Ayudas para el que trabaja

La nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) contempla un modelo distinto de beneficiario de la ayuda. De hecho, la cobrarán aquellos profesionales del sector que tengan por lo menos el 20% de la ayuda en ventas. De esta manera, unos 4.500 perceptores aragoneses dejarán de recibirla. En este aspecto, se ha dado un paso adelante para que sean sólo los que trabajan en el campo los beneficiados.

La nueva reforma de la Política Agraria Común (PAC) contempla un modelo distinto de beneficiario de la ayuda. De hecho, la cobrarán aquellos profesionales del sector que tengan por lo menos el 20% de la ayuda en ventas. De esta manera, unos 4.500 perceptores aragoneses dejarán de recibirla. En este aspecto, se ha dado un paso adelante para que sean sólo los que trabajan en el campo los beneficiados.

El objetivo es que esas ayudas vayan a los profesionales en activo, que son los que más se esfuerzan diariamente por sacar adelante su campo o explotación. El mantenimiento de estos agricultores y ganaderos debe ser de vital importancia porque fijan población y son los pocos motores económicos existentes en el mundo rural. Por todo ello, este sector es uno de los prioritarios para la Comunidad y también uno de los que mejor están aguantando la crisis.

No se deben ver las ayudas de la PAC como un beneficio exclusivo para el agricultor o el ganadero, ya que también lo es para el consumidor. Gracias a estas subvenciones los precios en el mercado por los productos nacionales son más ajustados y pueden competir con los llegados de otras latitudes, donde la mano de obra es más barata y de otra forma no sería posible competir en costes.

Estas subvenciones no tienen que ser concebidas por parte de los profesionales del sector como una simple ayuda sino como una inversión para modernizar sus explotaciones, tener unas condiciones de trabajo adecuadas y un colchón que permita aguantar los constantes cambios climatológicos.

Los acuerdos alcanzados en la Conferencia Sectorial no traspasan ninguna de las líneas rojas de Aragón, pero falta ver ahora si a partir del 1 de enero de 2015 el dinero llegará a los agricultores y ganaderos en activo o vuelven a recibirlas todos sin importar si trabajan o no las tierras.