Lanaja.- Coincidiendo prácticamente con el 50 aniversario del nacimiento de la Barbie, que tendrá lugar el próximo mes de marzo, la localidad monegrina de Lanaja contará con un museo en el que esta muñeca será la protagonista. El museo, que será gratuito, espera abrir sus puertas en el mes de octubre.
En un edificio del siglo XVI, la diezma, la promotora de esta iniciativa privada y presidenta de la asociación cultural “La Diezma Lanaja”, Pilar Marín Yaseli ha puesto a disposición del público su colección de barbies, que hasta la fecha supera la cifra de las 700 muñecas.
Organizadas por temáticas, la exposición comienza con un campamento indio, continúa con el fondo del mar y las hadas, pasando por una recreación de Halloween y finaliza con Cher, Marilyn Monroe o las películas “Grease” o “Lo que el viento se llevó”. Eso sí, matiza Marín Yaseli, también se podrá ver “un Kent danzante o un Kent Guardia Civil porque he querido recrear cosas que son clásicas de Lanaja, como la carrera del hombre contra el caballo o la procesión de Semana Santa”.
También hay una maleta del año 1968 que es la pieza más antigua de la exposición y que fue donada por una estadounidense al Museo.
La idea de hacer un museo de las barbies en Lanaja surgió hace un par de años. “Al principio era una colección privada. La idea surgió cuando vi que en Lanaja no había nada, y pensé que había que hacer algo para que la gente venga a visitar este pueblo maravilloso”.
A partir de ese momento, Marín Yaseli comenzó a trabajar confeccionando ella misma la ropa de algunas de las barbies y los kents y creando los elementos para la parte temática de la exposición, como el barco y las redes del Fondo del Mar o el tótem de los indios. Así, el Kent danzante tiene hasta el escudo de la localidad bordado y sus zapatillas son una replica exacta en miniatura de las que utilizan los danzantes de Lanaja.
Marín Yaseli reconoce que la colección comenzó de una forma casual, cuando sus hijas se fueron haciendo mayores y dejaron de jugar con muñecas y como la Barbie le encantaba, decidió continuar. Por eso, cada vez que iba a Estados Unidos o Londres, se compraba una Barbie y poco a poco he ido aumentado la colección”.
Por el momento, ya ha recibido peticiones desde Estados Unidos para ir a visitar el museo. “Allí, la cultura de las barbies es un mundo aparte. Hacen hasta convenciones, y se reúnen en hoteles”.
