El roscón de Reyes pone el colofón a las Navidades aragonesas

Largas colas en las pastelerías aragonesas para recoger el plato estrella del día de Reyes: el roscón. Este postre tiene una receta muy simple, pero que le ha servido para consolidarse como una tradición. Para algunos clientes, la ilusión de los más pequeños es uno de los motores para seguir comprándolo.

Zaragoza.- Es lunes 6 de enero, día de Reyes y las cocinas de algunas pastelerías no han parado de trabajar desde la medianoche. Por las encimeras corren agua, azúcar, esencias de naranja y limón o agua de azahar; los ingredientes indispensables. Desde las primeras horas de la jornada, decenas de personas se agolpan a las entradas de las pastelerías para recoger los roscones, postre consolidado en las mesas de toda la Comunidad por “tradición” y por “ver a los niños con la ilusión de esperar la sorpresa”.

En la pastelería Fantoba, solo esta jornada salen más de 600 roscones, aunque si bien este día es el que más tirón tiene, “mucha gente aprovecha la tarde de la cabalgata para pasarse por aquí y así por la mañana ya lo tienen en su casa”, han asegurado desde el propio establecimiento.

“Es una tradición que gusta, porque está muy bueno y porque todos suelen ir a por la sorpresa”, ha recordado Marí Paz Pérez, una pastelera jubilada. Durante este lunes, las aceras se copan de bolsas y envoltorios que encierran “el postre que nunca falta en casa, y ahora nos lo llevamos a casa de mis padres al pueblo”, como han comentado Domingo y Jessica.

El plato estrella de esta jornada conserva una receta, que solo varía en lo que se refiere al proceso de elaboración. “Nosotros hacemos roscón de verdad, no un bollo suizo con nata, como se hace en otros sitios” ha puntualizado la responsable de Fantoba, que ha añadido que “además de buena mantequilla y huevos frescos también se necesita amor”. También en este comercio contemplan que los consumidores puedan “diseñar el suyo, pero aquí vienen porque quieren el nuestro”.

Según Miguel Catalá, de la pastelería Los Mallorquines, la diferencia que hace especial sus roscones es “una fermentación para darle un sabor propio”. Por los fogones de este negocio también discurren ingredientes como la canela y los clientes se dividen entre los que han hecho un encargo con antelación y los que van directamente.

Sin embargo a pesar de que el centro de atención se desplaza a esta jornada, el trabajo de los cocineros viene “de tres días antes cuando preparamos algo, aunque no todo, porque tiene que estar fresco”, ha confirmado Catalá. Desde Fantoba, han confesado que "estos días son los de mayor trabajo y esfuerzo de todas las Navidades para los pasteleros".