Zaragoza, cara y cruz de la despoblación aragonesa

Aragón sufre un caso peculiar de despoblación, ya que la mitad de sus habitantes residen en un solo municipio. Su importancia a la hora de combatir este mal ha quedado probada con la puesta en marcha de la tarjeta Lazo que une los distintos servicios de transporte público de la capital con los 60 municipios más cercanos a ella.

Zaragoza.- No decimos nada nuevo al recordar que la despoblación es un mal endémico aragonés. Pero merece la pena analizar las cifras de población que atestiguan la velocidad a la que este éxodo de pequeños a grandes núcleos está ocurriendo. 

Según los últimos datos del padrón publicados por el INE, de enero de 2018, la provincia de Zaragoza, tras la crisis de 2008, que produjo una progresiva pérdida de habitantes, vuelve a recuperarse desde 2016, sumando unos 4.000 habitantes más desde entonces. No ha ocurrido así en las provincias de Huesca y Teruel, para las que las cifras han seguido bajando. Sumadas, en este mismo tiempo ambas han perdido casualmente la misma cifra que ha ganado la provincia que alberga la capital aragonesa. 

Y aún son más clarificadoras las cifras vistas por ciudades. Zaragoza crece 5.000 habitantes en dos años, mientras que Huesca y Teruel apenas han subido 200 habitantes cada una en todo 2017.

El peculiar caso de Aragón

Este hecho se convierte en un nuevo hándicap para la lucha contra la despoblación. Y es que, los indicadores en los que se fija Europa, por ejemplo, para destinar fondos para la recuperación de zonas despobladas dependen del Producto Interior Bruto de la región. En Aragón, dado el fuerte empuje de la capital entre otros –Zaragoza es una de las cinco ciudades más pobladas de España-, las cifras económicas no dan como para poder optar a ellas. 

La metrópolis zaragozana

Tanta preponderancia tiene la capital, que genera impactantes fenómenos a su alrededor. Por un lado, los municipios cercanos a la capital se benefician de la proximidad a la gran urbe. Por ejemplo, Utebo o Cuarte no han notado la crisis de los últimos diez años en su censo poblacional. Es más, al contrario, han seguido subiendo en este tiempo. Entre 2016 y 2018 Utebo ganó 150 habitantes, y Cadrete, 500. 

A la tarjeta Lazo tienen acceso los 30 municipios de la metrópolis
A la tarjeta Lazo tienen acceso los 30 municipios de la metrópolis

Pero, por otro lado, los 30 municipios que componen el área metropolitana son conscientes de que cada vez más su población depende directamente de la capital porque se desplazan diariamente para trabajar allí o para disfrutar del ocio que oferta Zaragoza. Que sus vecinos decidan quedarse a vivir en el extrarradio o se vayan a la capital depende de muchos factores, pero en especial, las conexiones . 

Por ello, todos ellos han recibido con los brazos abiertos la puesta en marcha de la tarjeta Lazo. La primera que permite, por un lado, combinar los distintos transportes públicos de la ciudad sin tener que estar empadronado en Zaragoza, y por otro lado, vincularlos al transporte interurbano que les conecta con la capital. Es la primera vez que unifica los servicios de bus urbano y metropolitano, tranvía, Bizi y cercanías de Renfe.

A ella tienen acceso los 30 municipios de la metrópolis, más otros 29 que se encuentran en un radio de unos 40 kilómetros. Más de 10.000 personas que viven en todos ellos ya tienen una tarjeta de estas, en las que han recargado hasta la fecha 380.000 euros. Desde su implantación en junio, ha registrado 250.000 usos en líneas urbanas, y 190.000 en las metropolitanas. 

Tal es su éxito, que los municipios afectados por el denominado "efecto frontera" -que quedan a escasos kilómetros de los que sí pueden utilizar esta tarjeta- han reclamado poder usarla también cuando se desplazan a la capital desde sus núcleos. Un hecho que no deja duda: la dependencia de la provincia de Zaragoza frente a la capital es de una enorme magnitud. 

En los mismos términos, se expresaba el presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, Luis Zubieta. Recordó durante esta cita que la movilidad de estos municipios "es fundamental", por lo que "Zaragoza y su entorno tienen que estar comunicado y no puede ser de otra manera". En este sentido, cree que el Consorcio Metropolitano de Transportes "está trabajando bien, pero queda camino por andar porque todavía quedan muchas carencias". "Desde luego -añadió-, no es comprensible que casi en 2019 todavía tengamos carencias tan importante de movilidad con la ciudad".

Queda claro que en el peculiar caso de despoblación aragonés, tanto Zaragoza como el Consorcio Metropolitano que lidera la DGA, tienen mucho que decir, o más bien de lo que hacerse responsables. Si facilita medidas como esta, que favorecen los derechos de su área de influencia, estará ayudando a revertir un proceso que, por el momento, mucho que nos pese, está lejos de están en proceso de resolución.