Contra la pobreza energética

La crisis económica ha provocado que se generalice la denominada pobreza energética. Cada vez son más los zaragozanos con dificultades para pagar la calefacción y la luz de sus pisos. El Ayuntamiento de Zaragoza estima que de aquí a finales de año se verá obligado a conceder más de 1.200 ayudas destinadas a paliar este problema. Una cifra que supera en 400 las de 2013 y que, previsiblemente, crecerá en los próximos años, según un estudio de la Fundación Circe.

La crisis económica ha provocado que se generalice la denominada pobreza energética. Cada vez son más los zaragozanos con dificultades para pagar la calefacción y la luz de sus pisos. El Ayuntamiento de Zaragoza estima que de aquí a finales de año se verá obligado a conceder más de 1.200 ayudas destinadas a paliar este problema. Una cifra que supera en 400 las de 2013 y que, previsiblemente, crecerá en los próximos años, según un estudio de la Fundación Circe.

El Consistorio de la capital aragonesa es uno de los que más en serio se ha tomado el nuevo indicador de pobreza. Entre las medidas que ha puesto en marcha, destaca el convenio con Endesa para evitar el corte de suministro a clientes que tengan concedidas ayudas de urgente necesidad. La medida es beneficiosa porque agiliza los trámites entre ambas partes y el Consistorio elimina el máximo subvencionable. Además, en sólo un año, las prestaciones que el área de Acción Social ha concedido para ayudar al pago de la electricidad han subido un 117% y un 67% en el caso del gas.

En una ciudad que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, considera la capital estratégica del Ebro ningún vecino debería pasar un invierno sin calefacción. Una de las posibles soluciones pasa por incentivar el consumo eficiente. El pasado invierno, la Casa Consistorial puso en marcha un proyecto piloto con quince familias del Casco Histórico y se consiguió que redujeran sus facturas una media del 37% por lo que habría que repetir este tipo de propuestas.

Poner en marcha proyectos como el mencionado no debe ser competencia exclusiva de un solo Ayuntamiento. Se trata de un problema que debería involucrar a todas las instituciones. Trabajar de manera conjunta, en una misma dirección, es la mejor forma de ayudar a personas que no pueden tener su vivienda con una temperatura adecuada.