La veteranía es un plus

El 15% de los alumnos que acuden a la universidad abandona sus estudios, la mayoría en el primer año. La Universidad de Zaragoza ha puesto en marcha, por tercer año consecutivo, el Programa Mentor con el objetivo de que los alumnos veteranos asesoren y orienten a aquellos que se estrenan en el ámbito universitario.

Zaragoza.- Las pruebas de evaluación, las explicaciones del profesor, las asignaturas, muchas desconocidas hasta ahora, o simplemente la dinámica de las clases son algunos de los obstáculos que tienen que superar los que se inician en la vida universitaria.

El 15% de los estudiantes abandona su carrera y la mayoría suele hacerlo en el primer año. Por eso, la Universidad de Zaragoza ha puesto en marcha por tercer año consecutivo el Programa Mentor, mediante el cual los alumnos de nuevo ingreso reciben orientación y pautas gracias al asesoramiento de los que ya han pasado por eso.

La veteranía es un plus y ya son 170 mentores los que se han adherido a esta iniciativa que persigue que la integración de los alumnos en todos los niveles, desde el ámbito académico hasta el social, sea la mejor posible, apunta el coordinador del programa, José María Yusta.

El mentor no es un profesor particular, advierte, pero, como mínimo, debe reunirse con su grupo de alumnos dos veces en cada cuatrimestre para ayudarles a planificar el estudio de las materias y resolver las dudas que puedan surgirles.

Y es que, según apunta el coordinador, las estrategias de estudio no pueden ser las mismas que en el Bachillerato porque la dinámica es muy distinta. “En la universidad se confía en la responsabilidad del estudiante y en su autonomía para organizar su tiempo, estudiar, acudir a las clases… Ponemos a su disposición herramientas para su integración, pero objetivamente siempre hay dificultades porque los procesos de aprendizaje son distintos y se manifiestan, sobre todo, en el primero curso", comenta.

Los alumnos encuentran dificultades en el primer año de carrera
Los alumnos encuentran dificultades en el primer año de carrera

Los programas de mentoría son habituales en los países anglosajones, pero en España tienen un carácter más novedoso. Por ejemplo, en la Universidad de Zaragoza sirve de refuerzo al proyecto tutor, en el que los docentes son los que ofrecen asesoramiento.

Planificarse y estar bien organizado

Silvia Aguerri tiene 21 años y está en el último curso de Historia del Arte. Repite como mentora por segundo año consecutivo y la razón se remonta a su comienzo cuando "se sentía perdida" porque era el primer año de grado "y no teníamos ningún referente".

Cómo estudiar, preparar un examen o comprender a un profesor son algunas de las cuestiones que Aguerri trata con los alumnos porque "ayuda a que estén prevenidos". "Cuando llegaron estaban perdidísimo, se veían superados.. pero siendo mentor les enseñas que se puede llegar. El primer o el segundo año son los más duros en cuanto a dificultades, no de materias sino de afrontar la universidad".

Entre sus recomendaciones destaca presentarse siempre a un examen, estar bien organizado y planificarse, sobre todo, a la hora del estudio en casa.

Para Mónica Galve, de 24 años y estudiante de Trabajo Social, ésta será su primera experiencia como mentora y, al igual que Aguerri, pensó que con su veteranía podía ayudar a alguien que se viera en la misma situación que ella cuando empezó en la universidad: "Estaba bastante perdida, no sabía nada de los créditos ni de las convocatorias de examen y fue un jaleo, así que tuve que recurrir a profesores y también a compañeros", relata.

Su propósito es orientar a los estudiantes y animarlos porque "hay momentos en la carrera que dices: <>, pero luego te das cuenta que hay asignaturas útiles", apunta.