Si cada vez que en un país demócrata, el que sea, un "personaje" que antes juró su bandera le dá la vena en volverse contrario a sus más que seguros defectos y se alza en armas eliminando a sus anteriores compañeros de filas, protagonizando una contienda que causó en los dos bandos más de un millón de muertos, muestra el nivel humano que hay en su mente y la fidelidad hacia la sociedad de la que él forma parte, y por principio de orígen, se debe al parlamento demócrata que le representa.
En España ha sucedido algo así, y millones de demócratas ya de cierta edad, vivimos lo del 36 al 39 y luego su postguerra acaudillados por Franco, porque éste se hizo con el poder que legalizó por las armas y ayudas de Hitler y Mussolini.
Ya en el 2.018, la política actual defiende la <Memoria Histórica>, pese a numerosos nostál-gicos del dictador, el clamor popular, en especial de los jóvenes, vamos a poyar al actual gobierno socialista del Presidente Pedro Sánchez, en la resolución parlamentaria de su partido y con apoyos suficientes de la oposición, para exhumar los restos de Francisco Franco, que desde el 75, moran en el Valle de los Caídos junto a José Antonio, y clarificación de los más de 34.000,- cuerpos allí revueltos, de soldados provinientes de la guerra, de ejecuciones sumarísimas de distintas procedencias, y trabajadores del mausoleo que murieron en su construcción, viviendo allí en condiciones infrahumanas.
Los franquistas se oponen a ello, pero Franco y José Antonio serán trasladados a otro destino, en el que sus familias deberían diligenciar su definitivo futuro, como todo hijo de vecino.