Intervienen más de una tonelada de rebollones no aptos para el consumo humano en un control en Pina de Ebro

La Guardia Civil se ha incautado esta pasada madrugada de más de una tonelada de rebollones no aptos para el consumo humano que eran transportados en dos furgonetas. La mercancía fue localizada en un control en Pina de Ebro y su destino era Barcelona. Los dos conductores han sido denunciados.

Zaragoza.- La Guardia Civil ha intervenido esta madrugada más de una tonelada de rebollones no aptos para el consumo humano en un control en Pina de Ebro, en Zaragoza. La mercancía iba a ser transportada a Barcelona.

Los conductores de ambas furgonetas han sido denunciados por infracciones a la normativa sobre seguridad alimentaria.

A las 23.00 horas de esta pasada noche, agentes pertenecientes al Núcleo de Reserva de la Comandancia de Zaragoza, que se encontraban realizando un servicio de verificación fiscal en la A-2 por Pina de Ebro, inspeccionaron un vehículo furgoneta isotermo alquilado que transportaba en su interior mil kilos de setas de la especie “lactarius deliciosus” (níscalos o rebollones).

Tras las gestiones de los agentes, estos comprobaron cómo la mercancía no cumplía las condiciones higiénico sanitarias y documentales legalmente establecidas. Se constató la ausencia de documento mercantil alguno, tal como albarán, factura o similar, que reflejara la titularidad, origen y destino de la citada mercancía, así como la naturaleza del negocio jurídico para transportar este género (adquisición a productor, recolección primaria, venta final a consumidor y distribución).

Durante la inspección, se comprobó la inexistencia del etiquetado que acreditara la trazabilidad del producto, comunicando el conductor que los níscalos habían sido adquiridos en un almacén de Calatayud del que no aportó ningún dato. Esta mercancía era transportada en cajas que evidenciaban haber contenido anteriormente otros productos, probablemente vegetales, incumpliendo así la obligatoriedad de utilizar cajas desechables de un solo uso, en este tipo de expediciones comerciales.

Además, el conductor aportó varias hojas de etiquetas adhesivas identificativas de su propia empresa con las que esta persona admitió etiquetar de manera ordinaria las cajas de níscalos que transportaba, para proceder a su venta en Barcelona. De esta manera conseguiría introducir el producto en un centro distribuidor identificando a su empresa como productora primaria de la mercancía, reflejando esto una trazabilidad falsa del producto.

Tras gestiones realizadas la Guardia Civil determinó que el conductor de la furgoneta podría haber adquirido la mercancía a proveedores no autorizados, y que esta persona es titular de una empresa que cuenta exclusivamente con habilitación para la distribución de hongos, pero que no le está permitido etiquetar un producto primario sobre el que no se realiza transformación alguna.

Durante este servicio se inspeccionó una segunda furgoneta que también transportaba 55 kilos de rebollones y carecía de las condiciones higiénico sanitarias y documentales explicadas anteriormente.

Por todo ello, la Guardia Civil solicitó la presencia de un veterinario del Servicio de Alertas de Salud Pública de la DGA para que procediera a realizar una inspección y examen de la mercancía el cual, tras personarse en el lugar, dictaminó que la mercancía transportada en ambos vehículos no era apta para el consumo humano y que debería ser destruida, por lo que los agentes acompañaron esta madrugada a los dos transportes hasta un Centro Gestor de Resíduos ubicado en el polígono industrial de El Pitarco en Muel, donde se procederá a la destrucción total del producto.