René Sanz: "El verdadero músculo de Itesal es el equipo humano"

Itesal cierra 2018 con un incremento en ventas y exportaciones. La compañía zaragozana dedicada al diseño y fabricación de sistemas de aluminio lo atribuye al equipo humano que conforma Itesal. Su director comercial, René Sanz, hace balance de lo que ha sido este año para la empresa y del futuro que depara al sector.

Zaragoza.- Itesal, la compañía zaragozana dedicada al diseño y fabricación de sistemas de aluminio para la industria y la arquitectura, cierra este 2018 con un balance más que positivo. La compañía ha anunciado que exporta actualmente el 24% del total de su producción, mientras que en 2014 el porcentaje era tan solo del 8%.

Además, la empresa vivió un mes de julio de récord, alcanzando su máximo nivel productivo. Itesal fabricó 13.000 toneladas en sistemas y soluciones de aluminio, mientras que su media de producción mensual es de 8.000 toneladas.

Para el director comercial de Itesal, René Sanz, el principal "músculo" de la compañía es su propio equipo, responsable de la buena salud por la que está atravesando la empresa. Un 2018 que cierran también con la reelección de su director general, Armando Mateos, como presidente de la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA) o el éxito conseguido en el I Premio Nacional de Arquitectura Novel que Itesal ha puesto en marcha este año.

En cuanto al futuro, desde Itesal continúan apostando por la sostenibilidad y la eficiencia de los edificios, un valor añadido en el que el aluminio, con sus grandes ventajas, tiene todas las de ganar.

Pregunta.- Este año han participado en el Salón Internacional Veteco. ¿Qué novedades han presentado al sector?
Respuesta.- Las principales novedades vienen en "las tripas" de las ventanas, que tienen un nivel de desarrollo mucho más alto para cumplir una normativa que es cada vez más exigente. Lo que hemos hecho ha sido sacar un producto que se llama RPT 71, que hace referencia a la profundidad del marco (71 milímetros), y que cuenta con un nuevo diseño interno en las cámaras de salidas de agua para obtener unas prestaciones superiores. El aluminio nos permite también diseñar perfiles para ventanas que proporcionan unos espacios muy luminosos con mejores prestaciones en confort térmico y acústico, con una estética superior y mucha luz natural.

P.- Además, en el marco de esta feria han entregado el I Premio Nacional de Arquitectura Novel. ¿Qué objetivos buscan con este galardón?
R.- Itesal tiene el Premio a la Excelencia Empresarial desde el año 2016, además del sello de Responsabilidad Social RSA+. Dentro del ADN y de la filosofía de empresa de Itesal está la búsqueda permanente del talento, tanto dentro de casa, con colaboraciones con el EINA o las escuelas de arquitectura, con las que trabajamos mucho; como fuera, con grupos de interés con los que poder establecer proyectos conjuntos.

Realizar un premio para arquitectos consagrados pensamos que ya hay muchísimos, además es difícil coordinar todo el proceso para llevarlo a buen término. En cambio, consideramos que era una buena oportunidad para los estudiantes que terminan Arquitectura y que les llega el momento de introducirse en el mercado profesional y dar sus primeros pasos. Hemos querido decirles a todos estos jóvenes arquitectos que aquí esta Itesal, que se pueden apoyar en nosotros cuando quieran y que somos un socio de fiar, técnicamente y desde cualquier punto de vista, para resolver toda necesidad que puedan tener en cualquier proyecto.

P.- ¿Qué se ha valorado a la hora de elegir al proyecto ganador?
R.- Una base principal era la maestría con la que ellos plantean la funcionalidad del edificio. Pero aparte de todo el componente artístico que se le puede dar al diseño, la funcionalidad del edificio y la riqueza de usos, era también muy importante que el proyecto cumpliera con unas características de eficiencia energética altas, pero además buscábamos la sostenibilidad del edificio.

Entendemos que las necesidades habitacionales de la Tierra son cada vez mayores, el planeta está cada vez más poblado y no podemos permitirnos el lujo de que nuestras viviendas generen un problema a futuro a medio y largo plazo. La sostenibilidad es satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer o poner en peligro las necesidades de las generaciones futuras, y entendemos que es un ejercicio de responsabilidad muy alto.

