El Zaragoza de Ander Garitano queda apeado de la Copa tras perder ante el Racing (4-2)

El equipo zaragocista no ha podido sobrevivir en el torneo del K.O. y ha sucumbido ante un buen Racing de Santander que ha puesto en pie al Sardinero. El gol inicial de Ricardo Oliveira fue contrarrestado por los cántabros con gran solvencia. Al proyecto de esta temporada le quedan pocas vías de salvación.

Zaragoza.- El equipo maño saltaba al césped del equipo racinguista con la mente puesta en la victoria. Los primeros compases del encuentro fueron de dominio aragonés con un Ricardo Oliveira que protagonizaba las acometidas visitantes. Y pronto, en el minuto cinco, el propio jugador brasileño conseguía perforar la meta cántabra tras aprovechar un disparo de Óscar que el portero local conseguía desviar.

La eliminatoria se ponía de cara, y el juego del Real Zaragoza animaba al optimismo. En el minuto once de partido, Oliveira, toda una pesadilla para la defensa del Racing en este inicio de partido, tenía el 0-2 en sus botas, pero no acertaba a rematar tras haber regateado al cancerbero.

Sin embargo, pronto empezarían a torcerse las cosas, y es que la defensa zaragozana no transmite confianza. Colsa recogía un pase de Óscar Serrano y mandaba un centro al área, que Tchité materializaba en el empate a uno totalmente libre de marca. Los locales habían empatado la eliminatoria y el Zaragoza debía volver a atacar si quería pasar a cuartos.

Cuando ya finalizaba la primera mitad, era Oriol quien ponía en ventaja al equipo santanderino tras un gran remate de cabeza ante el que César Sánchez poco pudo hacer. El Zaragoza estaba yendo de más a menos y los nervios defensivos se hacían notar en el equipo.

Segunda parte

El equipo cántabro inició la segunda mitad como había acabado la primera, es decir, atacando con peligro y defendiendo con seguridad. El Zaragoza, por su parte, estaba intentando mantener la posesión del balón pero de manera infructuosa.

Llegado el minuto 60, Óscar Serrano, sin duda el mejor del partido, conseguía meter el tercer gol tras un chute que se colaba por la escuadra del conjunto maño. El tercer gol animaba más si cabe al público local que animaba sin cesar a su equipo, que está realizando una gran temporada.

En el minuto 80, Diego Milito conseguía meter el miedo en el cuerpo a la afición santanderina con un remate desde dentro del área, aunque todo fue un espejismo y el gol final de penalti de Ezequiel Garay ponía el 4-2 definitivo con el que se acabaría el encuentro.

Otra decepción más para la parroquia maña, que lleva una temporada horrible. El nuevo entrenador, Ander Garitano, tiene mucho trabajo por hacer, aunque hoy se han visto cosas del estilo del preparador vasco. Juego por las bandas y balones rápidos a los delanteros. Pero aún falta algo muy importante, salvar la retaguardia, que todavía parece un objetivo lejano.