SÁBADO SANTO

Las Esclavas acompañan a la Virgen en su dolor bajo la atenta mirada de zaragozanos y visitantes

Centenares de personas han salido a la calle este sábado para acompañar a la Congregación de Esclavas de María Santísima de los Dolores con su paso de la Virgen de la Soledad. Han partido desde la iglesia de San Pablo y, en silencio, han recorrido las principales calles del Casco Histórico de Zaragoza hasta el Santo Sepulcro.

Zaragoza.- La Congregación de las Esclavas de María Santísima de los Dolores ha recorrido este Sábado Santo las principales calles del Casco Histórico de Zaragoza. Centenares de zaragozanos y visitantes han acompañado a estas hermanas en su silencio.

Un silencio que únicamente se ha roto con el sonido de dos campanas. Desde la iglesia de San Pablo y hasta el Santo Sepulcro, las Esclavas han acompañado a la Virgen de la Soledad "en su dolor", según ha explicado la hermana mayor de la congregación, Carmen Etayo.

Las Esclavas han realizado un acto de adoración y ofrenda al Cristo de la Cama en la iglesia de Santa Isabel de Portugal, junto con la hermandad de la Sangre de Cristo. Después de este acto, han seguido su recorrido hasta la plaza de San Nicolás, donde ha tenido lugar el Acto Litúrgico de la Soledad de la Soledad de la Santísima Virgen de los Dolores ante el Santo Sepulcro.

La imagen de la Virgen sale este Sábado Santo a la calle con manto negro, sin joyas ni corona y sólo luce sobre el pecho una condecoración concedida al paso durante el reinado de Isabel II. El manto de la Virgen "fue confeccionado por las Esclavas hace años", ha indicado Etayo.

El estandarte, confeccionado en 1950 sobre terciopelo negro, bordado con azabache y cristal, ha encabezado la procesión en la que han participado alrededor de 50 esclavas. Asimismo, representantes de otras cofradías han acompañado a las Esclavas en esta procesión.

Unas 165 hermanas conforman la congregación de Esclavas, fundada en 1522 y reestructurada en 1938. El hábito que lucen está formado por una túnica negra con pala central y dos pliegues laterales, por delante y detrás. Además de un cordón blanco en la cintura, con tres nudos en un extremo y cuatro en el otro, que simbolizan los siete dolores de María Santísima.

Sobre el pecho, las Esclavas portan un escapulario de la Virgen de los Dolores. En la cabeza, cofia negra, que sujeta un manto de luto, que cae por detrás, casi hasta el borde de la túnica, y por delante, hasta el pecho, tapando la cara. También llevan guantes, zapatos y medias negros en señal de luto.

Su anagrama es un corazón blanco coronado por unas llamas y atravesado por una espada dorada. 


Especial Semana Santa