"La flexibilidad y el no haber atesorado riquezas son las claves para haber sobrevivido 800 años"

Nació como asociación gremial con jurisdicción civil y penal en 1218. Ahora, casi 800 años después, Casa de Ganaderos se mantiene imbatible ante la crisis como cooperativa de cordero y Ternasco de Aragón. Y es que, después de ocho siglos de historia, la situación económica actual no es más que otro mero bache a superar.

Zaragoza.- En su horca del camino de San Gregorio, en Zaragoza, se colgaba a asesinos, criminales y traseñaladores. Casa de Ganaderos fue en sus inicios una institución medieval a la que el rey Jaime I de Aragón otorgó jurisdicción civil y penal. Su mayor representante, el Justicia de los Ganaderos, tenía el derecho de dictar sentencias de muerte. 792 años después, las cosas han cambiado. La institución ha perdido ese poder judicial pero continúa fiel a su principio: la ganadería.

Sin olvidar nunca ese pasado, Casa de Ganaderos afronta los tiempos actuales con optimismo, y es que durante estos 800 años ha tenido que hacer frente a innumerables guerras, enfermedades y crisis económicas, por lo que, una más, no es problema para ellos. Carmelo Heras es el actual gerente de esta legendaria institución zaragozana.

Pregunta.- ¿Qué es Casa de Ganaderos y a qué se dedica?
Respuesta.- A día de hoy su figura jurídica es una cooperativa desde 1945. Es una de las primeras sociedades de este tipo que existió en España, pero la fecha de inicio de Casa de Ganaderos es de 1218. Es decir, llevamos casi 800 años de historia y en ese tiempo hemos tenido distintas figuras. Empezamos siendo una asociación gremial y hemos ido pasando por distintas fases hasta la cooperativa que somos ahora.

Actualmente, tenemos unos 270 socios que agrupamos, aproximadamente, unas 150.000 cabezas de ganado y producimos un número equivalente de corderos. La función principal de la cooperativa es ésa. Recogemos los corderos que los socios crían en sus granjas, los llevamos a nuestro almacén regulador en unas naves que tenemos en Nuez de Ebro y, allí, el ganado se pone en partidas homogéneas listo para servir al mercado. Posteriormente se lleva a matar, normalmente a Mercazaragoza, se sacrifica y se vende, bien sea en canales a los carniceros o en bandeja, despiezado, etc.

Carmelo Heras es el actual gerente de Casa de Ganaderos

P.- ¿Qué queda en la actualidad de los orígenes de Casa de Ganaderos?
R.- Lo que siempre queda es el cordero. La figura de Casa de Ganaderos siempre ha estado unida al mundo del cordero. En ese sentido, seguimos fieles a nuestra tradición. ¿Qué es lo que ha cambiado? Casa de Ganaderos nació porque el rey Jaime I nombró Justicia de Ganaderos a Domingo de Montealteto. Por aquel entonces, ser Justicia de Ganaderos era como ser juez que impartía justicia no sólo a los asuntos que tenían que ver con la ganadería, sino también en asuntos civiles e incluso criminales. Casa de Ganaderos llegó a tener una horca propia, donde está actualmente la carretera de Huesca, y tenía un gran poder de justicia tanto civil como criminal. Hasta que se fue perdiendo, primero desapareció la penal y, posteriormente, la capacidad de hacer justicia civil.

Lo de la jurisdicción criminal es una cosa que ahora llama mucho la atención porque imagina la garantía procesal que podrían tener las personas juzgadas cuando tú, ganadero, discutías con el panadero del pueblo, pero no por un tema de ganadería, sino porque no le pagabas el pan o por un problema de faldas, etc. Y el que juzgaba era otro ganadero. Por lo que la indefensión que tenía la gente que no era ganadera era muy grande. Era un poder enorme.

P.- ¿Cuál es el secreto para sobrevivir 792 años?
R.- Decimos que tenemos dos secretos. El primero es la flexibilidad. Ahora somos una cooperativa y antes una asociación gremial. Lo que ha hecho Casa de Ganaderos muy bien siempre ha sido ir adaptándose a los tiempos. Por ejemplo, la relación con la Corona es muy curiosa. El escudo de Casa de Ganaderos siempre ha sido un cordero sobre un campo verde y es romboidal porque en Aragón los escudos tenían esa forma. En Castilla eran cuadrados. Pero ya cuando los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, se casan, aquí hay cierta corriente castellanizante, y los escudos se giran y de rombos pasan a cuadrados.

