Ángeles en el infierno

El Zaragoza ha ganado al Fenerbahce por un gol a cero. En la primera parte, la táctica de Víctor, con medios altos y sin Movilla, permitió no pasar apuros y buscar el contragolpe. Tras el descanso todo siguió igual, aunque sin olvidar una gran parada de Rustu. Álvaro marcó el tanto del triunfo.
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Zaragoza.- El Real Zaragoza regresaba a competiciones continentales con la vista puesta en remontar el vuelo y, de reojo, mirando la caliente grada del Surku Saracoglu. Lo hacía, de nuevo, con novedades en su alineación. Y todo para buscar un buen resultado ante el potente Fenerbahce en partido de ida de los 1/16 de final de la Copa de la UEFA. Por fortuna, todo salió de color aragonés. Y el Zaragoza se imponía por un gol a cero.

El equipo blanquillo, con altura en su trío de medios y sin Movilla, se agrupaba más que nunca para neutralizar el juego directos de los turcos. Con mucha capacidad de sufrimiento y mitrando siempre para arriba, los hombres de Víctor Muñoz no caían en el error de tapar únicamente al ex jugador del Real Madrid Anelka. Además, hasta Savio y compañía se atrevían a acercarse hacia los dominios del ex portero del Barcelona Rustu.

Y es que los contragolpes visitantes ganaban en intensidad a medida que transcurrían los minutos. Amparándose en la velocidad de Galletti y David Villa, el bloque maño minaba constantemente al sorprendido cuadro local. Sólo faltaba el gol, pese a que Álvaro estuvo a punto de conseguirlo.

Con el paso del tiempo, el Fenerbahce tuvo el esférico más tiempo en su poder, aunque sin el más mínimo peligro para Luis, excepción hecha de un penalti no señalado a Milito, pero luego el colegiado no se atrevió a expulsar a Serhat. Aún quedaba la segunda parte, pero las huestes de Víctor estaban cumpliendo con notable.

Álvaro

Tras el descanso, y esperando que Luis se contagiase de la buena labor de sus compañeros, el técnico aragonés siguió confiando en el mismo once, sobre todo después de ver una clara ocasión de David Villa. Y eso que los turcos salieron más con más presión arriba.

El Fenerbahce aumentaba su intensidad de juego directo. Todos buscaban a Anelka. Sin embargo, toda la zaga se mostraba intratable. Además, el paso del cronómetro favorecía a los visitantes. Y Rustu tenía que lucirse para evitar que Generelo pusiese el cero a uno.

Y cuando parecía que la igualada a cero era buena de cara al choque de vuelta, Álvaro recuperó su instinto anotador para marcar un tanto de matrícula.