Zaragoza recibe con honores a Zapatero y Chirac

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el máximo responsable de Francia, Jacques Chirac, han sido recibidos por Marcelino Iglesias. Juntos han pasado revista a las tropas de bienvenida.
*Belloch recibe a Chirac y Zapatero

Zaragoza.- Las inmediaciones del edificio Pignatelli estaban llenas de curiosos y policías. Cualquiera que no haya seguido los medios de comunicación en los últimos días y desconociera que Zaragoza iba a albergar la XVII Cumbre Hispano-Francesa, podía imaginarse que algo importante estaba a punto de tener lugar en la sede del Gobierno de Aragón. Desde las 9,30 horas de la mañana, aproximadamente, la gente se ha ido arremolinando alrededor de la que, durante seis horas, se ha convertido en sede de los ejecutivos español y francés.

Al otro lado de los muros, la cosa era distinta. Los periodistas acreditados hacían sus últimos preparativos, eso sí, después de haber pasado por un férreo control. Los cámaras de televisión y fotógrafos pujaban por coger el mejor sitio desde donde tirar el plano. La seguridad, dentro y fuera del edificio, también trabajaba a fondo. Estaban a punto de llegar los protagonistas de la noticia del día.

La llegada de José Luís Rodríguez Zapatero y Jacques Chirac estaba prevista a las 10,45 horas. Pasados unos minutos de esa hora, ambos hacían su entrada en el patio de recepciones del Pignatelli, donde han sido recibidos por el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias. Junto a ellos estaba también el primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin.

Antes, a lo largo de la mañana, hacían su entrada por el mismo acceso varios ministros de ambos países. Los primeros eran el de Interior, José Antonio Alonso, el de Defensa, José Bono, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Sus homólogos de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, e Industria, José Montilla, lo hacían en el último momento y por una puerta distinta.

La delegación francesa también ha sido puntual. Antes de que sus “jefes” hicieran su entrada, un microbús dejaba en la entrada a, entre otros, el ministro de Asuntos Exteriores, Michel Barnier; la ministra delegada para Asuntos Europeos, Claudie Haigneré; la ministra de defensa, Michèle Alliot-Marie; el ministro de Equipamiento, Transporte, Ordenación Territorial, Turismo y Mar, Gilles de Robien; el ministro delegado de Industria, Patrick Devedjian, y el ministro de Interior, Seguridad Interior y Libertades Sociales, Dominique de Villepin.

Aplausos

Los “espectadores” congregados en la calle, más allá de los muros y verjas del lugar donde en pocos minutos iba a dar comienzo un encuentro importante para ambos países y, por supuesto, para Aragón, han roto en aplausos en dos ocasiones. La primera, cuando de los coches oficiales descendían ambos presidentes para estrechar la mano de su anfitrión. La segunda, tras la interpretación del himno nacional de uno y otro lado de los Pirineos.

Los encargados de poner música a la llegada de Zapatero y Chirac han sido los integrantes de la banda de la base aérea de Zaragoza. Un total de 136 hombres y mujeres han sido revisados por los dos dirigentes. Éstos han saludado después a sus respectivas delegaciones para dirigirse, todos juntos, hasta el lugar donde se iban a celebrar las distintas mesas sectoriales.

Agenda

El segundo acto previsto para este martes es la visita a la catedral de San Salvador. Antes firmarán en el libro de honor del Ayuntamiento de Zaragoza, donde el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, les dará la bienvenida. Desde allí, ambas delegaciones se dirigirán hasta la sede del Parlamento Aragonés donde serán recibidos por el presidente de las Cortes, Francisco Pina. El palacio de la Aljafería se convertirá, así, en el segundo punto de referencia de la cumbre.

El colofón a seis horas de negociaciones encaminadas a una mayor cooperación entre ambos países se pondrá, de nuevo, en el edificio Pignatelli. Allí, en su sala de la Corona, será donde se celebre la reunión plenaria entre ambas delegaciones. Esta cita será a las 15,15 horas. Después, la rueda de prensa de rigor y al hotel a descansar tras una jornada tan intensa para todos aunque, más especialmente, para Zaragoza.