En el escudo de Casa de Ganaderos aparece también una corona, pero no todos los escudos de la casa la llevaron. Según como fueran las relaciones con la institución real se ponía o se quitaba la corona. Por lo que siempre Casa de Ganaderos ha ido adaptándose a los tiempos cediendo o dejando de ceder.

Bufete plegable del Justicia de Ganaderos del siglo XVII

P.- ¿Pero otras instituciones similares como La Mesta desaparecieron?
R.- Sí. Aparte de la flexibilidad, el otro secreto es que nosotros nunca hemos atesorado riquezas. La Mesta, que era el equivalente castellano a Casa de Ganaderos, desapareció hace ya más de 100 años. Esta institución tenía un montón de propiedades entre tierras, palacios, castillos, etc. Y eso es muy goloso para echarle mano. Casa de Ganaderos lo único que ha atesorado son privilegios. Pero los privilegios sólo le sirven al ganadero, al rey de turno no le suponía dinero mantenerlos.

Aguantando el tipo ante la crisis

P.- ¿Cuál es su situación actual en lo que respecta a la venta de cordero y ternasco?
R.- El cordero y el ternasco han ido perdiendo, por desgracia, peso dentro de la cesta de la compra. Hubo un tiempo que en Aragón, cuando se hablaba de carne, la única que existía era la del cordero. Ahora hay cerdo, pollo, ternera y si quieres tienes hasta avestruz, caballo o canguro. La oferta de carnes es mucho mayor, sobre todo, el pollo y el cerdo que se han industrializado y se ha abaratado muchísimo la producción y, por tanto, los costes. Por el contrario, la carne de cordero, que sigue siendo muy artesanal y costosa de producir, se ha quedado como una carne cara. En ese sentido, el consumo de cordero ha ido disminuyendo.

Nosotros nos defendemos bastante bien. De hecho este 2010 estamos creciendo, respecto al año anterior, mientras que el consumo está bajando en torno a un 5%. También hacemos Ternasco de Aragón que es darle al consumidor algo más de calidad. Es una cosa que la gente reconoce, a pesar de que es más caro y de que estamos en crisis. El año pasado, que fue muy malo para el consumo, el cordero en general bajó un 12% y Ternasco de Aragón se mantuvo.

P.- ¿Qué diferencia al ternasco aragonés del resto de corderos?
R.- Muchas cosas. A nivel de razas, el Ternasco de Aragón solamente puede venir de unas clases determinadas que son razas propias de la Comunidad: la rasa aragonesa, la roya bilbilitana y la ojinegra turolense. El segundo tema importante es el control. Es decir, no cualquier ganadero que tenga estas razas puede hacer Ternasco de Aragón. Es necesario tener una granja homologada y eso exige una serie de controles. Un cordero Ternasco de Aragón sólo puede estar alimentado con leche materna y cereales, lo que garantiza que no son corderos que han comido hierba y no tienen ese sabor que el resto de corderos de campo. Posteriormente, lo que se hace es un proceso final de selección y clasificación.

Del 100% de granjas que tenemos nosotros, sólo un poco más del 50% pueden hacer Ternasco de Aragón, y de esas granjas, de cada 100 corderos sólo 40 acaban siendo Ternasco de Aragón.

San Simón y San Judas son los patrones de Casa de Ganaderos

P.- Está la creencia de que el consumo regular de cordero no es recomendable. Sin embargo, varios estudios aseguran que el Ternasco de Aragón es igual de cardiosaludable que el pollo…
R.- Sí. Ése es un estudio que se realizó entre la Facultad de Medicina y de Veterinaria con estudiantes de un colegio mayor. Se dividieron en dos grupos, uno llevaba una dieta en la que el aporte de proteínas venía básicamente de la carne de pollo y el otro grupo de carne de Ternasco de Aragón. Se les hizo un análisis antes y después y se descubrió que el nivel de grasas y colesterol eran equivalentes. La única diferencia que había era que aquellos chavales que habían comido Ternasco de Aragón disminuyeron su nivel de triglicéridos.

