Fapar pide a Educación que se replantee la eliminación del primer ciclo de ESO en 15 aulas rurales

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) ha exigido al Departamento de Educación que se replantee la eliminación del primer ciclo de ESO en quince aulas rurales. Consideran que el mantenimiento de este ciclo en 28 colegios rurales es una respuesta "insatisfactoria" para las familias aragonesas.

Zaragoza.- La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) ha pedido al Departamento de Educación que se replantee la decisión de eliminar el primer ciclo de ESO, 1º y 2º, en 15 aulas rurales afectadas y le ha instado a escuchar a las familias que han elegido que sus hijos sigan siendo escolarizados en el medio rural hasta los 14 años.

En un comunicado, Fapar ha considerado “insatisfactoria” la respuesta del Departamento de Educación ya que este primer ciclo de la ESO se mantiene en 28 localidades pero desaparece en otras 15. Fapar ha mostrado su apoyo a las familias “que se sienten perjudicadas por la decisión del Departamento de suprimir estos estudios en los centros de primaria de sus pueblos”.

Desde Fapar consideran que los responsables de Educación “simplemente han transmitido una decisión que han tomado”. “Consideramos que no se ha escuchado a las familias afectadas y que se ha asumido una decisión que genera insatisfacción en aquellas localidades que no han sido agraciadas con el mantenimiento de esos estudios”, han señalado.

El Departamento de Educación esgrime argumentos pedagógicos para eliminar esas 15 aulas rurales. “Pero nos tememos que, una vez más, esto esconda voluntad de recortes”, han argumentado desde Fapar. “Comprendemos perfectamente la insatisfacción de las familias cuyos hijos al curso que viene tendrán ya que desplazarse en 1º de la ESO porque, además de ver cómo sus hijos a la temprana edad de 12 años (en algunos casos, 11), tendrán que hacer una ruta de autobús en unas zonas complicadas, muchas veces por las carreteras en cuestión, muchas veces por razones climáticas (o ambas cosas), seguramente se sentirán discriminadas respecto a las familias que viven en localidades similares donde sí se mantienen estos estudios”, han explicado.

Otra “importante consecuencia” que se deriva de esta decisión es que la supresión del primer ciclo de la ESO “puede ser el cierre de aulas rurales” ya que estas aulas para permanecer abiertas requieren un mínimo de alumnos. “Al llevarse a los alumnos de 1º y 2º de la ESO, se reducirá también el alumnado en las aulas rurales, lo cual puede conllevar el cierre de muchas de ellas”, han apuntado.

Desde Fapar han comentado que este tipo de decisiones “no fomentan en modo alguno la permanencia de las familias con hijos en las zonas rurales”. “Poner dificultades al mantenimiento de las escuelas rurales es un golpe mortal para nuestros pueblos. Si queremos que el mundo rural se mantenga, hay que hacer esfuerzos para apoyarlo”, han señalado.