Una investigación aragonesa desvela la mala sincronización neuronal en la dislexia

Los expertos en el trastorno de la lectura o dislexia han descubierto que la mala sincronización neuronal es un factor determinante. La dislexia afecta a un 8-10% de los niños escolarizados, frente al 3-5% de los que tienen el trastorno por déficit de atención o hiperactividad y el 1-2% de trastornos de conducta.

Zaragoza.- Los pedagogos estiman que las dificultades de lectura y escritura son una de las mayores causas, si no la mayor, de fracaso escolar, porque hacen que el niño tenga dificultad para la comprensión. Este trastorno se denomina dislexia y puede originar en los pequeños que la sufren que las letras bailen y se traspongan los sonidos o tengan una comprensión lenta. Según las estadísticas sobre problemas de aprendizaje, afecta entre a un 8 y un 10% de los niños escolarizados, frente a un 3-5% de los que tienen el trastorno por déficit de atención o hiperactividad y el 1-2% de trastornos de conducta. La investigación se ha llevado a cabo desde el Servicio de Neurofisiología Clínica del Servet y el departamento de Matemática Analítica de la Universidad de Zaragoza. Los autores han abierto una nueva puerta al enfoque de este trastorno.

A pesar de limitar el desarrollo escolar del menor, los expertos aseguran que este trastorno pasa desapercibido por la sociedad, que desconoce que está originado por una causa genética, alteraciones en ciertos genes que codifican las migraciones de las neuronas en el cerebro.

El Grupo Interdisciplinar de Neurofisiología del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS), reconocido como grupo consolidado por el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad del Gobierno de Aragón, lleva más de una década centrado en trabajos neurofisiológicos realizados con mediciones electrofisiológicas sobre la dislexia, consiguiendo importantes logros científicos.

Este equipo científico está dirigido por el doctor Paulino Uclés y está compuesto por neurofisiólogos y foniatras del Hospital Universitario Miguel Servet, profesores de Matemática Aplicada de la Universidad de Zaragoza y expertos colaboradores.

Para conocer más sobre esta patología, los investigadores han empleado recientemente por primera vez modelos matemáticos. Mediante el análisis de los potenciales evocados auditivos por funciones matemáticas han abordado este trastorno de la lectura, demostrando que "la dislexia no es un problema lingüístico, sino de anomalías del procesamiento general del sonido en las redes neuronales primarias", así lo ha explicado Paulino Uclés, uno de los autores de este estudio. El doctor Uclés apareció hace unos meses en la edición electrónica de Dyslexia, una revista internacional de investigación y práctica dedicada al trastorno de la lectura y que en el número del próximo mes de mayo se publicará como artículo original.

Sobre los autores y el estudio

Los autores de esta investigación son Paulino Uclés y Mario Méndez, pertenecientes al Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza; y José Garay, del Departamento de Matemática Analítica de la Universidad de Zaragoza. Juntos han abierto una nueva puerta al enfoque de la dislexia como trastorno no verbal, al obtener los primeros resultados empleando tonos puros.

Con los métodos utilizados anteriormente cualquier conclusión dependía de las respuestas subjetivas del niño disléxico, de lo que él iba diciendo. En la actualidad, con esta aportación científica aragonesa, ya no se basan en la impresión del niño, sino en respuestas auditivas objetivas a estímulos electrofisiológicos.

“En este estudio se han empleado tonos y no palabras, y se ha detectado ese procesamiento defectuoso del sonido en las primeras redes de neuronas por las que éste pasa. "Se han elegido estas primeras redes para observar qué pasa antes de que los impulsos se mezclen en otras áreas asociativas. Se busca el origen del problema, al ser un registro directo de las neuronas”, según ha asegurado el jefe de sección del Servicio de Neurofisiología Clínica del Hospital Miguel Server, Paulino Uclés.

Estos científicos han elegido la ventana que va de los 25 milisegundos desde el estímulo sonoro hasta los 50 milisegundos. Las respuestas auditivas de los 39 niños que han participado en este estudio (17 disléxicos y 22 que no lo son) se han comparado con las ondas de frecuencia (wavelets) de 40 hertzios diseñadas por Garay.

Por un lado, según explica este equipo científico, está el potencial recogido con electrodo y por otro las funciones wavelet, basadas en la matemática analítica infinitesimal, punto por punto. Y es al comparar estos dos elementos cuando se observan las variaciones. Los investigadores confirman que “en los niños disléxicos se observa una gran variabilidad de la energía de las ondas, comparadas con los niños normales, lo que denota un procesamiento anormal en los potenciales bioeléctricos”.

Acerca de la dislexia

Este trastorno es considerado cada vez más como una configuración errónea de las redes neuronales en su desarrollo temprano, con una base genética. Los autores del trabajo han podido observar la existencia de neuronas “mal sincronizadas”.

Un estudio de la universidad de Maastrich, utilizando resonancia magnética funcional, publicado en el presente mes, corrobora los hallazgos de una deficiente recepción de los sonidos en las áreas primarias de la corteza cerebral.

La concepción actual de la dislexia como un problema del procesamiento general de los sonidos tiene su repercusión en el tratamiento de los niños disléxicos. Fundados en estos hallazgos existen métodos de reeducación lectora, como el del instituto del profesor Johansen, cuyas técnicas ya se aplican en España, las cuales incorporan material audiovisual para el trabajo del niño a domicilio, con apartados de percepción y discriminación de sonidos verbales y de tonos musicales.