Miguel Morte: "Hay sectores que presionan a los políticos para que la ordenanza del ruido no se apruebe"

Miguel Morte es uno de los portavoces

En concreto, la Plataforma está formada por las asociaciones Stop Ruidos Casco Histórico, Escuela y Despensa, Lanuza, La Harta, La Huerva, Las Cuatro Plazas y Vía Romana. De cara al futuro buscan ampliar la plataforma a nivel nacional. De hecho, ya han tenido contactos con otras organizaciones de afectados de Valencia, Cartagena, Málaga, Murcia y Madrid, de cara a construir una coordinadora estatal.

La plataforma surgió después del verano de 2018, y desde entonces, asegura Morte, "nos hemos organizado muy rápidamente". Su objetivo es conseguir que el Ayuntamiento de Zaragoza apruebe en este mandato la nueva ordenanza del ruido. El documento está actualmente en tramitación, y si se cumplen los tiempos, sin demoras, podría llevarse al Pleno del mes de abril. Sería la última oportunidad, ya que no habrá más sesiones plenarias en esta legislatura. Sin embargo, desde la plataforma denuncian "presiones" hacia los grupos políticos para evitar esta aprobación.

Miguel Morte es uno de los portavoces de la Plataforma de Afectados por el Ocio Nocturno
Miguel Morte es uno de los portavoces de la Plataforma de Afectados por el Ocio Nocturno

Pregunta.- ¿Cómo valoran el contenido de esta nueva ordenanza?
Respuesta.- La recibimos con mucha precaución. A los textos legales les tenemos mucho miedo porque una cosa es lo que dice la ley, y otra cómo se aplica. Es una norma muy técnica y nos ha costado un tiempo empaparnos de ella y conocer la trascendencia de algunos de sus apartados. Nos alegramos de esta ordenanza porque desde 2003, y luego con el Real Decreto de 2007, era obligatorio que la ordenanza de Zaragoza se adaptara a la normativa. Llevamos doce años de retraso, pero aún hay tiempo para tramitarla este mandato.

P.- Una vez que han conocido el texto, ¿qué echa en falta?
R.- Que las inspecciones se puedan realizar sobre el ruido en la calle; que las mediciones de ruido se puedan realizar por policías y sean válidas; que cuando hay espectáculos en la calle, la web municipal publique los datos de evento, como la empresa, horarios, etc; que cuando se denuncia, la administración de oficio informe de la tramitación; respecto a las terrazas, que se alejen de las fachadas unos metros porque las fachadas hacen de trasmisión del sonido y es un factor multiplicador; también que el concepto de noche no sea de 23.00 a 7.00 horas, sino de 22.00 a 8.00 horas; además, hay más de 20 días al año por festivos en los que la ordenanza no rige y para nosotros nos parece bien por el día, pero que por la noche sí que rijan los decibelios.

P.- ¿Llegan los niveles de ruido a poder considerarse contaminación acústica?
R.- Sí. La normativa estatal sobre el ruido marca a partir de las 23.00 horas 55 decibelios. Estos decibelios se sobrepasan desde las 23.00 horas y hasta las 8.00 horas en muchas zonas de la ciudad, no solo en zonas saturadas, y con volúmenes que superan los 70 decibelios. Hay que tener en cuenta que es una progresión logarítmica y que no es lo mismo subir de 45 a 50 decibelios que de 60 a 65 decibelios. Es un factor multiplicador tremendo.

La Plataforma ha encargado mediciones de ruido a empresas privadas
La Plataforma ha encargado mediciones de ruido a empresas privadas

"El problema va más allá de botellón"

P.- ¿Es el botellón la principal causa?
R.- Es una parte, pero más allá de eso está el problema del ruido nocturno de las calles y de una pequeña parte de los bares, no todos. En algunas zonas, y por parte de algunos bares, lo que se hace es lo que se conoce como "extensión de aforo". Es decir, se utiliza la calle como una extensión del bar. No se puede negar que los responsables son los que hacen la actividad.

