La Fiscalía anima a los acusados del caso Faisán a hablar "como Amedo en los GAL" para apuntar "más arriba"

El fiscal de la Audiencia Nacional ha animado a los dos acusados del caso Faisán a hablar "como Amedo en los GAL" una vez sean condenados, ya que hay indicios de que "había más personas" implicadas en el "chivatazo". Afirma además que la forma en la que se fraguó la delación a ETA fue una "chapucería nacional" digna de Torrente.

Madrid (Servimedia).- El fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista ha animado hoy a los dos acusados del caso Faisán, el antiguo jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies y el inspector José María Ballesteros, a hablar "como Amedo en los GAL" una vez sean condenados ya que hay indicios de que "había más personas" implicadas en el chivatazo y situadas "más arriba".

El fiscal ha explicado en su informe al tribunal que, a pesar de los indicios "que dan a entender que había más personas", la Fiscalía no tiene datos suficientes "para ir más arriba" de Pamies y Ballesteros y para haber sentado a más gente en el banquillo de los acusados. Bautista ha enmarcado estas sospechas en el "proceso de negociación" que se encontraba abierto en el año 2006 entre el Gobierno y ETA.

El representante del Ministerio Público ha negado además que se haya utilizado a Pamies y Ballesteros como "chivos expiatorios" del chivatazo que tuvo lugar en la mañana del 4 de mayo de 2006 en el bar Faisán de Irún, y con el que se alertó a ETA de la operación que se iba a llevar a cabo contra su aparato de extorsión.

"No es verdad que nosotros hayamos buscado un chivo expiatorio y después hayamos apañado las horas", ha señalado Bautista al inicio de su informe final al tribunal.

La Fiscalía sostiene que el inspector Ballesteros fue la persona que entregó a las 11.23 horas del 4 de mayo de 2006 a Joseba Elosua, dueño del bar Faisán y presunto enlace del aparato de extorsión de ETA, un móvil. A través de ese teléfono, Pamies habría alertado a Elosua de la operación contra el aparato de extorsión de ETA que se iba a llevar a cabo en pleno proceso de negociación entre el Gobierno y la banda terrorista.

Colaboración con ETA

Bautista ha decidido mantener el delito de colaboración con organización terrorista en su acusación contra Pamies y Ballesteros, para los que pide cinco años de cárcel por la colaboración con organización terrorista y, alternativamente, dos años de cárcel para el comisario y un año y medio para el inspector por un delito de revelación de secretos y, alternativamente.

El fiscal ha hecho especial hincapié en el hecho de que es el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, el que le ha obligado a mantener el delito de colaboración con ETA contra los dos procesados.

Ha explicado en este sentido que ha seguido "al pie de la letra las instrucciones recibidas" y señaló que "el Ministerio Fiscal es un organismo jerárquico". Aún así, ha subrayado que la jurisprudencia establece que para ser condenado por colaboración con organización terrorista tiene que haber "una voluntad de ayudar a los fines de la organización o una comunión con la patógena ideología de la banda".

El fiscal ha recordado que la propia Fiscalía General del Estado, a pesar de haberle obligado a acusar de colaboración a Pamies y Ballesteros, emitió en el año 2012 una circular en la que se recoge esta misma jurisprudencia.

Ha señalado además que ni Elosua ni el presunto miembro del aparato de extorsión de ETA José Antonio Cau Aldanur han sido todavía condenados como miembros de ETA, por lo que la colaboración con ellos no sería terrorista.

Agujeros del 11-M

Bautista ha tratado en su informe de apuntalar los indicios acumulados contra Pamies y Ballesteros y ha acusado a las defensas de buscar "agujeros negros" en la investigación, algo que le recuerda "al 11-M".

Ha criticado en este sentido el "cierto tugo de conspiración" que a su entender ha estado presente tanto en la instrucción de la causa como en el juicio.

El fiscal ha tildado de "absurda" la coartada de Pamies, quien asegura que no tuvo nada que ver con el chivatazo y que ese día, el 4 de mayo, se iba a reunir en el sur de Francia con un miembro de ETA apodado Romano que era confidente suyo. Según esta versión, el jefe superior de Policía en el País Vasco envió a Ballesteros a la zona del Faisán para que comprobase si era seguro cruzar la frontera con Francia para poder reunirse con su confidente.

"Es una falacia, envuelta en una burla, envuelta en una mentira, no había ninguna cita con el confidente", ha asegurado Bautista, quien ha restado credibilidad a los testigos de descargo aportados por las defensas.

El fiscal ha destacado en este sentido el testimonio del propio Elosua. "Tiene muchas horas de vuelo, ha sido investigado muchas veces y ha estado dos años en prisión, por más que parezca atolondrado sabe lo que es una sala de vista", ha dicho.

La guerra de Gila

Ha señalado en este sentido que, debido a la especial retórica de Elosua, Pamies "tenía que sentirse en la guerra de Gila" cuando le dio el chivatazo al dueño del bar Faisán.

El representante del Ministerio Público ha indicado por último que la forma en la que se fraguó la delación a ETA fue una "chapucería nacional" y ha advertido de que "cuando alguien juega a ser Harry el Sucio acaba convirtiéndose en Torrente".

"Ha sido un inmenso honor representar a la Fiscalía en este juicio", ha dicho Bautista para cerrar su exposición.

El presidente del tribunal, el magistrado Alfonso Guevara, ha decidido entonces suspender la sesión hasta el próximo lunes, cuando las acusaciones populares y las defensas podrán presentar sus propias conclusiones al tribunal. Se espera que ese mismo día el caso quede visto para sentencia.

Las acusaciones populares también han elevado a definitivas sus peticiones iniciales, con lo que han mantenido el delito de colaboración con organización terrorista contra los dos acusados. La acusación ejercida por Dignidad y Justicia pide nueve años de prisión para Ballesteros y diez para Pamies, mientras que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) solicita ocho años para el inspector y ocho años y medio para el comisario. La representación procesal del PP, por su parte, pide ocho años y medio de cárcel para Pamies y siete años y medio de cárcel para Ballesteros.