En este sentido, el aluminio es un material extremadamente amigable, porque es un material que, una vez que lo obtenemos de la bauxita, se puede reciclar eternamente millones de veces, obteniendo siempre la misma cantidad de aluminio y de las mismas características. Además, de las 100 unidades de energía que se han utilizado la primera vez para pasar de la bauxita al aluminio, vamos a necesitar menos de 5 unidades cada vez que lo reciclemos. Por lo tanto tiene unas características que le han permitido ser el material más usado en la construcción actualmente después del acero. Hay que recordar que hace ya bastantes años nos dimos cuenta que las tuberías de plomo eran un problema medioambiental, y la última gran crisis de los materiales fue el amianto, con todos los problemas que ha causado. Pues todo esto no va pasar nunca jamás con el aluminio; es absolutamente inocuo en todas las etapas de preparación, fabricación, uso, reciclado y reintroducción en la cadena de valor. Jamás vamos a tener ningún problema con el aluminio.

La ganadora del I Premio Nacional de Arquitectura Novel de Itesal recibió el cheque de manos de Sanz
La ganadora del I Premio Nacional de Arquitectura Novel de Itesal recibió el cheque de manos de Sanz

P.- El sector de la arquitectura parece que va encaminado hacia unos edificios cada vez más eficientes y sostenibles. ¿Qué puede aportar la carpintería de aluminio de Itesal al respecto?
R.- Respecto a eficiencia, tenemos unas técnicas de rotura de puente térmico (RPT) en las que Itesal somos una punta de lanza importante. El sistema con el que nosotros ensamblamos la RPT es la tecnología más avanzada que hay hoy en día en el mundo. Nosotros tenemos dos máquinas en la planta de Pina de Ebro y una de ellas es de la última generación, de un fabricante belga, y la única que hay hoy en España.

La rotura de puente térmico quiere decir que el perfil que yo toco desde el exterior, no es el mismo perfil que estoy tocando desde el interior de la ventana. Por tanto, estoy rompiendo la transmitancia térmica desde el interior hasta el exterior; por lo que tiene una eficiencia energética muy alta. Esto lo conseguimos gracias al diseño de nuestros perfiles del que hablaba antes.

Pero además el aluminio aporta sostenibilidad. Cuando una ventana llegue al final de su ciclo de vida, dentro de muchos años, y haya que tirar la ventana, hasta ese momento habrá sido muy eficiente. Pero si cuando hay que tirar ese edificio, la ventana tiene que terminar en un vertedero, entonces es un problema medioambiental. Con el aluminio eso no va a pasar porque tiene un altísimo valor de venta en el mercado del reciclaje y no solo aporta eficiencia, sino, sobre todo, mucha sostenibilidad. Permite hacer de la Tierra un lugar más amigable para vivir.

P.- Uno de los estándares de edificación que parece estar abriéndose paso en España es el Passivhaus, que habla de construcciones con gran aislamiento térmico y menor consumo energético. ¿Qué opinión le merece?
R.- Es cierto que el Passivhaus tiene un gran aislamiento térmico y un bajo consumo energético una vez que está el edificio construido. La calidad de vida dentro de una vivienda Passivhaus es alta, pero no solo se puede conseguir con este estándar. Es más, hoy en día, cualquier edificio que cumpla el Código Técnico de la Edificación, que en cada actualización endurece sus condiciones, es ya un edificio de consumo de energía casi nulo. Por tanto, al final llegas al mismo punto. Pero el problema que tiene Passivhaus es que se queda en la eficiencia, pero no se preocupa de la sostenibilidad. Entonces, ese edificio, cuando llegue al final de su ciclo de vida, puede suponer un problema medioambiental, por el tipo de materiales que usan. ¿Se podrían utilizar otros materiales más sostenibles? Sí, lo que pasa que para certificar un edificio Passivhaus hay que tirar de un panel de productos que estén previamente certificados y al final Passivhaus es un consorcio de intereses comerciales de las marcas que componen ese panel, que curiosamente la mayor parte son productores alemanes y austriacos. Todo esto implica que hay una parte del acopio de esos materiales, del coste de certificación y de todo este proceso que al final termina en el origen del Passivhaus. Por tanto, eso no es un estándar, es más un conjunto de un consorcio de intereses comerciales que al final consiguen hacer un edificio realmente eficiente. Hoy en día, con el Código Técnico de la Edificación no tiene sentido, porque ese incremento de precio que tienes que afrontar para tener una vivienda Passivhaus con respecto a una vivienda de la mismas calidades que no posea este estándar, no es necesario, porque un edificio que cumpla el Código Técnico ya es un edificio de consumo casi nulo.