P.- ¿Entiende la postura de los empresarios de ocio nocturno de la zona?
R.- Hay dos aspectos que no entendemos. Por un lado, el botellón, porque hablan de él para que no se hable del problema que generan ellos. Por otro, está que ellos no quieren asumir ninguna responsabilidad. Además, se está trabajando contra la ordenanza desde algunos sectores, presionando para que no salga adelante porque esta ordenanza es vieja, no recoge las nuevas normativas y es más favorable que cualquier otra que salga. 

Otra mentira es la del gasto económico para inversión para adecuar locales. No existe. Es mentira. Solo los locales que en la vertical del edificio no tienen el local lo suficientemente bien insonorizado tienen problemas de inversión, pero ya los tienen desde hace muchos años. Con esta ordenanza ningún bar tiene que gastar un solo euro para adecuarse.

P.- El año pasado se retiró del turno de noche la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC) por falta de efectivos. ¿Han notado esta ausencia?
R.- Notamos que el problema se incrementa y que hay pocos efectivos. Faltan alrededor de 300 policías municipales. Los agentes que venían a hacer mediciones eran competentes y hacían buenas mediciones, pero el problema sigue estando en la ordenanza. Nos da lo mismo quién mida si la medición es oficial y está bien hecha.

El problema va en aumento

P.- ¿Cree que imponer sanciones económicas más elevadas contribuiría a paliar el problema?
R.- La sanción aporta alguna solución, pero a título individual y a largo plazo. Cualquier sanción de coste importante va a ser recurrida y hasta que no sea firme y se aplique, no sirve. Hay mucha picaresca en este asunto, y mientras los vecinos siguen sufriendo el problema

Morte asegura que las noches son
Morte asegura que las noches son "un campo de batalla"

P.- ¿Se ha notado en los últimos años un aumento del ocio nocturno?
R.- Calculamos que empezó a finales de los años 70. Llevamos unos 40 años. Empezó en la zona del puente de Los Gitanos y adyacentes, el campus de la universidad y tal. Ahora el problema se ha extendido en muchos barrios de la ciudad.

P.- Y en la actualidad, ¿cuáles son las zonas más conflictivas?
R.- Moncasi, Casco Histórico, Las Armas, La Magdalena, el entorno de la plaza de Salamero, la calle Fita y esa zona, Doctor Cerrada, y creo que en la zona comprendida entre la Universidad y Corona de Aragón.

P.- Al problema del ruido añaden también las consecuencias del alcohol, como vómitos, orines, peleas, suciedad…
R.- También vandalismo y sobre todo gasto económico. Porque a las 7.00 horas, el Ayuntamiento pone en pie un ejército de máquinas y personas para que limpie y la gente no vea el campo de batalla que ha sido la noche.

P.- ¿Cuántas denuncias pueden llegar a poner a lo largo del año?
R.- No las tenemos cuantificadas, pero sí hemos comprobado que se hace trampa, porque la gente no denuncia porque piensa que no sirve para nada. Yo he probado a seguir denuncias realizadas y es prácticamente imposible porque requiere mucho tiempo, está en tramitación, luego no se sabe, luego se archiva por una determinada norma, no se puede detectar el causante, etc. 

P.- ¿Se sienten comprendidos por el resto de la ciudadanía?
R.- Sí, en general sí. Desde que los medios le dan más visibilidad al problema, han aumentado los socios de todas las asociaciones de la plataforma. Es un derecho fundamental que afecta a todos los ciudadanos. No defendemos unos intereses concretos, sino un derecho y un interés general. 

P.- ¿Y por el Ayuntamiento de Zaragoza?
R.- También. Tanto el Departamento de Medio Ambiente, como la Policía Local, como técnicos de la Universidad de Zaragoza se han reunido con nosotros cuando lo hemos pedido. Igual con los grupos políticos. Hemos hablado con todos y ahora tenemos pendiente una segunda ronda, porque si no se aprueba este mandato, nos pegaremos cuatro años más sin ella. Insisto. Estamos detectando que hay muchas presiones hacia el mundo político para que no saquen la ordenanza por intereses privados.