Javier Celma: "Muchos problemas ambientales vienen por políticas urbanas que no han sido las adecuadas"

Ahorro del consumo de energía, reducción de emisiones, movilidad y viviendas sostenibles… Son algunas de las políticas que el Consistorio ha puesto en marcha en los últimos años en materia medioambiental. Un Área que sigue trabajando para mejorar la calidad de vida de los vecinos, aunque hay factores que hay que combatir con apoyo global.

Zaragoza.- Las políticas que el Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha en los últimos años están dando sus frutos. A nivel europeo, la capital aragonesa está entre las mejores poblaciones en cuanto a la gestión del agua, la calidad del aire y la protección de la biodiversidad. Además, la ciudad ocupa el quinto puesto en la lista sobre la mejor gestión de la energía o la movilidad.

Javier Celma es el director de la Agencia de Medio Ambiente y lleva 30 años trabajando en este Departamento. Asegura que los problemas que se viven ahora en esta materia son totalmente diferentes a los de antes. Muchos, lamenta, producidos por la mano del hombre y por políticas urbanas que no eran las adecuadas. 

Pregunta.- En cuanto al consumo de energía, y en el marco de la Estrategia para la Gestión Sostenible de la Energía, ¿Zaragoza está haciendo bien sus deberes?
Respuesta.- A nivel concreto hay que decir que cuando nos presentamos a la Unión Europea no teníamos los últimos datos de reducción de emisiones del cambio climático. En diciembre de 2013 hemos reducido casi un 20% las emisiones de CO2 respecto a 2005, mientras que los objetivos del Pacto de Alcaldes y de la UE son que en 2020 se rebaje un 20% y nosotros prácticamente ya lo hemos conseguido. 

P.- El Ayuntamiento también cuenta con un Plan de Acción contra el ruido. ¿Cómo valora el cumplimiento del programa de vuelos verdes?
R.- El problema que hay en el aeropuerto es el error de planificación urbana porque se construye al lado. Muchos problemas ambientales vienen por políticas urbanas que no han sido las adecuadas. En el Plan General de Ordenación Urbana se hizo una especie de cono por donde tienen que pasar los aviones. Entre Valdespartera y Arcosur hay un pasillo verde encima de la zona donde se instala el campo de golf, que es el cono de aproximación de los aviones. Nosotros insistimos a Aena para que todos pasen por el cono y lo hagan con aterrizajes verdes. No tenemos las noticias oficiales pero parece que Aena lo ha aprobado aunque lo deja para la libertad de las compañías.

El tema de los militares es diferente. Se llegó a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para que utilizaran la pista sur, que está más alejada de las viviendas. Lógicamente, como me decía un general de la Base, es muy difícil lo que planteamos porque él mismo me decía que el ruido es un instrumento de guerra y no se contempla la reducción. El único acuerdo conseguido y que parece que se respeta es que los vuelos nocturnos no pasen de las doce de la noche. 

P.- Hablaba de emisiones y precisamente el aeropuerto las ha aumentado en un 400%...
R.- Una cosa son las cifras absolutas y otra los porcentuales. Quien marca el consumo energético son los sistemas industriales, el sector residencial o el tráfico. La aviación comercial no llega a un 1%. Queda muy espectacular decir que ha subido un 400% pero en la magnitud de la ciudad es muy poco. 

P.- Hace poco se presentó un estudio sobre los efectos térmicos del cambio climático. Con todo lo que hace el Ayuntamiento en materia medioambiental, ¿cómo no puede tener unos resultados que despunten respecto al resto de ciudades?

En diciembre de 2013 se redujeron casi un 20% las emisiones de CO2 respecto a 2005
En diciembre de 2013 se redujeron casi un 20% las emisiones de CO2 respecto a 2005

R.- Porque es un problema mundial. Lo que hemos hecho es medir qué ha ocurrido en Zaragoza y para ello se han cogido más de cien años. La temperatura media ha aumentado 1,6ºC. Sólo se detecta que el aumento es menor en la zona norte y que es mayor en la zona sur.

El planteamiento que debemos tener es hacer pautas de diseño urbano para la adaptación al cambio climático. Tenemos que seguir en la línea en la que estamos, viendo que hemos reducido un 20% las emisiones de CO2. El problema es si los vecinos no lo hacen. Además, para sobrevivir mejor a esta situación habrá que empezar instrumentos de planificación urbana completamente diferentes. 

Los ríos que atraviesan la ciudad

P.- El río Gállego ha protagonizado un cambio radical en los últimos años. Ha pasado a registrar los mejores parámetros de vida animal y vegetal y es el río más limpio. ¿Cómo ha sido esta evolución?
R.- Todavía falta mucho para que esté limpio del todo. En verano hay veces que el 70% del agua es de la papelera. El problema actual es que, aunque se haya eliminado un 20% de productos químicos, el agua está saliendo más marrón que antes. La calidad ha mejorado sustancialmente, pero ha empeorado la percepción. 

Hemos tenido varias reuniones con la empresa y está analizando cómo puede mejorar el tema del color. No se descartan investigaciones con departamentos universitarios. Este color se produce por la materia prima que se utiliza, que es la madera. Son partículas finitas pero que dan esa coloración. 

P.- Cada verano sale a la palestra el tema de los dragados en el Ebro. Este año es una leve intervención, pero aún así siguen saltando las alarmas…
R.- Este es un problema que algún día habría que abordar con seriedad. El Ebro está muy artificializado, igual que todos los ríos de España. Tiene unos embalses aguas arriba que regulan el caudal. Antes era antes muy ancho, movía sus materiales e iba cambiando de cauces, pero resulta que los hemos constreñido y la ciudad está encima de ellos, impidiendo su capacidad de maniobra. 

