Huesca.- ¿Quién dijo que una copia o una reproducción carecen de valor al lado del original? Esta pregunta bien se la podría aplicar el alma máter de Tecmolde, Julio Luzán. Años de experiencia le han hecho valedor de una fama de trabajador, perfeccionista y también visionario. En 1992 arrancaba el que ha sido uno de los mejores proyectos; una de sus pesadillas más dulces a base de un material como el poliestireno expandido. Ya desde 1985 Luzán modelaba los sueños de muchos con sus manos, y de éstas, nació la conocida Ruperta, aquella calabaza que se paseaba por el primer canal una vez por semana.
Desde un pequeño pueblo de la Hoya de Huesca, Loporzano, salen a diario piezas en grandes camiones con destino Port Aventura. Se trata del proyecto en el que trabaja ahora Tecmolde: el parque temático sobre Ferrari, que se va dibujando gracias a las capas de aerógrafo sobre una base modelada en las impresionantes máquinas fresadoras. Una actividad que no cesa y que se lleva a cabo tanto dentro como fuera del taller, no hay espacio suficiente para tanta máquina y tanto por hacer.
Luzán lo tuvo claro cuando escogió la tecnología frente a seguir con una empresa artesanal. Una apuesta que supuso un cambio sustancial y que llevó aparejada la compra de importante maquinaria, sobre todo, fresadoras que ahora comparten protagonismo con las impresoras 3D que con capaces de crear copias sobre casi todo tipo de materiales. "Nos preparamos, nos formamos, compramos equipos y en unos años conseguimos estar a la cabeza en las tecnologías aplicadas al mundo de la televisión y la escenografía", admite el artista y también empresario.
El salto no lo hizo en una piscina sin agua. Tecmolde ya estaba trabajando en la creación de grandes exposiciones, era el principal suministrador de espacios y platós en la televisión autonómica catalana. Muchos españoles han descorchado y brindado con el cava de una gran marca que confió en la empresa oscense y gracias a los elementos generados en Tecmolde nacía la ilusión de la mano del anuncio de la Lotería de Navidad. También había hecho sus pinitos dentro y fuera de la Comunidad aragonesa con grandes proyectos que el propio Luzán ha guardado bajo llave en su memoria. Y es que Julio se queda con todo, pero no prefiere nada por encima del resto, cualquier cosa creativa, desde la más pequeña es la más satisfactoria para un amante del color y los materiales. Con ellos se pasa horas porque eso del oficio sigue siendo uno de sus máximos exponentes.
"Soy la parte clásica de la empresa, tengo más necesidad de tocar, estar en contacto con los materiales, no trabajo en el taller pero sí hago un seguimiento diario, yo hago míos todos los pasos y los transmito, sí estoy encima constantemente valorando todo el desarrollo", asegura Luzán, quien remarca que el éxito de la empresa que dirige es precisamente la creación y seguimiento de un producto, desde el inicio hasta la entrega. "Lo interesante es que todo el desarrollo se hace desde cero a llaves en mano, se genera el proceso completo", confirma.
Para generar sus piezas, que bien pueden ser parte de un escenario o convertirse en parte de un puente romano, se trabaja con la tecnología más avanzada de 3D. Cuentan con escáneres de largas y cortas distancias, drones, fotometría, se modela a través del ordenador y desde su oficina ubicada en el Parque Tecnológico Walqa. Shu Digital es su base tecnológica que apuesta por la creatividad, la tecnología avanzada y el compromiso con el cliente. "Es una empresa que sale del grupo y que trabaja de manera paralela. Desde su núcleo se manda 3D no sólo a Loporzano sino que viaja hasta donde nos lo pidan", remarca Luzán ,orgulloso de exportar parte de ese buen hacer con sello oscense.
Viaje al exterior
No solo sale fuera su tecnología. También lo hacen las grandes piezas que Tecmolde monta de manera artesanal en los parques temáticos más importantes del mundo. Esta fue la salida a la crisis del sector en los tiempos del grano flaco en España y parece que ha surtido efecto en los campos extranjeros. Pocos son los parques de atracciones o acuáticos que no cuentan con escenarios, piscinas animadas o ciudades al completo.
En ese salir fuera empezaron a construir parques temáticos por todo el mundo: Shangái, Rusia, Santo Domingo, Cancún, Nigeria, Argelia, Catar, Singapur, prácticamente están presentes en toda Europa. "Eso nos ha posicionado a nivel internacional lo que ha llevado a tener una demanda importante a nivel de exportación y todo lo que se hace en España como Port Aventura lo hacemos nosotros. Ahora estamos con el parque de Ferrari, un proyecto que es lo más grande que se está haciendo en España", incide el empresario, quien ha dado vida a la segunda etapa del parque de atracciones ubicado en la costa catalana.
Su escalada internacional también se ha manifestado en el mundo del séptimo arte. Directores como Bayona han confiado en Tecmolde con apuestas como "El Orfanato" o "Lo Imposible". El clásico de "El Perfume" contó con elementos realizados en Loporzano o películas mucho más futuristas como "Exodus: Dioses y Reyes" lo tuvieron como escenográfo de referencia en 2014. En la actualidad, las series de televisión son las principales demandantes de su tecnología, sobre todo, aquellas de éxito que eligen Europa como escenario de sus tramas históricas con grandes tintes de cine americano.
Equipo y calidad
Julio Luzán no realiza este viaje en solitario. Le acompañan una buena nómina de trabajadores, creadores y artistas, que llegan de escuelas de artes, algunos son ingenieros, otros comunicadores audiovisuales y buena parte provienen de las principales universidades españolas. Murcia, Ávila o Zaragoza son sus ciudades de origen. También forman parte del equipo aquellos que empezaron la andadura con Luzán. "Esa gente es de oficio, como yo, lo sabemos, lo conocemos y esa gente es muy importante dentro del oficio, es conocimiento puro de la profesión".
Otra de las máximas más importantes de la empresa es la calidad. Trabajar con mimo, mirando el detalle y con la vista puesto en lo perfecto es parte de los estamentos de Tecmolde. Un reto que asume a nivel personal el propio Luzán que subraya que "yo creo en las cosas bien hechas, yo creo que parte de este éxito se debe a la calidad, la gente demanda calidad, si tu das un buen servicio a la gente la cuesta mucho separarse de ti". Un romance que ha fructificado gracias a trabajar con sectores tan exigentes como el cine que sirve de base para adentrarse en otras ligas.
Entre los recuerdos, de esos escondidos, está uno de sus buques insignia afincados en tierras altoaragonesas. Hace unos días cumplía 25 años de vida el escenario flotante de Lanuza, una de esas obras vivas, que, año tras año, queda en el inventario colectivo de los que asisten a Pirineos Sur.
