El obispo de Barbastro - Monzón valora el envío de las cartas al Nuncio y al administrador apostólico por parte de Iglesias

El obispo de la diócesis Barbastro – Monzón, Alfonso Milián, ve positiva la decisión del presidente aragonés Marcelino Iglesias de enviar dos cartas al Nuncio del Vaticano y al administrador apostólico de Lérida en las que pide el regreso de los bienes. Milián considera que esta decisión “manifiesta lo que todos sentimos”.

Barbastro.- Alfonso Milián, obispo de la diócesis Barbastro – Monzón, ha valorado el envío de las cartas por parte del presidente del Gobierno Aragón, Marcelino Iglesias, al Nuncio del Vaticano en España y al administrador apostólico de la diócesis de Lérida en las que muestra el malestar existente en Aragón tras conocer que el nuevo museo diocesano que se inaugurará este viernes contará con varias de las piezas propiedad de las parroquias altoaragonesas, así como les solicita que se cumpla la sentencia dictada por Roma en reiteradas ocasiones sobre el regreso de los bienes artísticos.

El obispo altoaragonés califica de “muy apropiada” la decisión adoptada por Marcelino Iglesias, que según Milián, “colabora desde su posición como presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón para manifestar lo que todos sentimos: que esos bienes no pueden ni deben de estar allí, porque no son propietarios de ellos”.

Sobre una reacción inmediata por parte de los remitentes, el obispo de la diócesis Barbastro – Monzón considera que el tema “es muy complicado” y que su homólogo Javier Salinas, administrador apostólico de la diócesis de Lérida, es partidario de acatar la sentencia vaticana y devolver las piezas pero se encuentra en una posición “nada fácil, aunque así lo parezca desde fuera”. Para el obispo altoaragonés la creación del Consorcio Museístico con presencia de las administraciones civiles “dificulta muchas acciones”.

No obstante Milián confía en que estas cartas “pueden favorecer que el tema se vaya activando de cara a que se tomen las decisiones oportunas, que en este momento se deben de tomar”.

El prelado altoaragonés se muestra “optimista y esperanzado” con el regreso de los 113 bienes que pondrían final a un litigio que se remonta a hace más de diez años, aunque no se aventura a precisar fechas. “Ésta es una cosa que conseguiremos porque es de ley, de justicia, de derecho y de sentido común. Aunque haya obstáculos los iremos salvando poco a poco”, reitera.