Zaragoza.- Paco Flores ya no pertenece al Real Zaragoza. Lo sabía desde antes de las 16,00 horas de este lunes. Alfonso Soláns, el presidente que presume de no despedir entrenadores, aunque es el segundo presidente de Primera División en este apartado, le ha despedido mucho más tarde de lo aconsejable. Y es que, por las referencias que llegaban desde el Español de Barcelona, Flores no debía ni haber sido contratado por la entidad blanquilla, tal y como adelantó ARAGÓN PRESS antes de que firmase por la sociedad blanquilla. Esta misma agencia de noticias anunció hace una semana que Flores sería cesado después de los compromisos ante el Betis y el Deportivo.
Flores estaba “condenado” desde mitad de la pasada temporada. El ascenso aplazó su cese. Incompatible con Miguel Pardeza, Soláns ha tardado, por cuestiones económicas y por quitar razón a la prensa, en tomar la decisión.
Sin apenas apoyos dentro del club aragonés, hasta buena parte del plantel también estaba en su contra. Incluso, no estaban con él ni los hombres que llegaron recomendados por él.
La mala gestión de Soláns, al firmarle un contrato de larga duración, provoca que el despido de Flores conlleve una indemnización de 2,4 millones de euros. Tras tantas máculas, el máximo accionista del Real Zaragoza, Sociedad Anónima Deportiva, sigue, no obstante, pidiendo créditos a las instituciones públicas.