Juan Pinto: "San Juan de la Peña aporta los instrumentos esenciales para lograr una sociedad más justa y equilibrada"

Juan Pinto es miembro de la Hermandad de San Juan de la Peña desde hace cinco años. Para él, instituciones como esta aportan los instrumentos esenciales que permitirán lograr una sociedad más justa y equilibrada. A lo largo de su carrera ha sido jefe de la Fuerza Logística Terrestre 2 y comandante militar de Zaragoza y Teruel.

Zaragoza.- Juan Pinto ha sido jefe de la Fuerza Logística Terrestre 2 y comandante militar de Zaragoza y Teruel. Es, además, presidente de la Fundación Agustina Zaragoza y, desde hace cinco años, miembro de la Real Hermandad de San Juan de la Peña.

San Juan de la Peña es un referente en la cultura y el arte aragonés, que está considerado por la tradición como la cuna del Reino de Aragón y es parada habitual del Camino de Santiago. La Real Hermandad nació para defender y promocionar San Juan de la Peña.

Desde su creación han llevado a cabo distintos impulsos. La primera etapa fue restaurar el monasterio viejo; la segunda, impulsar el monasterio nuevo y la hospedería, y recientemente, la Hermandad ha vivido la reinhumación de los restos de los reyes de Aragón que allí fueron enterrados: Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I.

Además, para Pinto, en una sociedad "donde prima lo material, el hedonismo y la pérdida de valores", instituciones como la Real Hermandad de San Juan de la Peña "aportan los instrumentos esenciales para lograr una sociedad más justa y equilibrada".

Pregunta.- ¿Cómo llega a ser parte de la Hermandad?
Respuesta.- Respondiendo a sucesivas invitaciones que, como General Comandante Militar de Zaragoza y Teruel, recibí por parte del siempre recordado Emilio Eiroa para asistir al solemne acto de la Real Hermandad de San Juan de la Peña, que anualmente conmemora la natividad del Santo. De este modo, pude vivir, desde dentro, el solemne acto.

Este hecho me permitió interiorizar la profundidad religiosa y el alto significado que suponía para todos los participantes, en especial, para los componentes de la Hermamdad. Todo ello incrementado por el incomparable marco del Monasterio Viejo. Fue al finalizar los actos, cuando Emilio, en un rasgo de generosidad, nos ofreció la posibilidad de formar parte de la Real Hermandad. Al siguiente año tuve el honor de ser investido Caballero.

Pinto resalta la labor de la Real Hermandad. Foto: Tino Gil
Pinto resalta la labor de la Real Hermandad. Foto: Tino Gil

P.- ¿Qué significa para usted formar parte de la Real Hermandad de San Juan de la Peña?
R.- La aceptación de este nombramiento lleva consigo la asunción de las normas y deberes que contemplan los Estatutos de la Hermandad. Formar parte de San Juan de la Peña nos han brindado la oportunidad de compartir, con el restos de Hermanos, las obligaciones derivadas con una visión cristiana de la vida y participar de la honra de pertenecer a tan ilustre Orden, lo que lo convierten en liviano deber.

P.- ¿Cómo describiría el Monasterio de San Juan de la Peña?
R.- Tras el sinuoso ascenso por la carretera que desde Santa Cruz de Serós avanza hasta alcanzar la curva desde la que ya se contempla el perfil del Monasterio Viejo, esa grandeza pétrea que parece sumergida en las entrañas de la colosal piedra que lo engloba y protege al tiempo, realmente impresiona.

Desde ese momento, la mente te trae imaginarias escenas de cómo pudo ser la cotidiana vida monástica en el siglo X, que se complementan y cobran vida en sus rincones, capilla, mausoleo y las columnas y hermosos capiteles tallados en la piedra milenaria. Todo ello conforma un magnífico conjunto que desde su alta cota contempla el discurrir del río Aragón y los picos nevados de nuestro Pirineo.

P.- ¿Cuál cree que es el papel de la Real Hermandad de San Juan de la Peña hoy en día?
R.- En esta época que nos ha correspondido vivir, priman los aspectos materiales, el hedonismo y, en general, la masiva pérdida de los valores que fueron la señal de identidad y guía de nuestros antepasados. Instituciones como nuestra Hermandad, que cultivan y expanden los valores cristianos, normas de conducta que facilitan la pacífica convivencia y la promoción de actividades espirituales, sociales y culturales, aportan, desde la humildad de nuestras capacidades, los instrumentos esenciales para lograr una sociedad más justa y equilibrada.

Pinto fue investido caballero de la Real Hermandad en 2013. Foto: Tino Gil
Pinto fue investido caballero de la Real Hermandad en 2013. Foto: Tino Gil

P.- ¿Qué le parece que exista una Hermandad como esta en Aragón?
R.- El profundo significado histórico que el Monasterio de San Juan de la Peña tiene en la génesis y devenir del Reino de Aragón, el cobijo que proporciona al grandioso enterramiento de algunos de sus Reyes y generosa tierra en la que hunde sus raíces Aragón han supuesto ser imprescindibles elementos en la conformación de nuestra Patria, España.

A la par, el conjunto de los Monasterios Viejo y Nuevo y su extraordinario entorno natural constituyen un conjunto de singular belleza, mirador privilegiado del Pirineo aragonés y navarro y excepcional referente del patrimonio cultural, artístico y natural de Aragón. Suponen un inmejorable atractivo turístico para Aragón, España y para cualquier visitante que, más allá de nuestras fronteras, nos quiera visitar.