El libro "Lucas Jordán y la Corte de Madrid" rescata la influencia del pintor napolitano en España y en Goya

El pintor napolitano Luca Giordano consiguió, en los diez años que pasó en España, diferenciar la labor artística de la artesanal y sentar precedente en la pintura al fresco, influyendo en Francisco de Goya, entre otros. El libro "Lucas Jordán y la Corte de Madrid. Una década prodigiosa", rescata esta etapa, hasta ahora no estudiada.

Zaragoza.- La Caja Inmaculada ha estrenado este miércoles la colección “Monografías de Arte CAI” con un extenso estudio sobre la estancia en España de pintor barroco, original de Nápoles, Luca Giordano, quien consiguió influir de manera decisiva en el devenir del arte pictórico español. “Lucas Jordán y la Corte de Madrid. Una década prodigiosa”, del doctor en Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Miguel Hermoso, es el primer análisis completo que contextualiza al napolitano en nuestro país y demuestra el peso que tuvo su obra en autores como Goya.

Tras siete años de investigación, Hermoso muestra con este volumen que Jordán, a pesar ser “desconocido” actualmente y “nunca suficientemente valorado”, llego a compararse con “una divinidad de la pintura”. Su talento, de hecho, “causó recelos en Nápoles”, ha dicho el autor, afirmando que “ya era conocido” en España antes de su llegada, en 1692.

El pintor, a quien Miguel Hermoso ha comparado con Rubens por su estatus dentro de la Corte y la nobleza, llegó a Madrid “con la consciencia de su valía”. Estas características eran “absolutamente inéditas en la España de la época”, donde “los pintores eran considerados poco más que unos artesanos”, ha explicado el autor, contando cómo Jordano defendía “la liberalidad de la pintura como un arte intelectual”, y exigió ser tratado “como alguien especial y no como un artesano más”.

Además de “hacer conscientes a los artistas españoles posteriores de su propio valor”, Hermoso ha afirmado que “les va a enseñar a pintar al fresco”. Con la bóveda del Casón del Buen Retiro, los frescos de la desparecida Iglesia de Atocha o las cúpulas del Escorial, el pintor dejó un legado que, según el autor del libro, influyó directamente en Francisco de Goya.

El profesor de la Universidad de Zaragoza ha señalado que, tras “contemplar muy de cerca todo lo que Lucas Jordán había pintado, y sobre todo cómo lo había pintado”, Goya pudo observar “esa especie de factura abocetada” que se aprecia en tantas obras del aragonés. Este estilo, según las investigaciones del autor, “debe mucho a esta tradición del barroco italiano, que Goya después depurará y convertirá casi en un precedente de la libertad romántica”, ha señalado.

Lucas Jordán en Aragón

La influencia de este pintor en el maestro de Fuendetodos ya se hizo palpable en Zaragoza dentro de la exposición Goya e Italia, que expuso el lienzo “Céfalo y Procris ante Diana” del napolitano. Un cuadro que el Museo de Zaragoza compró el año pasado, sumándolo a los otros tres de Lucas Jordán que ya conservaba. Las otras cuatro obras del pintor que están en Aragón pertenecen a la colección particular de Félix Palacios Remondo, y son bocetos preparatorios para la bóveda de la basílica de Monte Casino.

Algunas de las obras que hoy en día se conservan de este pintor en su día fueron atribuidas a maestros como Tiziano e incluso Durero, ya que el virtuosismo de Giordano lo hizo capaz de falsificar fielmente a los mejores, desvelando después del secreto y consiguiendo lo que Hermoso ha definido como “éxito del escándalo”.

Así, el autor de esta primera monografía de la colección de la CAI ha asegurado que la importancia del napolitano no se limita a su repercusión en España, sino que fue “un gran pintor con valor en sí mismo”, con “tintes mucho más modernos de lo que podría pensarse en un artista barroco”.

Un volumen al año

Caja Inmaculada publicará otra monografía dedicada al escultor Damián Forment y escrita por la doctora Carmen Morte García el año que viene, que pasará a ser el segundo volumen de la colección. Una colección que nace con espíritu divulgador, pero con la intención de mantener un alto nivel de rigor y especialización, hasta convertirse en una obra de referencia.

La entidad se ha encargado de una primera fase de distribución del primer volumen, que después se pondrá a la venta en las librerías por 55 euros. Se ha tirado una primera edición de 1.500 ejemplares, que incluyen un CD con toda la documentación comentada en el texto.