Zaragoza.- Víctor Fernández ha sido presentado este lunes como nuevo entrenador del Real Zaragoza; y lo ha hecho visiblemente emocionado. Tanto, que las lágrimas han embargado su rostro y han quebrado su voz, motivando que el técnico zaragozano abandonase la rueda de prensa de su presentación para tomar aire, beber un poco de agua y, diez minutos más tarde, volver a afrontar a los medios de comunicación.
Son muchos los sentimientos que afloran en el entrenador al dirigir nuevamente el destino deportivo del club que le vio nacer como técnico de éxito, mediada la última década del siglo XX. Víctor Fernández retorna al banquillo zaragocista con 45 años, y tras haber realizado méritos deportivos al frente del CD Tenerife, Celta de Vigo, Real Betis y Oporto, con el que conquistó una Copa Intercontinental y una Supercopa de Portugal, en 2004. Pero, por encima de todo, el zaragocismo recuerda con cariño la Copa del Rey (1994) y la Recopa de Europa (1995) conquistadas, bajo su batuta, por el Real Zaragoza.
Agapito Iglesias, su principal valedor
“Estoy contento y feliz de volver a Zaragoza. Es una nueva aventura, un desafío tremendo. Uno nunca puede renunciar a su pasado; el Zaragoza fue el equipo que me dio la oportunidad, con 30 años, de ser entrenador de Primera División, gracias al fichaje de Miguel Beltrán, a la oportunidad que me dio Zalba y a la confianza de la familia Soláns, con tantos éxitos alcanzados gracias al trabajo de todos”, ha rememorado el técnico aragonés. “Volver era lo que me dictaba el corazón, pero el motor definitivo ha sido Agapito Iglesias, que me presentó un proyecto ilusionante, ofreciéndome respaldo y afecto para este nuevo desafío”, ha asegurado.
Víctor Fernández no quiere prisas, sabe que tiene ante sí un proyecto ilusionante para cuya construcción es necesario el paso de un tiempo prudencial, puesto que es un proyecto “a medio o largo plazo”. No en vano, ha firmado por cuatro años con el conjunto aragonés. “Es un desafío de una responsabilidad enorme para mí. Pero tengo la confianza y la fe absoluta en que se van a hacer bien las cosas. El nuevo propietario, Agapito Iglesias, desde el primer momento me dijo que en su empresa había un concepto básico para conseguir el éxito, que era trabajar en equipo. Una persona sola no va a hacer nunca grande al Real Zaragoza”, ha sentenciado Víctor Fernández, que llega acompañado del ex jugador zaragocista Narciso Juliá como segundo entrenador, y de José Luis Arjol como preparador físico.
“Vendemos una ambición que se tiene que refrendar con hechos. Creo que el Real Zaragoza está logrando una cierta normalidad institucional que nos va a dar estabilidad en lo deportivo”, ha asegurado el técnico aragonés con respecto al cambio de acciones de la entidad zaragocista, con la salida de Alfonso Soláns del accionariado del club, la entrada de Emilio Garcés y Agapito Iglesias en el mismo, y la posterior salida del primero de ellos de la primera línea de las decisiones importantes de la entidad. “Había un presidente al que respeto totalmente y, especialmente, a su familia, que tenía un proyecto en el que yo no estaba. Soláns ha luchado por defender esta ciudad a través de su equipo, el mismo propósito de los que ahora llegan. Inicié las conversaciones con Soláns porque era una solicitud de Agapito Iglesias, y lo hicimos en un tono de cordialidad y respeto máximo”, ha afirmado Víctor Fernández en referencia a sus posibles desavenencias con el anterior máximo accionista del Real Zaragoza.
Fichajes y ambición
Con respecto a las negociaciones emprendidas en diversos frentes encaminadas a confeccionar la plantilla zaragocista, Víctor Fernández asegura que “el equipo no está en fase de parálisis. Estamos trabajando muchísimo desde hace muchos días y pronto habrá noticias. Hay silencio pero no estatismo. Vamos a preparar un equipo que permita estar al Real Zaragoza entre los grandes”.
“He venido para ayudar a hacer al Real Zaragoza cada día más grande. Nuestro objetivo debe ser intentar clasificarnos para competiciones europeas. La gente quiere ganar, todas las aficiones quieren hacerlo, pero la zaragocista quiere hacerlo, además, viendo buen fútbol. Vamos a trabajar por ello”, ha afirmado categóricamente el técnico aragonés.
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Víctor Fernández firma los primeros autógrafos de su nueva era |
Con respecto a sus exigencias deportivas en cuanto a la confección de la plantilla, Víctor Fernández considera que “el equipo necesita cubrir tres puestos que se han perdido por diferentes razones: uno por una conveniencia técnica, que ha sido el puesto de Toledo; y otros dos por diferentes motivos, como los de Cani y Savio, que también han sido titulares indiscutibles. Es inmediato cubrir ese vacío”. Además, Víctor Fernández considera necesario “buscar la mejora en una serie de puestos que nos permitan potenciar más el grupo, con jugadores que tengan un carácter más competitivo, con otro tipo de mentalidad, que nos permitan afrontar un proyecto más exigente de salida”.
En esta nueva andadura Víctor Fernández no podrá contar con un jugador que era de su agrado, como es Rubén Gracia ‘Cani’, presentado recientemente como futbolista del Villarreal. “Su marcha es un problema para la afición, a la que le gusta ver jugadores con fantasía y diferentes. Era una de las referencias del Zaragoza por ser aragonés y porque se defendía con su fútbol. Era un jugador de mi gusto, pero ya es historia para nosotros. No podemos lamentar algo que ya no tiene ningún tipo de solución”, ha explicado un Víctor Fernández más interesado en mirar hacia el futuro que en remover heridas recientes del zaragocismo.
“Es una nueva etapa, un nuevo proyecto. Tengo un contrato de cuatro años, lo que demuestra la confianza y la fe que se tiene en este proyecto. Creo que es un hecho demostrable de que queremos establecer unas bases que nos permitan romper una tendencia demasiado intrascendente, dándole prioridad a la competición de Liga, que es la que nos va a permitir rentabilizar mucho más cualquier éxito cosechado en otros torneos”, ha asegurado Víctor Fernández, que parece tener claro que la afición zaragocista quiere que su equipo se sitúe entre los mejores del torneo de la regularidad.
