MANUEL SERRANO

"Hay que recortar las titulaciones sin demanda porque estamos contribuyendo a crear una fábrica de parados"

Manuel Serrano es el nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza en sustitución de José Luis Marqués. Trabajará por mejorar las relaciones de la institución académica con la sociedad y es partidario de adaptar las titulaciones a la demanda para facilitar la colocación de los titulados.

Zaragoza.- Fue concejal del Partido Aragonés en el primer ayuntamiento democrático de Zaragoza, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Aragón y ahora es el nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Zaragoza. Se trata de Manuel Serrano Bonafonte que llega al cargo con el objetivo de mejorar las relaciones de la institución académica con la sociedad.

Como su antecesor, José Luis Marqués, está de acuerdo con la especialización de los campus de Teruel y Huesca y extiende este propósito al de Zaragoza. Además, se muestra partidario de adaptar las titulaciones a la demanda para facilitar la colocación de los titulados y espera la ley de mecenazgo del Gobierno para que los particulares ayuden económicamente a la universidad.

Pregunta.- Es el nuevo presidente del Consejo Social, ¿cómo afronta el cargo?
Respuesta.- Con una mezcla de ilusión, por supuesto, y con responsabilidad. Es un orgullo presidir el consejo, más que nada debido a mi formación en la Universidad de Zaragoza, donde estudié Derecho. Si desde este cargo puedo aportar algo a la universidad, lo haré con mucho gusto.

P.- ¿Qué objetivos se marca de cara al próximo año?
R.- El consejo es un órgano compuesto por 21 miembros y yo, personalmente, no debo marcarme ningún objetivo. El próximo 18 de diciembre habrá un Pleno donde se dará a conocer la memoria de actividades para 2014 y, una vez que el Consejo le dé la conformidad, surgirán los objetivos. Lo que sí que puedo adelantar es que el objetivo es tratar de mejorar las relaciones de la universidad con la sociedad porque esa es la finalidad más importante que tiene. La universidad está inserta en la sociedad y ésta debe entender que de alguna manera también está a su servicio.

P.- ¿Cree que la crisis está provocando que la labor que se hace en la universidad no llegue a la sociedad como quisiera la institución?
R.- Sí, estamos viviendo unos momentos de crisis generalizada y la universidad no es ajena a ella. La crisis ha podido suponer que la sociedad, interesada en tratar de salir adelante, haya perdido de vista que es lo que está pasando en la universidad.

P.- ¿En qué posición se encuentra la Universidad de Zaragoza?
R.- No está en mala posición ni mucho menos. Los aragoneses debemos sentirnos orgullosos de nuestra universidad. De hecho, somos la universidad que más cátedras empresariales tiene de todas las de España. Esto quiere decir que se ha movido entre las empresas y éstas han entendido su llamada. Y esta relación está funcionando muy bien.

P.- Lo decía al principio. Una de las funciones del consejo es promover la colaboración de la sociedad en la financiación de la universidad, ¿qué mecanismos hay en marcha?
R.- El Gobierno de la Nación está trabajando en una ley de mecenazgo, que va a ser fundamental para que los particulares puedan involucrarse en ayudas de tipo económico con la universidad. Pero no será a cambio de nada sino que esa ley tendrá en cuenta esas posibles aportaciones a los efectos de bonificaciones y exenciones en renta, es decir, compensar al ciudadano que ayude a la universidad como un aligeramiento de sus obligaciones tributarias. Yo creo es una buena solución y funcionaremos por ahí, en ese sentido.

P.- Uno de los grandes problemas es la financiación. Los Departamentos de Educación y Hacienda y la universidad anunciaron una comisión de trabajo para establecer las bases de los nuevos criterios. ¿En qué punto se encuentra?
R.- Si se han producido, no conozco los resultados, porque, aunque llevo en el consejo dos años, de presidente llevo escasamente pocos días. Sé que se dijo algo de esto y qué duda cabe de que lo que se está luchando es tratar de que se mejoren las aportaciones de la Comunidad Autónoma, pero vuelvo a lo que decía antes. La sociedad está en crisis, los Gobiernos recaudan menos y esto se traduce en una carencia económica de la universidad. Pero, vamos, se hará todo el esfuerzo para tratar de mejorar esa cuestión.

P.- ¿Cuál es la posición del consejo respecto a los cambios introducidos en la concesión de las becas?
R.- La posición es clara, y es que nadie que valga puede quedarse sin estudios universitarios por falta de medios económicos. Pero hay otro aspecto que vengo poniendo de relieve y es que aquellos que valgan y que pertenecen a familias con desahogo económico hagan el esfuerzo y traten de sufragar, sino íntegramente al menos una buena parte, las titulaciones de másteres, no con el fin de ahorrarle a la administración el dinero sino para que esas aportaciones se destinen a mejorar las becas ya concedidas o para conseguir más alumnos becados. Eso es algo que hay que ponderarlo y que bien explicado podría entenderse.

P.- Pero… ¿qué le parece que se haya incrementado la nota de corte para acceder a ella?
R.- Los tiempos cambian y el corte de 5,5 con mi mentalidad de estudiante de hace muchos años me parece poco porque en mis tiempos era de 7, pero, ahora bien, si en las situaciones actuales se ha estimado que es suficiente, yo no soy quién para decir que no está bien.

Serrano lleva dos años formando parte del Consejo Social
Serrano lleva dos años formando parte del Consejo Social


P.- La consejera Dolores Serrat ha planteado la necesidad de adaptar las titulaciones a la demanda. ¿Cuál es la opinión del Consejo?
R.- No conozco esas declaraciones, pero si lo dijo estoy de acuerdo. Se está hablando de que hay que adaptar las titulaciones a las necesidades de la sociedad porque así saldrá ganando y, si efectivamente hemos limitado esa gran cantidad de titulaciones, habrá más posibilidades de que los egresados puedan encontrar colocación. Si las titulaciones estuvieran cubiertas por un número suficiente de alumnos, adelante, pero en el momento en el que no son suficientes habrá que recortar porque si no estamos contribuyendo a hacer una fábrica de parados.

P.- Su antecesor, José Luis Marqués, apostaba por especializar los campus de Teruel y Huesca para atraer a más estudiante. ¿Comparte ese propósito?
R.- José Luis Marqués me ha parecido un presidente excelente que efectivamente velaba por estos campus, pero le añado también la especialización de Zaragoza.

P.- La Universidad de Zaragoza, e incluso al Gobierno de Aragón, se han referido a los problemas de reposición del profesorado. ¿Se necesitan más docentes?
R.- Ni se puede decir sí ni no. Esa tasa del 10% parece que chirría un poco, pero habría que tener en cuenta a cuántos alumnos afecta la reducción. Insisto, tan drástico, un 10%, lo que supondría de 30 a 3, en principio, me parece exagerado, pero habría que ponerlo en relación con las asignaturas despachadas, número de estudiantes… Cuando tengamos más información sobre esto y nos llegue al Consejo, lo estudiaremos y daremos nuestro parecer.

P.- ¿Qué incidencia están teniendo los recortes en la capacidad investigadora de la universidad?
R.- La universidad española en general, y en particular la de Zaragoza, es pionera en investigación, pero donde no es pionera y hay un fallo es en la publicidad que se le da. No se ha sabido aprovechar las consecuencias económicas de esa investigación. Hemos investigado, pero han sido las empresas las que se han encargado de patentar esos inventos y de explotarlos, mientras que los beneficios para la universidad se han visto muy menguados o han sido nulos.