica flores comestibles cristalizadas”, señala Carrera.

En su proceso de elaboración la innovación juega un papel importante. Las flores naturales son cultivadas de la manera más ecológica posible, de hecho Carrera espera que en poco tiempo consigan la certificación del sello ecológico. Flores en la Mesa se nutre de una pequeña red de agricultores de Movera y el Lugarico de Cerdán, por lo que el producto es 100% aragonés.

Una vez seleccionado el producto, las flores son tratadas de manera muy cuidada a través de un proceso que se llama glasa, que se obtiene untando el producto en una mezcla de clara de huevo pasteurizada, gelatina, unas gotas de vodka o ginebra, aromas naturales y azúcar, que se seca a baja temperatura en un horno. “De este modo preservamos la estructura de la flor y quedan como caramelos o joyas; además que este producto puede aguantar perfectamente todo un año”, comenta Carrera.

La acogida que han tenido estas flores cristalizadas va cada día a más. Tal es el éxito que ya han vendido pedidos en Suecia, Francia o Inglaterra. “Actualmente estamos todavía evaluando cuál es la demanda real, pero sobre todo tenemos muchos pedidos de tiendas gourmet, para detalles de empresas, eventos, bodas... Aquí en España estaremos en 40 puntos de venta dentro de poco”, reconoce la socia fundadora.

Reconocimientos

Un trabajo bien hecho que ya comienza a tener su recompensa. El pasado mes de abril Flores en la Mesa obtuvo el máximo galardón de la Feria Internacional Gourmet 2013 en el apartado de "Innovación en productos Gourmet" con uno de sus productos estrella: pensamientos cristalizados con azafrán ecológico de Teruel. Para Laura Carrera se trata de “uno de los premios más prestigiosos a nivel nacional y ha supuesto un salto tanto cualitativo como cuantitativo para la empresa”.

La empresa ha ganado ya varios premios
La empresa ha ganado ya varios premios

Pero no es el único galardón que ha obtenido Flores en la Mesa en este 2013. El pasado día 17 de junio obtuvo uno de los accésit del I Premio Consolida AJE – Bantierra, consistente en un apoyo y tutoría de marketing y desarrollo de negocio, que será llevado a cabo bajo la dirección del Departamento de Marketing y Comunicación Comercial de Bantierra. “El premio ha supuesto un reconocimiento a toda una trayectoria. Es el empujón que necesitas día a día para saber que lo estás haciendo bien y que lo que un día fue un sueño ahora es una idea empresarial que tiene validez para ser una empresa de éxito”, expresa orgullosa.

También ha sido primera finalista de Aragón de los VII Premios Emprendedor XXI de la Caixa; ganadora del I Concurso ‘Elevator Pitch’ para emprendedores en el Salón de la Innovación y el Emprendimiento de Huesca en 2012, o premio honorífico Ganador 1 Semillero de Ideas, concedido por el Ayuntamiento de Zaragoza.

Investigación

Y es que detrás de Flores en la Mesa ha habido una gran preparación y formación. Laura Carrera es doctora en Ingeniería Agrónoma y antigua investigadora del CSIC en Aragón, en la Estación Experimental de Aula Dei. Hizo la tesis doctoral en “Biología reproductiva en frutales”, por lo que han sido muchos años en contacto con las flores.

“A raíz de los cambios que trajo la crisis, o me iba al extranjero a seguir mi carrera científica o montaba algo por mí misma y, al final, mis ganas de emprender ganaron”, comenta Carrera.

Partidaria del estudio y fomento de la investigación y desarrollo, Flores en la Mesa colabora habitualmente con centros de investigación para estudiar las propiedades beneficiosas para la salud humana del consumo de flores comestibles.

“Invertir en I+D es vital para el desarrollo de empresas innovadoras, aparte de que genera valor añadido. Hemos trabajado ya con el Parque Científico de Aula Dei, hemos obtenido un cheque tecnológico para realizar estudios, actualmente tengo dos proyectos en marcha con el CSIC, uno de ellos es un producto innovador que no se ha hecho en Europa… De la mano de la investigación se pueden obtener buenos resultados”, señala.

Para poder investigar mejor esos beneficios de las flores en la salud humana, la empresa adquiere como materia prima productos autóctonos como la flor de la borraja, la flor del almendro o la flor de la cebolla de Fuentes. Otros productos son los minipensamientos, menta-chocolate y pétalos de rosa.

Esta empresa dispone de dos líneas de negocio: la flor fresca y la flor comestible
Esta empresa dispone de dos líneas de negocio: la flor fresca y la flor comestible

“Todas las especies vegetales tienen sus diferentes propiedades. Por ejemplo, los pensamientos son buenos para las afecciones de garganta, la menta es digestiva, la rosa es tonificante… En la flor se guarda toda la belleza y en el nectario toda la esencia”, resalta Laura Carrera.

Pero no todas las flores se pueden comer, incluso las hay mortales, como la cicuta, la belladona o el beleño. “Hay que saber qué plantas se pueden comer, hay otras muy bonitas como la adelfa, pero te puede provocar una gastroenteritis”, explica. Por ello, Carrera destaca que de todas aquellas que se pueden comer hay que saber bien su procedencia “porque pueden tener conservantes tóxicos para la salud humana, por eso debemos saber siempre el origen y cómo se han tratado”.

Y es que, tal y como señala su socia fundadora, Flores en la Mesa no busca sino “despertar sensaciones a través de las flores”. “Hay muchísimas flores que se pueden comer, pero la gente lo desconoce y lo que pretendemos es acercar ese mundo tan desconocido al mundo de a pie”, señala.

Mirando a un futuro cercano, Laura Carrera y su equipo aspiran a convertir Flores en la Mesa en una empresa referente en el sector. Mirando un poco más allá, “me veo con mi pequeño obrador, en medio del campo, alrededor de un jardín de flores con mi familia y muy feliz”.