El niño rey que se forjó en Monzón

De 1214 a 1217, Monzón acogió en su castillo al niño rey Jaime I. Allí, fue tutelado por el templario Guillem de Montrodón, quien jugaría un papel primordial en la educación del monarca, uno de los más importantes de Aragón. Para conmemorar esta efeméride, Monzón regresa al pasado con recreaciones, mercados y talleres medievales.

Zaragoza.- Desde hace 17 años, durante el mes de mayo, Monzón conmemora la llegada, cuando era niño, del futuro rey de la Corona de Aragón Jaime I el Conquistador. El monarca estuvo en el castillo montisonense entre 1214 y 1217 bajo la tutela del comendador de la Orden del Temple, Guillem de Montrodón.

Durante los años en que Jaime I residió en la capital del Cinca Medio, Monzón se convirtió en el centro de todas las atenciones del reino. Montrodón fue el encargado de aleccionar al huérfano rey durante su dura infancia. Una situación que forjaría su carácter como monarca.

Y es que fue en el castillo de Monzón donde comenzó la apasionante historia de Jaime I, que pasaría a convertirse en uno de los reyes más relevantes de Aragón, conquistando las islas Baleares, Valencia y Murcia. Para conmemorar esta efeméride, el municipio oscense retrocede cada año, durante un fin de semana de mayo, al siglo XII, reviviendo su esplendor medieval.

Este año, los actos del XVII Homenaje a Guillem de Montrodón tienen lugar el 20 y 21 de mayo. Numerosos espectáculos, talleres y exposiciones llenarán estos días en los que Monzón se viste de medieval y se engalana para honrar a uno de los ilustres personajes de su historia en unos festejos que cuentan ya con la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

Las recreaciones históricas son el punto fuerte del fin de semana. Destacan cuatro. A las 11.00 horas del sábado se celebra la partida de las tropas para recibir al rey fuera de las murallas. Por la tarde, a las 19.00 horas, tiene lugar la llegada del rey Jaime I a Monzón y, a las 20.30 horas, el concejo y el pueblo acompañan al niño rey para honrarlo en el castillo. Ya cuando cae la noche, a las 21.45 horas se celebra el desfile que más gusta a montisonenses y visitantes, la bajada con antorchas desde el castillo.

Recreación de la llegada del monarca
Recreación de la llegada del monarca

Además, durante todo el fin de semana hay diferentes actuaciones teatrales ambientadas en el medievo y relacionadas con la historia. El mercado medieval reunirá este año 90 puestos de objetos de artesanía y productos comestibles. La muestra ocupará la plaza Mayor y las calles que confluyen y, además, en esta edición habrá talleres de elaboración de productos en directo. El campamento de recreación histórica, por su parte, se instalará en el parque de la Azucarera. Las justas medievales del domingo son, también, año tras año, uno de los actos preferidos de los visitantes.

El Homenaje a Guillem de Montrodón se ha convertido en una fiesta arraigada y muy participativa. La gente se hace sus trajes y puebla las calles de la capital del Cinca Medio, transportando al visitante a otra época.

 La Historia

Los templarios dominaron las tierras de esta parte del reino aragonés desde el año 1149 hasta la disolución de la Orden, en 1309. El conde de Barcelona Ramón Berenguer IV cedió a los templarios el castillo de Monzón, entre otras propiedades. De este modo, la Orden llegó a tener en su poder 28 iglesias, repartidas por una extensa área geográfica del reino.

El rey Pedro II, padre de Jaime I, hizo un pacto matrimonial para entregar a su hijo a la tutela del señor de Montfort, para casarlo con su hija, por lo que Jaime fue recluido en el castillo de Carcassone. A la muerte del rey, Simón de Montfort se resistió a entregar a Jaime a los aragoneses hasta que intervino el papa Inocencio III, que ordenó su liberación y fue confiado al cabildo templario de Monzón.

A lo largo del sábado hay cuatro desfiles por las calles del municipio
A lo largo del sábado hay cuatro desfiles por las calles del municipio

La razón de entregarlo a la Orden fue que se vio en los templarios la mejor opción para inculcarle al joven Jaime los valores propios del rey, del caballero y del cristiano en que se convertiría; además de que la Orden podría defenderlo de las facciones opositoras que planeaban secuestrarlo o acabar con su vida.

En Monzón, Jaime I estaría bajo la tutela de Guillem de Montrodó. Nacido en 1165, fue hijo de una familia de la baja nobleza, vasalla de la casa Centelles. En la época, los hijos segundones eran destinados a ingresar en órdenes religiosas o militares. Fue el caso de Guillem, segundo de cuatro hermanos, que ingresó en la Orden del Temple en 1203

Tras diez años al servicio de los templarios, donde fue ganando peso, es nombrado maestre de la provincia templaria de Aragón, Cataluña y Provenza. Su papel fue fundamental para que el papa Inocencio II intercediera por la liberación de Jaime I de Carcassone y que éste fuera enviado a Monzón. Allí, durante tres años, aleccionaría al futuro monarca, quien años más tarde le nombraría parte de su Consejo, como responsable de la hacienda pública.