Zaragoza.- El Real Zaragoza se ha impuesto al Sporting de Gijón por un gol a dos en el estadio de El Molinón, en el choque correspondiente a la vigésima jornada de la Liga 1|2|3. Los locales se adelantaron en el marcador con un tanto de Djurdjevic, pero los blanquillos dieron la vuelta al choque con los goles de Álex Muñoz y Raúl Guti, que certificaron la segunda victoria consecutiva del equipo aragonés con Víctor Fernández en el banquillo.
El duelo comenzó con un alto ritmo por parte de los dos conjuntos, siendo el Sporting quien gozó de las primeras ocasiones. Rondando el minuto 10, Djurdjevic se topó con la madera, y en la acción siguiente, Cristian Álvarez detuvo un disparo de los locales.
Los blanquillos reaccionaron, y con un muy activo Pombo, pusieron a prueba a Mariño con los tiros lejanos de Guti y Ros. Sin embargo, el Sporting se puso por delante en el marcador con un gol de Djurdjevic, que, en el minuto 18, remachó al fondo de la red un balón suelto en el área.
Por detrás en el marcador, los hombres de Víctor Fernández mostraron un juego dominante, y en el 27 Álex Muñoz puso las tablas con un gran remate de cabeza tras centro de Ros.
Siguió con la posesión de balón e insistiendo en acercarse al área asturiana el Real Zaragoza, y al filo del descanso, en el 39, un pase de exterior de Eguaras hacia Lasure, y un centro del lateral hacia Guti terminó en el tanto del centrocampista zaragocista, que culminó la remontada visitante.
En la segunda mitad, los aragoneses arrancaron con fuerza, y Pombo ha estado muy cerca de sentenciar definitivamente el partido, pero Mariño ha desviado el disparo de zurda del canterano.
Los zaragocistas han continuado sumando llegadas, pero no han podido concretarlas en goles, mientras que los locales tampoco han sido capaces de percutir con peligro claro en el área de Cristian. El meta argentino, en el 81, ha realizado una enorme parada al testarazo desde el punto de penalti de Djurdjevic.
Así, el Real Zaragoza suma su segunda victoria consecutiva con Víctor Fernández al mando en un campo donde ningún conjunto había podido alzarse con un triunfo.
