Zaragoza.- El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, se han intercambiado las culpas por no haber podido llegar a un acuerdo para la reforma del Impuesto de Contaminación de las Aguas. Ambos han coincidido este martes en la inauguración de Smagua y Spaper y no han dudado en lanzarse reproches de la negociación del ICA.
En primer lugar, ha sido Lambán quien ha afirmado que el Ayuntamiento de la ciudad ha sido un "obstáculo insalvable" en las conversaciones. Así, el líder del Ejecutivo ha defendido su propuesta de reforma y no ha dudado en resaltar que el Consistorio quería "crear un problema y mantenerlo con fines electoralistas". "La propuesta sigue viva e imagino que en la próxima legislatura se reformará, aunque no es una de las prioridades de Aragón", ha mantenido.
Posteriormente, Santisteve ha calificado de "absurdas" esas declaraciones y le pide al Ejecutivo que deje de "echar la patata caliente no sé a dónde". "Yo estoy interesado en hablar, pero sin condiciones, chantajes, imposiciones y sin sacarle a los zaragozanos 20 millones al año sin garantía de que ese dinero vaya a revertir".