P.- Después de ocho siglos de existencia, ¿cuáles son las expectativas de futuro de Casa de Ganaderos?
R.- La primera es seguir, por lo menos, otros ocho siglos más. Hay una cosa que la casa siempre vigila mucho y es el tema de la permanencia. Todas las empresas buscan su supervivencia pero, en nuestro caso, hay una responsabilidad adicional que son esos ocho siglos de historia que no se pueden tirar por la borda. Eso también se traduce en la toma de decisiones de la cooperativa. De alguna manera, tenemos una doble responsabilidad. Por un lado, no podemos tomar decisiones demasiado aventuradas que pudieran poner en riesgo la cooperativa, pero por otro lado tampoco podemos dejar de hacer nuevas cosas porque podría condenarnos a la desaparición.

Por ejemplo, hace dos años, viendo que esto del mundo del cordero tenía sus dificultades y que podíamos necesitar algún tipo de ingreso adicional, construimos un parque fotovoltaico. No sólo nos da ingresos sino que además es una inversión muy segura y, a día de hoy, podemos decir que toda la energía que consumen nuestros socios procede de energías renovables.

P.- Casa de Ganaderos cuenta con uno de los archivos históricos más importantes…
R.- Tenemos archivados 5.000 procesos judiciales, documentos originales, pergaminos, de todos los reyes aragoneses desde Jaime I. Ahora estamos en un proceso de digitalización de todos los documentos hasta 1900 y nos van a salir en torno a 1.300.000 páginas. El archivo está abierto a los investigadores, y a cualquier otra persona si reúne un mínimo de garantías. Pero el objetivo es que, una vez que todo esté digitalizado, se cuelgue en la red para que el archivo sea accesible a todo el mundo.

La historia de María la Magina

Escudo de Casa de Ganaderos de 1556

P.- ¿Qué podemos encontrar ahí?
R.- Tenemos el documento original de la fundación de Casa de Ganaderos, firmado por Jaime I de su puño y letra. Es un pergamino pequeño muy importante para nosotros que tiene, además, el sello de cera del rey. Sólo se conservan dos sellos de Jaime I, y uno es el que tenemos nosotros.

Además hay uno de los procesos judiciales que nos llamó mucho la atención. En él aparecía una tal María la Magina, que estaba casada con un ganadero y a su vez “enrollada” con un pastor. A este último lo dejó por un segundo pastor, Juan Giner. Parece ser que a la señora el tema del gremio sí que le gustaba (ríe). El primer pastor se puso celoso del segundo y amenazó a María la Magina que o le seguía haciendo favores o la denunciaba al marido. Entonces, María y Juan tramaron un complot y mientras ella entretenía al primer pastor el otro fue por detrás y lo mató.

Estamos hablando del año 1579 y el tema de huellas dactilares no existía, por lo que le cortaron la cabeza y las vergüenzas. La cabeza por un tema claro de identificación y las vergüenzas se supone que por venganza. Tiraron el cadáver al Ebro y María se llevó la cabeza a su casa para hacerla desaparecer, la hirvió y se la echó a los perros. Pero pone el escribano en el proceso que “mostrando más vergüenza cristiana que su dueña se negaron a comer la cabeza”, por lo que la enterró en el huerto de su casa.

A los dos días apareció en el Ebro, varado en la orilla, un cadáver decapitado y sin vergüenzas y el cuerpo fue colgado públicamente en La Lonja de Zaragoza. Pero alguien lo reconoció y, con sus métodos, la “policía” de aquel entonces arrinconó a María la Magina y a su novio y no pone cómo pero les hicieron confesar. Cantaron y además encontraron la cabeza, que es la prueba de que realmente lo habían matado. Los metieron a la cárcel, los juzgaron y los condenaron a morir ahorcados. Se decidió, por caballerosidad, ahorcar primero a Juan Giner. Al día siguiente le tocaba el turno a María. Pero esa misma noche la cárcel donde ella estaba presa arde. Se supone que lío al carcelero y, en el momento de confusión, María la Magina escapó y se refugió en Tudela, Reino de Navarra.

Allí, la Corona de Aragón no tenía jurisdicción por lo cual no la podían apresar y no existían órdenes de extradición. La sentencia acaba diciendo que si algún día se la encontraba, fuera apresada, juzgada y ajusticiada de inmediato. Pero ya no se sabe más, por lo que se supone que la señora se quedó por Tudela.