Ester Díaz: "El descubrimiento del Sobrarbesiren pondrá a Huesca en el foco del resto del planeta"

Ester Díaz decidió estudiar Paleontología porque desde niña le fascinaban los fósiles. Actualmente ha dirigido algunas de las excavaciones que han seguido profundizando en el descubrimiento de una nueva especie de "vaca marina", apodada "Sobrarbesiren cardieli". Reconoce que su profesión es muy sacrificada, pero también que es hermosa.

Zaragoza.- Ester Díaz es paleontóloga por vocación temprana, tanto que desde pequeña ya soñaba con conocer los mundos misteriosos que esconden nuestros orígenes. Actualmente vive un momento profesional dulce y muy intenso, ya que ha tenido la oportunidad de dirigir y participar en algunas de las excavaciones que han continuado profundizando en el . Un nuevo sirenio que pondrá al geoparque de Sobrarbe en el punto de mira de todo el mundo a la hora de estudiar esta especie.

Además, está terminando su tesis doctoral y reconoce que en cuanto la acabe, no cierra las puertas a colaboraciones o excavaciones en el extranjero. Díaz admite que su profesión es apasionante, pero también muy sacrificada. Un trabajo en el que invierte muchas horas, en muchos momentos sin ningún tipo de financiación y sin remuneración alguna, con gran cantidad de trabas en el camino. Pero que también le ofrece un enriquecimiento continuo.

Pregunta.- ¿Qué ha supuesto para usted y para todo el equipo el descubrimiento de esta nueva especie de vaca marina, apodada "Sobrarbesiren"?
Respuesta.- Ha sido una gran oportunidad. El que caigan en tus manos unos fósiles de la calidad, la buena conservación y la abundancia que tienen estos no es algo muy común. Por ello, hemos experimentado una satisfacción inmensa al poder estudiarlos. El nombre que le hemos dado a esta especie, "Sobrarbesiren cardieli" es en honor a la comarca de Sobrarbe, donde hemos hecho las excavaciones y a Jesús Cardiel, su descubridor.

P.- ¿Cómo ha vivido las posteriores tres campañas de excavación en el yacimiento, dos de las cuales ha dirigido junto con la doctora Ainara Badiola?
R.- Con muchos nervios, porque han sido las primeras campañas que he dirigido y no es lo mismo que cuando vas a excavar, ya que eres estudiante y vas como aprendiz, siendo todo mucho más fluido y fácil que cuando te toca dirigir. También es una gran responsabilidad, ya que diriges a todo un equipo, tomas datos y tienes que estar controlando la situación en todo momento.

Estas extremidades son únicas, ya que existen muy pocos restos a nivel mundial con características parecidas a estos sirenios
Estas extremidades son únicas, ya que existen muy pocos restos a nivel mundial con características parecidas a estos sirenios

Además, ha sido muy emocionante, porque en estas campañas hemos podido encontrar más cráneos de los que teníamos. El primero fue el olotipo de la especie, más tarde encontramos otros dos.

P.- Como paleontóloga, ¿qué emociones le invadían cuando cogió los huesos con sus manos?
R.- Mucha ilusión, porque al final te das cuenta de que eres la primera persona, el primer ser humano vivo que ve esos fósiles, esos animales, que desaparecieron hace cuarenta y dos millones de años y que nadie ha visto nunca.

Es verdad que una cosa es encontrar los fósiles y otra muy distinta es estudiarlos. Para ello hemos tenido que viajar mucho. Hemos visitado Whansginton, Budapest, París o Italia. Ciudades muy diferentes en las que hemos podido conocer otros sirenios de la misma época para comparar, y para saber si era el mismo que el nuestro, si era una especie nueva o que características tenía.

P.- ¿Cuál de todos los huesos encontrados del Sobrarbesiren consideran más importante?
R.- El cráneo es una de las partes más importantes, ya que es donde suelen estar las características que lo definen como una especie nueva. Pero además, en el caso del Sobrarbesiren, un hueso muy importante y muy especial es la pelvis. Teníamos una pelvis, que encontramos en las primeras campañas, pero que le faltaban muchas partes y se encontraba en un estado deplorable. Aun así, ya podíamos atisbar que era una pelvis muy primitiva y que tenía unas características muy especiales dentro de este grupo.

Fue en la campaña de 2016 cuando nos encontramos una pelvis que ya estaba entera y que corroboraba muchas de las hipótesis que habíamos planteado. Esto fue para nosotros una revolución, ya que nos permitió terminar el trabajo y saber como era este animal y sus patas. En este caso es muy importante que sea el primer Sirenio de Eurasia con extremidades posteriores funcionales.

