Recreativo, 1 – Real Zaragoza, 1. Europeos

El Real Zaragoza ha empatado ante el Recreativo de Huelva y se clasifica para la UEFA. En la primera parte, el tanto inicial de Javi Guerrero sirvió para que los locales se hiciesen con el dominio del balón. Tras el descanso, el panorama continuó siendo el mismo, pero marcó Diego Milito.

Zaragoza.- El Real Zaragoza se jugaba, en Huelva, todas sus aspiraciones continentales. Poco importaba que hubiese permanecido en zonas europeas casi toda la temporada. En sólo noventa minutos, y con muchas bajas, debía buscar un punto que le confirmase un puesto para la próxima edición de la Copa de la UEFA. Enfrente, el Recreativo de Huelva vivía la fiesta de una brillante temporada y, supuestamente, hasta podía estar pendiente de los maletines. Afortunadamente, el primero de ellos consiguió su objetivo.

Las cosas no pudieron empezar peor para el equipo blanquillo. Una falta de atención por parte de la zaga visitante fue aprovechada por Javi Guerrero para batir a César Sánchez. Con tal resultado, había que estar más pendientes de lo que hiciesen Villarreal y Atlético de Madrid.

Los jugadores zaragocistas trataron de reaccionar de inmediato. Diego Milito reclamó una pena máxima. Aimar lanzó un fuerte disparo. Pero las incursiones no tenían continuidad. Se echaba de menos progresión en los laterales. Mientras, los locales mostraban más criterio.

El paso de los minutos no sirvió para mejorar la situación del conjunto aragonés. Nervioso atrás y con escasa manija en el medio campo, era imposible que llegasen buenos balones al mayor de los Milito. Si acaso, se intuía más un segundo gol de los pupilos de Marcelino.

Enterándose, vía radio, del triunfo parcial del Atlético de Madrid en Pamplona y el empate del Villarreal en el campo del Sevilla, el Zaragoza se quedaba fuera de Europa. Y en Huelva, no se veía capacidad de reacción. Los blanquillos estaban rotos. Aunque había que esperar un cambio en el segundo periodo.

Diego Milito

Víctor Fernández se la jugó dando entrada a Ewerthon en lugar de Movilla. No quedaba más remedio que actuar con un solo medio centro. Pero, como casi siempre, no había capacidad de reacción. Menos mal que un ex zaragocista, Milosevic, empataba en el Reyno de Navarra, porque el Villarreal ya ganaba en el Sánchez Pizjuán.

Las huestes blanquillas trataban de progresar. Se buscaba la velocidad de Ewerthon. Pero no había conexión entre líneas. Se echaba de menos el trabajo de las ausencias; sin embargo, hombres como Piqué, Celades, Aimar o D´Alessandro no estaban metidos en el partido. Además, el Atlético volvía a mandar en Pamplona.

Como constancia del desaguisado visitante, la cartulina roja directa mostrada a Piqué. No era la noche de los blanquillos. Con sólo diez futbolistas sobre el terreno de juego, los de Víctor seguían sin inquietar lo más mínimo al guardameta Laquait.

Tras un par de fallos de Diego Milito, el “Príncipe” quiso festejar su quizás último encuentro con los blanquillos logrando la diana que devolvía a los zaragocistas a la Copa de la UEFA. Se sufrió más de lo esperado, pero el premio es justo.