Gimnástico, 2 – Real Zaragoza, 1. Adiós a la Copa del Rey

El Real Zaragoza ha caído eliminado ante el Gimnástico de Tarragona en el partido correspondiente a los 1/32 de final de la Copa del Rey. En la primera parte, en el minuto uno, el equipo local se adelantó en el marcador merced a un gol de Pinilla. Además, el dominio pertenecía a los hombres de Luis César. Tras el descanso, el conjunto catalán sentenció con Fernando. Milito y Álvaro, expulsados por doble cartulina amarilla.

Después de lo de Santander, Víctor Muñoz no quiso lanzarse a más rotaciones y presentó su once de gala para comenzar a defender su condición de actual campeón de la Copa del Rey. Enfrente, un recién ascendido, el Gimnástico de Tarragona, que, aun con rotaciones, mostraba en sus filas a algún que otro nombre de viejas glorias del fútbol español. Al final, los blanquiazules quedaron eliminados a la primera de cambio.

Y tuvo que ser uno de los veteranos, Pinilla, el que supo sacar provecho de una mácula de la zaga blanquilla. Apenas se llevaba un minuto, y al Real Zaragoza ya se le ponían las cosas cuesta arriba. Además, el control era del Nastic. En fin, había que soñar en una nueva remontada.

Hasta casi la media hora de juego no llegaron las primeras incursiones aragonesas con cierto peligro. Pero a la medular visitante le faltaba toque. Y menos mal que Diego Torres, solo, falló una clarísima oportunidad de haber colocado el dos a cero.

La desgracia catalana, al perder a Pinilla, se presentaba como la mejor ayuda para que los mimbres de Víctor intentasen cambiar el decorado. Ya era triste que, en el mejor de los casos, hubiese que esperar a este tipo de incidencias. Y más después de que a los de casa se les anulase una diana.

En la reanudación, el Zaragoza comenzó mostrando más criterio. Eso sí, Felip no pasaba por apuros. En cambio, Luis tenía que esforzarse ante la dormida de su zaga.

El colmo llegó en el minuto 52, justo en el instante en el que otra siesta maña permitió a Fernando sentenciar la contienda. El bloque de Víctor moría por sus propios errores y su mal devenir en los desplazamientos. Para colmo, Álvaro y Milito fueron expulsados por doble amarilla. Y cuando marcó Zapater ya era tarde.