Zaragoza.- El Consistorio de Zaragoza destinará casi cinco millones de euros en renovar dos tramos de las grandes tuberías del paseo de María Agustín y Valle de Broto. Las obras comenzarán este verano y durarán ocho y cinco meses, respectivamente. Los trabajos se financian en un 80% gracias a fondos europeos.
Los dos proyectos, presentados este martes por el responsable de Urbanismo y candidato socialista a la Alcaldía de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, permitirán renovar diferentes tramos entre paseo de María Agustín, plaza de Europa, puente de La Almozara y en la intersección de avenida de Ranillas con Valle de Broto.
Las tuberías objeto de mejora forman parte de las grandes conducciones de la ciudad (1.000 y 1.400 milímetros de diámetro), que se encargan de llevar el agua a la Margen Izquierda del Ebro. En ambos casos, se trata de tuberías de hormigón armado con camisa de chapa y junta soldada.
Pérez Anadón ha destacado que esta renovación reforzará la seguridad de las tuberías y ayudará a ahorrar agua. No en vano, ha apuntado que el consumo medio de los zaragozanos era de 71,68 hectómetros en 2003 y ahora “gracias a estas inversiones” es de 58,72 hectómetros con 50.000 habitantes más. “Zaragoza está ahorrando 13 mil millones de litros al año. Es decir, lo que equivaldría a un embalse de Lanuza al año”, ha subrayado.
En rueda de prensa, el edil de Urbanismo ha señalado que este tipo de obras son de las más “complejas” porque generan atascos de tráfico. Sin embargo, ha resaltado que la inversión es por “responsabilidad” porque Zaragoza tiene 2.000 años de historia y hay que conseguir la renovación y un mayor nivel de ahorro de agua.
Las afecciones de tráfico más complicadas se registrarán en el entorno de la plaza de Europa y en la intersección entre avenida de Madrid y paseo de María Agustín. Las áreas de Infraestructuras y de Movilidad se reunirán en breve para acordar medidas. Entre las posibilidades que se estudian está habilitar la calle de los Diputados en ambos sentidos.
La responsable de Infraestructuras, Lola Campos, ha pedido paciencia a los zaragozanos y ha explicado que la obra es compleja porque algunas se encuentran a nueve metros bajo tierra, ya que cuando se instalaron, a mitad del siglo pasado, no existía la plaza de Europa como se configura en la actualidad y las cotas de la rasante eran diferentes.
