Zaragoza.- Las obras de reparación de la Muralla Medieval se iniciarán de manera inmediata. Así lo ha anunciado este martes el responsable de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, durante la inauguración de las obras de la calle de Federico Ozanam, en Valdefierro.
En declaraciones a los medios de comunicación, Pérez Anadón ha explicado que ya se ha propuesto a Patrimonio su restauración y desde esta administración han aceptado los criterios. Los trabajos costarán 200.000 euros y se empezará por las “emergencias”, lo que no sea una urgencia, se incorporará a los presupuestos.
“Si hubiéramos comenzado simplemente con los apeos, los puntales y los mecanotubos hubiésemos gastado bastante dinero y luego hubiéramos tenido que empezar de cero”, ha sostenido.
No en vano, Pérez Anadón ha apuntado que se van a reforzar los contrafuertes y la reparación del paño de muralla, y se dejará en un segundo plano “la recreación de cómo estaba la muralla, el interior y el pasadizo que había entre los dos paños”.
El derrumbe de unos 20 metros de la Muralla Medieval ocurrió el pasado 4 de abril entre las calles Alonso V y Arcadas. El suceso tuvo lugar a las 6.20 horas sin causar daños personales, justo el día en el que se iba a apuntalar por su mal estado. Los vecinos habían denunciado su progresiva degradación, aunque desde el Ayuntamiento sostuvieron entonces que las fisuras no hacían entrever peligro de derrumbe.
La parte del tramo afectado era uno de los pocos que se conservan en la ciudad. Los otros dos están en la calle de Asalto y son conocidos como murallas de Los Sitios, por el papel que jugaron en estos acontecimientos bélicos.
Según la web municipal, la construcción tiene origen musulmán. Fue realizada en adobe, para en el siglo XIV ser reforzada y reconstruida con motivo de la llamada "Guerra de los dos Pedros".
El bastión que rodeaba a la ciudad contaba con 66 torreones y siete puertas: Quemada, Santa Engracia, Baltax (luego del Carmen), del Portillo, Sancho, Forado de Predicadores, y Abrevadero de San Juan del Hospital. Este muro realizado en ladrillo (o réjola), y tapial, en el siglo XV rodeaba la ciudad medieval en un perímetro que coincide con la delimitación del conjunto histórico de la Ciudad.