P.- ¿Por qué son tan importantes esas extremidades?
R.- Estas extremidades son esenciales porque se van a producir muchas modificaciones corporales que podemos apreciar en ellos. Transformaciones como la pérdida de las orejas, del pelo y de las patas anteriores. Sus brazos se van a transformar en aletas y las patas posteriores en este caso van a desaparecer por completo.

La paleontóloga reconoce que pasa muchas horas en el despacho y en el laboratorio estudiando todos los huesos que descubren
La paleontóloga reconoce que pasa muchas horas en el despacho y en el laboratorio estudiando todos los huesos que descubren

Que el Sobrarbesiren tenga todavía estas patas nos indica que es un animal que está en transición y nos permite ver una foto exacta de cómo ha sido la evolución de estos animales y cómo se estaban produciendo estos cambios en el Eoceno Medio. Además, estas extremidades son únicas, ya que existen muy pocos restos a nivel mundial con características parecidas a estos sirenios.

P.- Afirma que este descubrimiento va a colocar a Huesca como uno de los puntos clave del mundo en el estudio de la evolución inicial de estos mamíferos. ¿Vendrán expertos de todo el planeta para poder conocer más acerca de esta nueva especie?
R.- Sí claro. Es muy común que cuando se descubre una nueva especie los científicos que trabajan en el mismo tema, al igual que hemos hecho nosotros viajando a Washington o a otros lugares, vengan a conocer el material, que ahora está depositado en el museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza. Además, sabemos que en el yacimiento de Sobrarbersire hay muchos más puntos que también tienen restos de sirenios y de otros vertebrados de la época, así que esperamos que en los próximos años hagamos más publicaciones y aumente toda la diversidad de especies que existían en esta época.

P.- ¿Qué edades y qué sexos tienen los huesos encontrados? 
R.- De momento tenemos unos 300 fósiles que sabemos a ciencia cierta que son de sirenios, aunque todavía queda mucho material por restaurar y por preparar. Podemos decir que hay seis individuos distintos, de los cuales cuatro serían adultos y dos infantiles. De estos adultos sabemos al menos que uno es macho y el otro es una hembra.

P.- Este descubrimiento, ¿abrirá las puertas hacia otra nueva especie desconocida hasta el momento?
R.- Otro sirenio en la misma zona será difícil de encontrar. Pero sí que sabemos que hay más vertebrados de la época del Eoceno en Europa. La diversidad de este parque es bastante grande y podríamos encontrar otras especies que nos sigan dando más pistas acerca de la evolución.

P.- De todas las excavaciones que ha hecho hasta el momento, ¿cuál ha sido la más importante para usted?
R.- Las excavaciones del Sirenio han sido las más importantes, porque es el material que he estudiado y en el que he trabajado. Pero ello no sólo se queda en el trabajo de campo, sino en todo lo que viene después. Además, son las primeras excavaciones que he dirigido, algo que siempre hace ilusión.

Los Sirenios hace 42 millones de años en su hábitat natural
Los Sirenios hace 42 millones de años en su hábitat natural

Como experiencias personales destacaría la que hicimos en un yacimiento que está en Cuenca, del Cretácico Superior, de los últimos momentos de los dinosaurios antes de su extinción. Estuvimos trabajando allí durante cuatro meses de continuo y sacamos más de 8.000 piezas. Fue una experiencia muy enriquecedora, no solo por el trabajo de campo, sino también por la comunidad que se crea, algo que nos marcó a todos los que estuvimos allí.

P.- ¿Cuál es el trabajo que se hace diariamente y que no es tan visible como el de las excavaciones?
R.- Las excavaciones de los yacimientos las solemos hacer en verano, entre quince días y un mes al año. El resto es trabajo de laboratorio y también de despacho. Pasamos la mayor parte del tiempo delante del ordenador y estudiando mucho, ya que hay bastantes cosas que no te enseñan en la carrera. Por ejemplo, cuando empecé a trabajar con los sirenios no sabía lo que eran. También vamos a muchos congresos, ya que hay que hacer una parte de divulgación, de contar todo lo que estás investigando, porque al final los fósiles son patrimonio de todos y lo que nos interesa es que la gente sepa y conozca lo que hacemos.

P.- ¿Qué mensaje mandaría a todas las niñas que quieren seguir sus pasos?
R.- Les diría que si les gusta realmente, es un trabajo muy bonito, enriquecedor y que merece mucho la pena, pero también que es una carrera muy larga y requiere mucho esfuerzo y sacrificio. Además, en la actualidad los investigadores tenemos el handicap de que nos obligan a salir de España porque no nos ofrecen puestos de trabajo aquí.