Alfredo Quílez: "Los VTC hemos convivido perfectamente con el taxi porque cada uno tiene su parcela de trabajo"

La empresa Turismos Quílez lleva 79 años operando en Aragón bajo licencias VTC, de alquiler de vehículos con conductor, y asegura que han convivido "perfectamente" con el taxi porque "cada uno tiene su parcela de trabajo". Critica la legislación actual porque "la demanda no es suficiente para abarcar todo lo creado".

Zaragoza.- ¿Qué son las licencias VTC? Esta es una pregunta que muchas personas se hacen desde que saltó al público la lucha de los taxistas por acabar con ellas. Las licencias de alquiler de vehículos con conductor son las que permiten operar a empresas como Uber y Cabify, pero son mucho más que eso. Surgieron hace muchas décadas para "cubrir una demanda creciente de un servicio más exclusivo con coches de lujo", según explica el gerente de Turismos Quílez, Alfredo Quílez.

Esta empresa aragonesa se fundó en 1939, hace ya 79 años, y desde entonces ha convivido "perfectamente" con el taxi porque "cada uno se dedica a su parcela de trabajo". Quílez confía en que plataformas como Uber y Cabify no lleguen a Zaragoza porque "no hay suficiente mercado". Eso sí, si se instalasen en la capital asegura que sería tan negativo para ellos como para el sector del taxi.

Los VTC operan bajo demanda previa y, en concreto, Turismos Quílez se encarga de traslados al AVE o al Aeropuerto, conexión entre ciudades y dentro de ella para ir de puerta a puerta, traslados de conferenciantes y asistentes en congresos y eventos o envíos confidenciales de objetos o documentos. 

También se puede alquilar un coche con conductor para todos los desplazamientos que se deseen desde tres horas hasta varios días o largas temporadas. Además, al ser coches de lujo, también se utilizan en bodas para llevar a la novia hasta la iglesia.

Pregunta.- ¿Cuál es el servicio que mejor funciona en Zaragoza?
Respuesta.- Servicios para empresas privadas. En lo que más solemos trabajar es en el tema de viajes con ejecutivos. Esto no quiere decir que rechacemos viajes en ciudad, previa contratación, pero no es el grueso de nuestros servicios.

P.- ¿En qué momento surgen estas licencias?
R.- Hay mucha gente que se piensa que las licencias VTC son algo nuevo, pero han existido siempre. Son una derivación del taxi porque en aquella época había una demanda de servicios más específicos. Las licencias eran clase C "especiales y de abono" y recogían servicios de más nivel. Los clientes buscaban un coche más lujoso, como puede resultar un hotel de 5 estrellas frente a uno de 3 o 4, y desde entonces estamos operando los VTC.

En servicios urbanos, la tarifa de VTC es más elevada
En servicios urbanos, la tarifa de VTC es más elevada

P.- En estos momentos la ley establece una licencia VTC por cada 30 taxis en una ciudad, ¿en los inicios también había límites?
R.- Fueron pocos coches los que entonces utilizaban estas licencias porque no se crearon para competir con el taxi, sino para ofrecer un servicio paralelo que por sus características el taxi no podía cubrir. Ahora ha ido a parar todo a unos términos que no puede ser porque se ha intentado legislar de una manera que no ha sido la más adecuada porque la demanda no es suficiente para todo lo creado.

P.- ¿Ha cambiado desde entonces la relación con el sector del taxi?
R.- Siempre hemos convivido perfectamente con el taxi porque cada uno tenemos nuestra parcela de trabajo y nunca ha habido problemas. Ahora es cuando con toda esta información y tensión te miran con un poco de extrañeza como diciendo "¿qué pintas aquí?" y te sientes como un delincuente por cómo te miran. La relación siempre ha sido buena y hemos existido siempre pero a lo mejor la gente más joven nos ven como una amenaza.

P.- ¿Ha afectado a esta relación la pasada huelga de taxistas?
R.- En Zaragoza la huelga se convocó por solidaridad con las grandes ciudades porque aquí no tenemos el problema de empresas como Uber o Cabify. Zaragoza es una ciudad bastante limitada en cuanto a este tipo de servicios porque no hay tanto turismo, que es la demanda de la que estas empresas se nutren.

P.- ¿Confía entonces en que estas empresas no lleguen a Zaragoza?
R.- Por supuesto. Aquí hay un volumen muy reducido de demanda y si no están es precisamente por eso. En Zaragoza hay trabajo más que suficiente para los que estamos, no da para más. 

P.- Si se diera el caso de que Uber y Cabify operaran en la capital, a ustedes también les afectaría…
R.- Claro que nos afectaría, pero yo lo veo muy difícil porque lo que buscan estas empresas son zonas de mucho tránsito como aeropuertos, estaciones de tren o autobús… y no es el caso de Zaragoza. Nada puede ser imposible pero lo veo muy improbable.

Turismos Quílez también ofrece sus servicios para bodas
Turismos Quílez también ofrece sus servicios para bodas

P.- ¿Confía en que algún día se regulen las licencias y ambos sectores convivan como hasta ahora?
R.- Veo voluntad por parte del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza de que esto se regule y vuelva a ser una situación en la que se pueda convivir perfectamente. Lo cierto es que aquí en Aragón se concedieron muchas licencias, pero si no tenemos problemas es porque no están trabajando aquí. Yo creo que las negociaciones van por buen camino porque todos entendemos perfectamente el problema, hemos tenido reuniones y hay voluntad por todas las partes.

P.- ¿Cuál sería para usted la solución ideal a este conflicto?
R.- Lo ideal sería que cada uno nos dedicásemos a lo que estamos autorizados, que el taxi se dedicase a hacer de taxi y los VTC a hacer de VTC. Pero si el taxi intenta comerle terreno a los VTC y estos a los taxis, esto va a ser una guerra y va a haber problemas siempre. Tiene que haber regularización para que cada uno se dedique a su licencia. Cada uno tiene sus limitaciones y las tenemos que cumplir.