Enésimo empate del Real Zaragoza en La Romareda, (2-2)

Empate del Real Zaragoza frente a un equipo balear que se adelantó con un gran gol del andaluz Varela. Los dos goles de Diego Milito no fueron suficientes para conseguir la victoria. Finalmente, Dani Güiza consiguió el empate para el Mallorca. La Romareda despidió con indiferencia a sus jugadores.

Zaragoza.- El Real Zaragoza volvió a encontrarse este domingo con un resultado que ya es habitual cuando se juega en La Romareda. Un empate muy agridulce frente al Mallorca (2-2) que deja al Real Zaragoza en zona de nadie.

La primera parte empezó con buenas intenciones por parte del equipo local, con iniciativa y voluntad el Real Zaragoza trataba de buscar una ansiada victoria que minimizara la mediocridad de la temporada. A pesar de ello, La Romareda volvió a presenciar una primera mitad con sobresaltos, ya que el Mallorca se adelantó en el marcador merced a un gol de Varela. La jugada comenzó tras una internada de Jonás, jugador que fue el principal atractivo del equipo balear dada su lucha y su habilidad con el balón. El centro llegó a Varela, que sin dejarla caer, empaló sin concesiones a la portería de César. Primer gol visitante y nervios entre los asistentes al partido.

La alegría mallorquinista duró poco, ya que el Real Zaragoza supo crecerse en el momento adecuado. Seis minutos después, una extraña jugada propició el gol de los aragoneses. Balón perdido dentro del área balear con un Lux perdido entre la maraña de jugadores, Sergio García, listo como nadie, se saca un centro de espaldas a la portería que Milito se encarga de rematar en el área pequeña ante la débil oposición de Nunes. Empate en el momento más propicio.

Ante la ofensiva local, el Mallorca trataba de plantar batalla en el medio del campo. Pero un centro de Diogo al corazón del área de Lux, propició un perfecto remate de cabeza del argentino Diego Milito. Con un esperanzador 2-1 a favor de los aragoneses se llegó al descanso del choque.

La segunda parte comenzó con la salida de Óscar buscando frescura en el ataque local. Los primeros minutos así lo dejaban claro, y el salmantino veía un eficaz compañero en Ricardo Oliveira, el más destacado de los aragoneses en los primeros compases de la segunda mitad.

Pero nada más lejos de la realidad, toda la voluntad del Real Zaragoza se fue al traste tras una jugada aislada dentro del área de César. Balón perdido en el segundo palo que Dani Güiza, recién salido a la cancha, convirtió en gol la enésima duda defensiva del Zaragoza de la temporada.

El resto del partido se vio inmerso en un querer y no poder del equipo local. El Mallorca cerró sus líneas y un impotente Zaragoza no encontró el camino que le diera el gol de la victoria, y en consecuencia, una alegría a la sufrida afición de La Romareda.