Zaragoza.- El dicho de “El futuro ya está aquí” confiriere a las empresas una irremediable necesidad de modernización. De ajustarse a los nuevos tiempos; de transmutar lo analógico en digital. Un proceso en parte bicefálico, que puede abocar al progreso, o a todo lo contrario. Así lo reflexiona el director técnico de la compañía aragonesa Comextic, Santiago Bernal, quien aduce que tras la vorágine devenida de la Revolución Tecnológica, muchas empresas interiorizan con cierta incorrección el concepto de “digitalización”. Por otro lado, Bernal descubre las claves del Big Data o el Business Inteligence: Herramientas que ofrecen a las compañías una visión 360 de sí mismas y del entorno, y que -de aplicarse con racionalidad-, son capaces de exponenciar el valor competitivo empresarial.
Pregunta.- Se definen como consultora especializada en implantación de sistemas de información ERP, con tecnología SAP Business One. ¿Qué tipo de tecnología es?
Respuesta.- Dentro de nuestras patas, una de las más importantes es la implantación de sistemas de gestión donde cualquier empresa se apoya para sus procesos internos. SAP Business One proviene de la matriz SAP, que tiene experiencia mundial en implantación de sistemas ERP a nivel de gestión. Nosotros somos partner de SAP a nivel nacional, para todas las áreas de las compañías, no solo logísticas, sino también financieras, comerciales, de producción, de calidad, etc.
P.- ¿En qué medida las empresas tienen la capacidad de acogerse a soluciones tecnológicas de este tipo?
R.- Creo que se han parado un poco los motores por la crisis y, por tanto, se ha paralizado la implantación de este tipo de gestiones, porque al final una compañía que factura mínimamente no va a invertir en mejoras que no supongan un repunte crucial en su cuenta de resultados. No obstante, a día de hoy, momento en que la economía está floreciendo de nuevo, las empresas ya empiezan a pensar en esa mejora tecnológica y en el incremento de la inversión en digitalización.
P.- ¿Realmente apremia tanto la reconversión de los procesos bajo las leyes 4.0?
R.- Sí, ya no podemos quedarnos solo en un sistema de gestión para facturar, sino hacer una visión 360 grados de la compañía, donde todos los sistemas estén integrados, interconectados y trabajen de manera transversal. Donde los datos puedan ser consultados y analizados a golpe de vista.
P.- Una visión mutlidimensional…
R.- Sí, porque esa “visión 360” es ahora un valor de competitividad, junto con la compartimentación trasversal. Es decir, departamentos que operan y abarcan varias aéreas de negocio. Pongamos de ejemplo la cadena de suministro. Es pieza fundamental en la industria actual y ya no únicamente engloba cuestiones logísticas, sino de calidad, distribución o producción. Todo está integrado. Y gracias a los sistemas de gestión y análisis se puede tener una visión global de la compañía.
P.- ¿Qué valor real aportan estos modelos de gestión?
R.- En la industria, hay dos opciones: o funcionar por intuición o por información. Nuestra misión como asesores tecnológicos es que las empresas inviertan ese montón de datos en conocimiento y así tomar decisiones más acertadas y avanzadas. Encima, si puedes anticiparte a lo que va a poder pasar, el valor es todavía superior.
P.- ¿Cómo puede ver una empresa a través de un dato?
R.- Es información cruzada. No es ya simplemente el dato del euro plasmado en una factura, sino que ese dato -cruzado con otro- proyecta rasgos que permiten observar variables más valiosas. El lenguaje ahora es visual, representable en gráficos o mapas, para detectar evoluciones y hacer comparativas. Ahora es posible observar el comportamiento de la competencia, el mercado, las tendencias. Esos datos, cruzados con tu información, permitirán una mejor tomar decisiones.
P.- Tiene efecto radar…
R.- Así es, y precisamente eso es lo interesante y lo complejo. Un dato simple puede pasar desapercibido, pero si lo cruzas, se pueden detectar patrones, comportamientos de clientes en situaciones determinadas, que antes podrían escaparse al ojo humano. Esto permite a las empresas adelantarse a lo que puede ocurrir, y trazar nuevas y más precisas estrategias comerciales.
P.- ¿En este proceso interviene el servicio GeoAnalytcs que ofrecen a sus clientes?
R.- Dentro del Business Inteligence, existen diferentes herramientas. Qlick es una solución líder a nivel mundial con la que trabajamos y dentro de su portfolio tiene a GeoAnaliycs. Es un motor de mapas -al igual que TomTom-, que permite poner información de mi negocio en un entorno geográfico y observar patrones y circunstancias para tomar decisiones. Es decir, observar la capacidad de inmersión de la compañía o producto dentro de un área geográfica concreta, o medir distancias. Todo esto tiene valor en el mundo de la logística, porque se pueden analizar rutas y tiempos. La mente humana trabaja por patrones y resulta más sencillo detectar un patrón definido visual, que un montón de datos binarios.
P.- Con acceso a tantos datos, ¿es más viable la manipulación?
R.- Todo se puede manipular. No obstante, al implementar un sistema de análisis, el objetivo es buscar la verdad. Tenemos que fiarnos de la información, porque en teoría eso nos ayudará en la cuenta de resultados. La manipulación es posible, pero no es rentable.
P.- ¿Y el sistema e-logistic?
R.- Es la logística del siglo XXI. Hablamos de poner la logística en un entorno tecnológico. Hablamos de “machine learning”, donde las máquinas son capaces de aprender en base a lo que está ocurriendo. Hablamos del internet de las cosas, el famoso IOF (Internet of Things), donde cada vez más sensores son colocados en cualquier lugar para tomar datos. Hablamos de Big Data, donde tenemos que ser capaces de almacenar y analizar más información. La logística en sí es un área que genera mucha infamación y esa información proviene de muchas áreas: de mi sistema de gestión tradicional, cadena de producción, de los sensores que tengo en cualquier punto de mi cadena de suministro. Son imputs que las empresas tienen y hay que saber procesar.
P.- Sus soluciones ejercen en cierto modo de holograma… ¿Cómo se prevé ese futuro inmediato?
R.- Creo que nos tiene que llevar a tratar con mayor sensatez la revolución de las empresas. Se ha creado una burbuja en el mundo del Big Data, en la que todo el mundo parece saber estar y capaz de desarrollar su propio BD. No obstante, hay mucha confusión sobre el concepto. Se están haciendo inversiones de una forma errónea en este ámbito, y urge frenar, analizar como empresa en qué puntos es o no útil aplicar tecnologías muy avanzadas. Hay que tener en cuenta qué nos va a aportar y en qué conviene invertir. Esta racionalización tecnológica masiva hay que asimilarla correcta y pausadamente.