P.- ¿Cómo lograr entonces un edificio sostenible real?
R.- Para conseguir un edificio sostenible, el concepto ideal sería que tú pudieras aprovisionar todos los materiales lo más cerca posible, los más naturales posibles, los que menos agresión provocaran al medio ambiente, y que jugar con la ubicación y las orientaciones para que la propia naturaleza jugará a tu favor e hiciera ese edificio más eficiente. ¿Qué pasa? Que en el mundo real eso no es fácil, no pones tu vivienda donde tú quieres, hay un plan urbanístico que cumplir y al final se puede edificar dónde se puede edificar.

Sanz participó en una charla con arquitectos donde explicó las ventajas del aluminio
Sanz participó en una charla con arquitectos donde explicó las ventajas del aluminio

Hay muchos condicionantes pero sí que se pueden utilizar materiales que durante el uso del edificio sean eficientes. Es decir, que el ocupante de la vivienda tenga un confort de vida dentro y que la factura energética no sea ni gravosa para él ni para el medio ambiente. También que el constructor en el acopio de material intente buscar los materiales lo más cerca posible. Y, además, que cuando el edificio llegue al final de su ciclo de vida, no suponga un problema medioambiental y los materiales terminen en un vertedero donde no se van descomponer de una manera natural, provocando graves perjuicios al planeta.

Un edificio sostenible tendría que contemplar todo eso. Como decía antes, tenemos que ser capaces de vivir cómodos y de vivir bien, pero no a costa de sacrificar la comodidad y el que puedan vivir bien de las generaciones que nos sucedan. Tenemos que dejarles un planeta, al menos, igual que el que nos hemos encontrado nosotros, no peor. Desde ese punto de vista, el aluminio es un material que no va a comprometer en absoluto las necesidades de las generaciones que vengan posteriormente.

P.- Recientemente han obtenido el sello RSA+ de Cultura y Voluntariado. ¿Qué significa este sello para Itesal?
R.- La vocación de Itesal como empresa es que los beneficios reviertan en nuestro entorno. Está en nuestro propio ADN. Desde el liderazgo se impulsan a las personas y a los procesos para obtener unos resultados, económicos y sociales. Por eso luchamos por este tipo de premios, es la manera de representar que verdaderamente tenemos esa vocación de responsabilidad social.

P.- ¿Cómo valora este año 2018 que estamos cerrando?
R.- Hacemos un balance bueno, muy bueno. Hay que tener en cuenta que trabajamos con un material, el aluminio, que es el segundo más abundante de la corteza terrestre. Nunca va a haber escasez de aluminio. Además, como es eternamente reciclable, no va a haber nunca problemas en el mercado. Pero sí es cierto que el aluminio es un material que se cotiza en la Bolsa de Metales de Londres en dólares americanos y este año, a mediados, hubo pequeños movimientos a nivel mundial respecto al aluminio que podrían haber hecho que cambiará la trayectoria. Pero no lo ha hecho y vamos a tener un final de año realmente bueno, acorde a los objetivos que nos habíamos marcado y siendo coherentes con nuestra misión y con nuestra visión.

Sanz, en una de sus intervenciones en Pina de Ebro
Sanz, en una de sus intervenciones en Pina de Ebro

Además, el verdadero músculo de Itesal está en el equipo, el grupo de personas que trabajan aquí y que han hecho que tengamos un buen año. Y estoy seguro de que 2019 va a ser también un buen año, sobre todo porque tenemos muy claro el camino hacia el que tenemos que ir y tenemos una empresa pues muy cohesionada, muy potente desde el punto de vista humano, y eso facilita mucho las cosas.

P.- ¿Qué perspectivas tienen para el año próximo? ¿Algún proyecto destacado?
R.- Sí que tenemos algún proyecto interesante en el que se va a instalar nuestro tipo de producto. Pero es mejor no adelantar nada antes de que estén ejecutados. Pero tenemos un planteamiento para el año 2019 realmente interesante, incluso más que este año. Creemos que en el sector donde nos desarrollamos hay camino todavía para que el año que viene, e incluso 2020, sean buenos años. Creo que estamos haciendo los deberes bien y esperamos que 2019 sea un buen año para Itesal.