En 1961 el gobernador de la provincia, con motivo de una inundación, llamó a todos los industriales para que tiraran escombros en las riberas para evitar una inundación. En 1984 se derribó un cuartel al lado de la fábrica de Instalaza y se tiraron todos los escombros al río, parte de los materiales de construcción de los puentes, incluso los anteriores a la Expo, también siguen en el río. Por tanto, es un río artificial. Es como el que tiene una herida infectada llena de piedras y materiales. Hay que limpiarla y a veces para limpiarla hay que hacer un poquito más de escisión y, a partir de ahí, dejarla que evolucione.

El dragado del Ebro vuelve a estar sobre la mesa
El dragado del Ebro vuelve a estar sobre la mesa

Bajo mi punto de vista, habría que plantear algo serio, con grandes estudios de impacto ambiental, con científicos que hicieran las valoraciones adecuadas, y definir el modelo de río que queremos para muchísimos ríos. Cuando hace dos años estuvimos arrancando las algas, muchas salían con un montón de ladrillos. Hay que tener cuidado con lo que tenemos porque no es un lecho de gravas como nos gustaría, está mezclado con cantidad de cosas.

P.- Este año la cantidad de algas es muy reducida, por lo que también ha descendido mucho la presencia de mosca negra. ¿Se espera que siga así el resto del verano?
R.- Esperemos que sí. El problema de la mosca negra no existía en Zaragoza hace unos años. Se da porque no hemos defendido bien los ecosistemas de los pequeños manantiales de las zonas prepirenaicas que es donde vivían. Los sapos y ranas que eran sus depredadores naturales han desaparecido, por lo que las moscas han procreado mucho y han ido bajando. Aquí se encuentran unas condiciones ambientales que antes no se daban, porque antes el río bajaba turbio y había menos caudal y las algas no emergían. 

Estamos en un dinamismo permanente y este es un problema de hace cuatro años. Ahora vivimos problemas totalmente nuevos y diferentes, producidos por efectos de cambio climático, de lo que hemos hecho en muchos años mal, como en temas de biodiversidad o de productos químicos que hemos tirado a las aguas. 

Proyectos medioambientales

P.- Hay dos grandes proyectos europeos en materia medioambiental. Por un lado, Huertas Life, ¿en qué fase se encuentra?
R.- Estamos en una fase muy interesante. Queremos dar un paso cualitativo para que toda la huerta histórica que rodea Zaragoza vuelva a recuperar su esplendor. En estos momentos hay una treintena de agricultores que viven de la huerta en la ciudad y la incidencia que tienen en nuestra alimentación es muy pequeña porque tienen muchas dificultades. La idea es que a finales de diciembre de 2016 tengamos como mínimo 25 agricultores nuevos que exploten 75 hectáreas. Estamos en la primera fase del proyecto, que es poner en marcha la Escuela Agraria km0. 

Paralelamente, nos estamos iniciando en el “Banco de tierras”, que consiste en agrupar todos los terrenos sin usar en los alrededores de Zaragoza para poder alquilarlos a estos nuevos agricultores. Queremos que uno de los puntos de venta sean los comedores escolares. Que por lo menos un par de días a la semana los niños coman alimentos biológicos. Trabajamos con empresas de catering y algunas lo ven claro. La tercera fase incluye a los restaurantes de la ciudad para que en la carta incluyan un cubierto de producto de cercanía y agroecológico. 

P.- ¿Y Zaragoza Life Natural? 
R.- La Unión Europea ha sacado un nuevo criterio sobre Infraestructuras Verdes Ambientales. La idea es darles reconocimiento jurídico, así como establecer relaciones de conectividad entre ellos. Ya hemos avanzado con el Anillo Norte y Sur de la ciudad, que suponen 60 kilómetros entre los dos. Ahora vamos a reforzarlos y a darles más conectividad. Otro objetivo es hacer recorridos verdes por toda la ciudad, de forma que no sean elementos aislados, sino que tengan conectividad. Eso conlleva estudios de estas zonas que nos servirán para conocer mejor la gestión futura de estos espacios. 

P.- También su oficina se ha sumado al programa de Datos abiertos. ¿Qué tipo de contenidos se suben a la nube y qué resultados está dando?

A nivel europeo, la capital aragonesa está entre los mejores países en cuanto a la gestión del agua, la calidad del aire y la protección de la biodiversidad
A nivel europeo, la capital aragonesa está entre los mejores países en cuanto a la gestión del agua, la calidad del aire y la protección de la biodiversidad

R.- Tenemos datos de todo. Ahora estamos preparando un software nuevo para que, a partir de enero o febrero, se puedan conocer los datos de contaminación a tiempo real, aunque tendrán el valor de datos provisionales. Hay una accesibilidad y transparencia enorme. Yo creo que nuestra página web es única en España, e incluso en Europa. Hay un cierto miedo a que salga un mal dato. Aquí se pone salga mejor o salga peor. Es nuestra ciudad y si queremos resolver los problemas tenemos que conocerlos. 

P.- Este año recibieron 90.000 euros de subvenciones. ¿Son suficientes? 
R.- El capítulo de subvenciones, tanto directas como indirectas, está bien servido. Me preocupan más los presupuestos municipales, ya que nos falta más dinero para hacer la actividad de la vida cotidiana. Es decir, que los servicios técnicos puedan disponer de más recursos para actuar directamente. Hace falta más dinero estructural.

P.- ¿Qué proyectos tiene en la cartera? 
R.- El año que viene es un año especial, pero trabajamos en dos o tres aspectos. Por un lado, los dos proyectos europeos y un tercero que es la segunda línea del tranvía. Si salen adelante, son proyectos estructurales que cambian la ciudad.