Zaragoza.- Menos de 11.000 entradas para la final de Copa del Rey se han vendido por el momento en Zaragoza. Una cifra que quedará muy lejos de las 19.000 que la Federación Española le asignó al club zaragozano. La afición no ha respondido, especialmente los no socios, y los gallegos superarán a los zaragocistas en Sevilla, ya que en Vigo sí que quedó agotado el papel ya la semana pasada.
La mala temporada del equipo de Luis Costa, la actual fortaleza del rival en la final e incluso las supersticiones y datos que apuntan a que los maños no ganarán el encuentro pueden ser algunas de las razones para no adquirir las localidades, pero lo cierto es que la fiebre por el fútbol en Zaragoza ha decrecido considerablemente.
Como muestra un botón, a Madrid a la final de 1994 viajaron unos 25.000 zaragozanos, a París al año siguiente alrededor de 12.000, y sin embargo ahora a una localidad no excesivamente lejana y con viajes medianamente accesibles se puede especular con que irán de nuevo otras 12.000.
Los dos primeros días de venta de entradas para socios y accionistas en el Auditorio tuvieron unos buenos ritmos de venta, aunque ya se veía que la respuesta en masa de otras finales no se iba a producir. La cruda realidad se ha vivido, cuando las taquillas se han abierto al público en general y pocos, muy pocos aficionados han adquirido al final algo menos de mil entradas.
En cuanto a los viajes hasta la capital andaluza ofertados por la empresa Aragón Tours, a estas horas se ofrecen ya las últimas plazas, en torno a 100, para realizar el viaje en tren, tanto con salidas a las tres de la madrugada como a las seis y media de la mañana, a un precio de 26.000 pesetas. Todavía quedan asientos también en los viajes en autobús que partirán desde Zaragoza en la medianoche del viernes al sábado a un precio de 12.000 pesetas.
La mala temporada del equipo de Luis Costa, la actual fortaleza del rival en la final e incluso las supersticiones y datos que apuntan a que los maños no ganarán el encuentro pueden ser algunas de las razones para no adquirir las localidades, pero lo cierto es que la fiebre por el fútbol en Zaragoza ha decrecido considerablemente.
Como muestra un botón, a Madrid a la final de 1994 viajaron unos 25.000 zaragozanos, a París al año siguiente alrededor de 12.000, y sin embargo ahora a una localidad no excesivamente lejana y con viajes medianamente accesibles se puede especular con que irán de nuevo otras 12.000.
Los dos primeros días de venta de entradas para socios y accionistas en el Auditorio tuvieron unos buenos ritmos de venta, aunque ya se veía que la respuesta en masa de otras finales no se iba a producir. La cruda realidad se ha vivido, cuando las taquillas se han abierto al público en general y pocos, muy pocos aficionados han adquirido al final algo menos de mil entradas.
En cuanto a los viajes hasta la capital andaluza ofertados por la empresa Aragón Tours, a estas horas se ofrecen ya las últimas plazas, en torno a 100, para realizar el viaje en tren, tanto con salidas a las tres de la madrugada como a las seis y media de la mañana, a un precio de 26.000 pesetas. Todavía quedan asientos también en los viajes en autobús que partirán desde Zaragoza en la medianoche del viernes al sábado a un precio de 12.000 pesetas.
