Las obras del Casco Viejo oscense avanzan a buen ritmo

Las obras de mejora en varios puntos del Casco Viejo de Huesca avanzan a buen ritmo y según los plazos que fijó el Ayuntamiento de Huesca. Todo ello a pesar de contratiempos como el hallazgo de restos y las primeras lluvias de la estacional invernal que han paralizado momentáneamente el transcurso de las mismas.

Huesca.- Las obras que acomete el Ayuntamiento de Huesca en el Casco Viejo siguen a buen ritmo y según los plazos fijados. Se trata de la urbanización de la calle Zarandia, la mejora de la trasera de la Catedral entre la calle Doña Petronila y Palacio y la consolidación del entorno entre las calles Canellas y Peligro.

El mal tiempo apenas ha repercutido en el transcurso de las obras que se están llevando en el conjunto histórico de la ciudad. Es el caso de la consolidación de la trasera de la Catedral junto a la escalinata de Doña Petronila y Palacio. Las obras han consistido en la mejora de la red de saneamiento de la calle y la construcción de un pequeño talud que será la base de un futuro mirador que se sumará al atractivo monumental que ya ofrece la Catedral.

Precisamente estas obras con cargo al Convenio de Política Territorial del Gobierno de Aragón quieren adecentar zonas como al antiguo terraplén situado entre la calle Canellas y Peligros. Precisamente esta actuación presentaba una mayor complicación ya que se debía llevar a cabo una exhaustiva operación en la red de saneamiento de la zona, así como, la instalación de contenedores soterrados.

A ello cabe sumar el hallazgo de varios sillares en la zona que según Patrimonio deben mantenerse obligando la modificación de su instalación a posteriori. De igual manera se halló una piedra de gran formato que tras su limpieza dejó ver un capitel que podría ser del alto Imperio Romano. Unas circunstancias que apenas paralizaron las obras que siguen tras la construcción de una escalinata y la consolidación de parte de lo que será en un futuro cercano una plaza.