Declarado culpable de asesinato el acusado por el crimen de Mequinenza

El jurado popular ha declarado culpable a Óscar Molina como autor del crimen de Mequinenza en el que un empresario catalán murió tras recibir dos disparos. Molina cumplirá condena por tres delitos; asesinato, contra la seguridad vial y tenencia ilícita de armas. La abogada de Molina ha anunciado que recurrirá la sentencia.

Zaragoza.- Un jurado popular ha declarado culpable a Óscar Molina como autor del crimen de Mequinenza en el que un empresario catalán murió tras recibir dos disparos. Los hechos ocurrieron en una nave de la localidad zaragozana en la que ambos estaban trabajando, en Mayo de 2010.

El jurado en su veredicto considera que ha quedado probado que Molina disparó por la espalda al empresario, Jordi Milián, y después lo remató cuando ya estaba moribundo en el suelo. El jurado ha creído la versión de los hechos interpretada por los forenses que analizaron el cuerpo de Milián y el agente de la Guardia Civil experto en criminalística que inspeccionó el lugar de los hechos.

Ambas interpretaciones desmontan la versión declarada por el acusado, Oscar Molina, quien asegura que “tras una discusión por asuntos económicos hubo un forcejeo que causó el disparo accidental de un arma que portaba el empresario”. Según Molina, después “la víctima, malherida, intentó atacarle con una barra de hierro por lo que le disparó en la cara presa del miedo”.

Sin embargo, los forenses consideran que el primer disparo, que perforó a la víctima parte del intestino habría impedido que éste se mantuviera en pie, ni blandir un objeto contundente.

Molina ha sido declarado culpable de tres delitos; asesinato, contra la seguridad vial, por abandonar el lugar de los hechos en un vehículo del empresario careciendo del permiso de circulación, y tenencia ilícita de armas.

Finalmente el Ministerio Fiscal pide para Molina 18 años y cuatro meses de presión, mientras que la acusación particular rebaja la pena a 17 años y 3 meses de prisión.

Por su parte, la abogada defensora sigue pidiendo la libre absolución aunque de forma subsidiaria aceptaría cinco años de prisión al reconocer que hubo un homicidio imprudente. La defensa, tras escuchar el veredicto, ha anunciado que recurrirá la sentencia.