Javier Barreiro: "El escritor es un inadaptado y el alcohol puede ser la entrada a un mundo distinto"

El escritor Javier Barreiro acaba de publicar "Alcohol y literatura". Un ensayo que busca explicar cómo beber ha ayudado a grandes literatos en su búsqueda de la inspiración; pero también cómo ha sepultado a otros muchos. Barreiro asegura que los estudios confirman que los escritores beben tres veces más que el resto de artistas.

Zaragoza.- Un ensayo en el que se analizan las relaciones entre el alcohol y la literatura, en el que se expone que algunos de los grandes literatos de la historia se han servido del beber como fuente de inspiración y han triunfado, mientras que otros no han corrido la misma suerte. Javier Barreiro regresa a las librerías con "Alcohol y literatura" en un intento de compartir con el público esta unión que tilda de "intensa".

Eso sí, Barreiro aclara que beber no convierte en escritor a quien no lo es, sino que simplemente puede ser un recurso para "llamar a las musas" o fomentar la concentración. Mediante un análisis exhaustivo, el escritor quiere responder a estas cuestiones en un tomo que, asegura, no busca impartir "moralina" y puede sorprender al lector.

Pregunta.- ¿Son el alcohol y la literatura buenos compañeros de viaje?
Respuesta.- La literatura es lo que más felicidad me ha dado en la vida; el alcohol puede ser lo mejor del mundo y lo peor. Con la literatura tiene una asociación muy intensa: hay estudios que dicen que los artistas beben más que otro tipo de profesionales. Y dentro de los artistas, los escritores beben tres veces más que el resto. 

Las razones trato de explicarlas en el libro, pero digamos que la principal es la hipersensibilidad. El escritor es alguien que se encuentra mal en el mundo que vive, es un inadaptado. Y el alcohol puede ser un refugio, la entrada en un mundo distinto. Esta intensa relación ha destruido a muchos, pero a otros les ha beneficiado.

Para escribir no hace falta beber, pero puede ser que a veces una, dos o tres copillas te den ese punto de intensidad, de concentración… Hay escritores que han muerto prematuramente por el alcohol; otros, los menos, han escrito borrachos, es el caso de Rubén Darío o Edgar Allan Poe.

P.- ¿Cree que hay grandes escritores que no lo hubieran sido sin esa copa en la mano? 
R.- No, el alcohol no convierte en escritor a alguien que no lo es. No creo que el alcohol beneficie a la obra, pero está presente en muchas de las experiencias intensas que vivimos y sí es un punto con el que el creador puede tener mucha relación. 

El escritor está trabajando en un libro sobre las canciones españolas del siglo XX
El escritor está trabajando en un libro sobre las canciones españolas del siglo XX

P.- ¿Cuál es el germen de este libro?
R.- Siempre he tenido una vocación por lo marginal. Estudié literatura y vi que no me interesaba dedicarme a Unamuno, García Lorca… gente sobre la que ya había miles de libros y cientos de estudios. Me incliné por la gente menos conocida, pero no menos valiosa. En el 87 di una serie de conferencias que se llamaba "La literatura y sus márgenes": traté la relación de la literatura con el alcohol, la droga y el suicidio. Tuvieron mucho éxito y pensé en escribir un libro. Han pasado 25 años. Lo cogía y lo dejaba, desde entonces he publicado 30 libros. Hasta que el año pasado dije: "ahora o nunca".

P.- ¿Cómo ha sido el trabajo de investigación?
R.- El trabajo de una vida. Yo que soy un fanático de la documentación, todo lo vacío, no solo apunto datos, sino que si este libro habla de 30 escritores, completo toda la lista. Tengo 23.000 libros y 25.000 referencias de escritores en casa, siempre puedo recurrir a ello. 

P.- ¿La gente se va a sorprender con el contenido de este libro?
R.- Yo creo que sí. Hay muchas demasías, muchos excesos que, por un lado, son divertidas y, por otro, pueden ser muy patéticas. Las anécdotas de borrachos siempre tienen su gracia. Quizá antes la gente tenía mayor consideración hacia los borrachos, los miraban con simpatía. Ahora que los tiempos se han puesto tan moralistas, pues cualquier salida de tono recibe reconvenciones. 

La falta de libertad en estos tiempos es sorprendente. Hay mucha menos libertad ahora que en los 80, recién salidos de la dictadura. Ahora hay temas que no nos atrevemos a tocar porque si difieres un poco de la opinión común eres un apestado. Y con el alcohol ha pasado lo mismo. Pero en el libro no imparto moralina, es todo lo contrario, no defiendo el alcohol. Ser un alcohólico es una pena.

Hay que distinguir al bebedor del alcohólico. Este último es un adicto, lo necesita para vivir. Al bebedor le gusta y puede parar. ¿Cuándo hacerlo? Puede ser con una copa o con siete. La misma persona un día puede estar borracho un día a la tercera copa y otro beber trece y no. Lo mismo el sentimiento de la resaca. 

P.- Muchos escritores han usado el alcohol como recurso, ¿cuáles son los suyos?
R.- Depende del género. Una cosa es el ensayo. Es documentación y lo que hace falta es concentrarse y no levantarse del sitio. Tienes que decir voy a estar cuatro horas y no voy a hacer nada más. 

Barreiro presentó su ensayo en librería Cálamo
Barreiro presentó su ensayo en librería Cálamo

Para la narrativa, yo quiero una buena frase que sea el principio del cuento. No tengo en la cabeza lo que voy a escribir, tengo una buena frase que va tirando de mi. La poesía es lo más complicado, si para el ensayo hace falta concentración, para lo poesía hace falta excitación.

La gran literatura ha surgido de la infelicidad. Un numero increíble de grandes obras han sido escritas en situaciones muy desdichadas por parte del creador. Cuando uno está bien, se le ocurren mejores cosas que escribir un libro.

P.- ¿Siguiente proyecto entre manos?
R.- Tengo ahora un libro que ya está en prensa: es una edición de La Cochambrosa de Gálvez, bohemio por antonomasia, que saldrá en febrero o así. Tengo empezado un libro de relatos. Se llama Lugares y fechas y son hechos de mi vida, no de la personal, sino lugares donde he estado en los que ha acontecido algún fenómeno. Son breves flashes de asuntos que pueden ser muy literarios. 

Estoy con un ensayo sobre las 50 canciones del siglo XX. Empezamos con Suspiros de España y luego El Relicario, La Violetera, Madre cómprame un negro, María de la O… hasta terminar con Marisol. Creo que puede quedar bonito un libro que hable de todas esas canciones desde un punto más documental. 

P.- Para ser buen escritor, hay que ser buen lector. ¿Qué echa de menos en las librerías? 
R.- Lo diría al revés, hay cosas que echo de sobra. Entras en algunas librerías y no ves más que best sellers… Echo de menos libreros que promocionen la buena literatura, ir y no encontrar lo que te dice la prensa vendida o la televisión. 

El problema es que el exceso de novedades hace que cada mes cambien y un libro se muera enseguida. La literatura es un arte en desuso, porque lo que se vende como literatura no lo es, la edición se ha abaratado y ahora escribe cualquiera. Escribe gente que no sabe, no porque no lo haga de forma correcta, sino porque hay que conocer la historia de la literatura para no hacer una cosa que ya está hecha. Hay gente que se cree de vanguardia y hacen cosas que se hicieron hace 100 años. La literatura tiene que aportar algo nuevo.